Cap. 23- Dreams

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Se encontró agitada en su cama. Su piel estaba sudada, su corazón latía con frenesí y su entrepierna. Kara llevó sus manos a su centro, sintiendo la calidez que emanaba el mismo.

¿Por qué se encontraba mojada por soñar con ella?

Desde que vio sus ojos verdes habían quedados grabados en su memoria y aquel sueño húmedo, aunque no lo recordaba, sabía que tenía que ver con ella pues en su mente se mantuvieron los ojos verdes y la sonrisa coqueta que le regalaba la mujer de piel pálida antes de comenzar todo.

Kara suspiró, pensando que no había sido más que una estúpida coincidencia. Lena le había coqueteado un poco y quizás eso había alterado un poco sus hormonas, nada más, era totalmente normal soñar que una mujer te hace venir... ¿cierto?

—¡Buenos días, pequeño gorrión! —cuando Kara despertó a la siguiente mañana no le sorprendió sentirse cansada, pues la mujer de ojos verdes era recurrente en sus sueños y eso la hacía despertar de forma precipitada —. ¿Dormiste bien?

—No, fue una tortura dormir.

—Ah, ¿sí? —Alex abrió sus ojos; parada detrás de su esposa, quien preparaba el desayuno. Ella comenzó a negar con sus manos a su hermana, que ignoró las señales y solo la miró extrañada —. ¿Y qué te quitó el sueño?

—No lo recuerdo.

—Ya veo. —el interés de Sam fue tanto que le hizo una señal a Alex, chasqueando sus dedos antes de señalar la sartén en la estufa, indicándole sin decir una sola palabra que se encargara ella de continuar con el desayuno —. Y esos sueños que no te dejan dormir... ¿son pesadillas? —Kara solo negó con su cabeza, abriendo el refrigerador para sacar una jarra de jugo —. ¿Sueños sexuales, quizá? —el hecho de que Kara casi deja caer la jarra hizo que Sam sonriera, percatándose de que fue eso lo que la mantuvo despierta —. ¿Eran muy candentes o-

—¡Sam, no! —Alex se quejó, sirviendo el huevo frito en un plato y colocando dos tostadas en el mismo, entregándoselo a la morena —. Acordamos que nada de trabajo en casa, ¿recuerdas?

—¿Qué? Pero tú no cumples, ¿por qué yo debería de cumplirlo?

—Porque definitivamente no quiero tener idea de los sueños sexuales de mi hermana.

—Oh, pero yo sí. —la mirada que le dedicó la pelirroja y el cómo Kara se ahogó con su jugo causaron que ella soltara una pequeña risa —. ¿Estás celosa, Alex?

—¿Tengo que estarlo? ¿Vas a dejarme por una Danvers más joven?

—La versión más reciente, siempre es la más eficiente, ¿o me equivoco? —Alex frunció más su ceño y Sam mordió su labio inferior, dejando el plato en la mesa frente a Kara antes de tomar la mano de Alex —. Espero que te guste el desayuno, pequeño gorrión, tu hermana y yo tendremos una pequeña discusión de pareja; siéntete libre de ponerle el aderezo que quieras a tu comida y ten un excelente día en la escuela.

—Ah, yo... —antes de que pudiera decir algo más, Sam jaloneó a Alex dentro de su estudio, cerrando la puerta tras de sí y cerrando con llave la puerta —... ¿gracias? Eso bastante raro.

Sin prestar atención a la escena que acababa de presenciar, Kara comenzó a comer mientras revisaba su teléfono celular, observando con interés lo que hallaba en sus redes sociales y sintiéndose extrañada de tener en ella personas que no recordaba conocer. No fue hasta que se encontró lavando los platos que escuchó un sonoro gemido venir del estudio y abrió sus ojos con sorpresa al reconocer la voz de Alex.

Dejando los platos con cuidado en su lugar, caminó escaleras arriba, tratando de no hacer mucho ruido y se sentó en su cama con su rostro completamente rojo. Terminó de arreglarse antes de marcharse con rapidez de la casa, cerrando la puerta con el mayor cuidado posible, no queriendo interrumpir lo que hacía su hermana.

Towards the DawnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora