Cap. 30- The crippled

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—Vamos, chico... no puedo... ¡no puedo correr más! —soltando la correa del perro, Kara se dejó caer sobre sus rodillas, recibiendo un ladrido por parte de Volk, que volvió sobre sus pasos, dejando la correa en el suelo cerca de ella —. ¡No! No puedo... tú... eres muy... muy activo, te respeto por eso... pero... yo no... no quiero seguir corriendo, por Rao.

Sentándose en una banca cercana, Kara casi se dejaba caer acostada en la misma, respirando agitada mientras miraba a Volk dar vueltas en su sitio y ladrar a los perros que pasaban cerca de ellos. Intentó tomar una larga respiración, no obstante, sintió un dolor en su costado que causó que se retorciera en la banca y comenzara a quejarse.

—Diablos... esto es... ¡esto es terrible!

—¿Kara?

Irguiéndose en su sitio con rapidez, Kara observó a la persona que acababa de llamarla por su nombre y se sorprendió de encontrar un rostro conocido.

—¿Imra? —regalándole una sonrisa amistosa, la morena de ojos verdes se inclinó hacia ella dejando un beso en su mejilla como saludo —. ¡Tanto tiempo sin verte! ¿Cómo has estado?

—Bueno, con Gayle decidimos tomar unas vacaciones y venir a National City, le gusta esta ciudad más que Illinois, dice que le trae malos recuerdos de su infancia o algo así.

—¿Con Gayle? —Imra asintió con su cabeza, sentándose a un lado de Kara y llamando la atención de Volk, que meneó su cola de un lado a otro, interesado en la persona que acababa de acercarse a Kara —. ¿Quién es Gayle?

—Oh vamos, sé que se pasó un poco de la raya con Lena hace unos meses, pero no es para que actúes como que no la conoces, Kara. —recibiendo una mirada de confusión por parte de Kara la morena soltó una pequeña risa, girando sus ojos —. ¡Mi novia! Rubia, de ojos azules, le gusta vestirse con esas chaquetas de cuero y jeans ajustados, como tú... ¿de verdad no la recuerdas?

—Es que... bueno... verás, —rascando un poco su nuca, Kara tomó una larga respiración, dejando escapar el aire en un suspiro —, ¿recuerdas que hace años huimos juntas de Kansas?

—¡Por supuesto! Tomamos el viejo auto de tu tío y lo estrellamos en medio de la carretera... fue inolvidable.

—¡Sí, lo fue! Realmente estábamos un poco locas en ese momento. —Kara rió por unos minutos con ella tratando de recuperar el aire que había perdido al estar corriendo con Volk —. Yo iba a ver a mi hermana en Metrópolis, pero al parecer, en el camino tuve un accidente.

—¿Ah sí? —extrañada, Imra se acomodó en su sitio en la banca, mirando a Kara con interés y preguntándose por qué no le había dicho eso antes —. ¿Y cómo fue? ¿Qué sucedió? ¿Por qué no me lo dijiste antes?

—Bueno, probablemente lo habría hecho si no hubiera estado en coma por seis años.

—¿Qué?

—Ujum... —acariciando la cabeza de Volk, Kara se inclinó hacia él, permitiéndole lamer su rostro y notando lo aparentemente emocionado y agitado que se encontraba a un lado de Imra, que también pareció notarlo —. Alex me encontró en el hospital un mes antes de que despertara y eso fue hace apenas hace seis meses, he intentado normalizar mi vida, pero... bueno, ya sabes... aún se siente un poco raro.

Permaneciendo en silencio, Imra miró sin entender a Kara, pues según ella se habían visto ocho meses atrás y luego simplemente desapareció de Detroit, lo que decía la rubia no tenía sentido y aunque hubiera tenido un accidente lo correcto sería decir que perdió la memoria de los últimos seis años... no que estuvo en coma durante seis años. Estaba a punto de responderle, pero su teléfono vibrando captó su atención.

Towards the DawnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora