Cap. 11- Arrested

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Mike se removió incomodo en la silla. Se suponía que no volverían a llamarlo a menos que necesitaran algo y algo dentro de él le decía que la mujer que entró por la puerta y se sentó frente a él con aquella carpeta en la mano sospechaba de lo que había dicho en su primer interrogatorio. Pero él lo había pensado todo muy fríamente, desde que vio a la mujer del ataúd en la casa de Kara se había dispuesto a pensar ese plan y no había forma de que tuvieran algo contra él.

—Señor Matthews, —la voz seria de la mujer causó que su piel se erizara y se removió incómodo en su silla —, ¿puede reconocer alguno de estos objetos?

Alex dejó varias fotografías frente a él, que solo negó con su cabeza varias veces. Sus ojos marrones estaban fijos en el hombre y su reacción, así que cuando le mostró la gargantilla de esmeraldas que según Lex Luthor se hallaba dentro del ataúd con el cadáver pudo notar que el hombre abrió sus ojos con sorpresa y comenzó a jugar con sus manos.

—No he visto nada de eso.

—¿Está seguro? —ella se levantó de su sitio, inclinándose un poco hacia él y acercándole la fotografía de la gargantilla y notando como Mike se removía en su silla, haciéndola rechinar. Entrecerró sus ojos al hombre, dejando la fotografía frente a él sobre la mesa y alejándose para estar erguida en su sitio al otro lado de la mesa —. ¿El nombre de Kara Danvers le suena de algún lado?

—N-No... —Alex frunció su ceño al hombre, pues dijo aquello con apenas un hilo de voz y se rascó el cuello en un gesto que supo que era de nerviosismo —. No me suena.

—Esta fue la chica que vio entrar al mausoleo ¿correcto?

Colocó el retrato hablado de Kara en la mesa, a un lado de la fotografía de la joya.

—S-Sí, es ella.

—Usted dijo que es rubia y sus ojos son azules ¿cierto?

—Sí.

—¡Error! —Alex golpeó la mesa de metal, asustando al hombre, que se recargó de la silla cuando ella se inclinó sobre la mesa para tener su rostro a la altura del de Mike y poder mirarlo fijamente —, usted solo dijo que era rubia, no que sus ojos son azules.

—Y-Yo... su pregunta... m-me confundió-

—Usted conoce a Kara Danvers, fue su cómplice durante el robo ¿no es así?

—¡No! Yo no-

—Entonces no le molestará que tomemos sus huellas para compararlas con las que fueron encontradas en la escena del crimen ¿o sí, señor Matthews?

Él se puso más que nervioso ante su pregunta, comenzando a negar con su cabeza varias veces.

—No estuve allí, solo la vi salir del mausoleo.

—Es una descripción muy exacta la que dio, a las doce de la noche, sin luna que pudiera brindarle iluminación usted incluso dio una descripción bastante detallada de la chica, incluso dijo que era rubia, ¡demonios, creo que incluso pudo haberme dicho lo que vestía esa noche, porque usted estuvo allí con ella, fue su cómplice!

—¡No lo hice, fue ella, ella y esa mujer pelinegra!

—¿Ahora resulta que eran dos mujeres? No solo la rubia, también había una pelinegra, ¿de casualidad no podría describirla tan bien como lo hizo con Kara Danvers?

—¡Las vi, estaban juntas!

—Oh, ahora comprendo, señor Matthews... —Alex sonrió con sarcasmo, negando con su cabeza —, usted está resentido con ella por haberlo dejado por una mujer.

Towards the DawnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora