Cap. 22- Wolf

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Kara se encontró siendo guiada por Sam en el avión, pasando entre los asientos vacíos del mismo por el largo pasillo hasta entrar por una puerta y llegar a un área que se notaba más refinada. Se dio cuenta de que los asientos en aquella parte del avión se veían más amueblados y se sorprendió de que Sam se sentara en uno de ellos a la izquierda, acercándose a la ventana y mirando a través de ella con interés.

—Así que... —Sam se acomodó en su lugar en el asiento amueblado, desviando su vista de su teléfono celular para enfocarse en Kara, que parecía un poco incómoda al estar sentada a un lado de su cuñada —... ¿no es esta la zona de primera clase?

—Correcto.

—Bien. —Kara guardó silencio, observando cómo Sam utilizaba su teléfono y soltaba un par de risas al ver el mismo —. Y... ¿por qué estamos en primera clase?

—Porque mamá siempre me dijo "Samantha, si puedes pagar lo mejor entonces no solo debes obtener lo mejor, debes obtener más, mucho más que lo mejor". —la morena volvió a reír cuando Kara la miró con una ceja alzada, sin entender lo que le dijo —. Digamos que mi mamá siempre me dio lo mejor de lo mejor y estoy acostumbrada a esta clase de viajes.

—¿Ah sí?

—Así es.

—Eso quiere decir que tú... —Kara volvió a permanecer unos segundos en silencio, pensando una forma educada de preguntarle si tenía dinero. No obstante, la fija mirada de Sam la intimidaba un poco —... tienes... eres... ¿acomodada económicamente?

Para su sorpresa, Sam volvió a reír y con un gesto delicado le dio un toque a Kara en el brazo.

—Eres tan graciosa como Alex había dicho, y tan educada... no eres para nada como ella, tan seria y servicial, pero poco correcta a la vez.

—¿Poco correcta? ¿Alex?

—Sí, tu hermana mayor.

—¿Puedo ofrecerle algo antes del despegue señoritas?

—Por supuesto, —habló la morena a la azafata que acababa de acercarse a ellas —, ¿puede, por favor, traerme una ensalada y una soda baja en calorías?

—Con gusto, señorita... ¿y para usted?

—Ah... solo un agua, creo.

Con eso la azafata se alejó de ellas y Sam cruzó sus piernas en su lugar.

—La segunda vez que nos vimos ella me llamó "niña rica", y te aseguro, Kara, que ese fue el momento exacto en el que supe que estaba enamorada de ella.

—¿Estás contándole a mi hermana acerca de cómo te llamé niña rica?

Alex por fin apareció, sentándose en medio de Kara y Sam, tomando la mano de la morena para entrelazarla con la suya.

—Es una historia digna de contar, amor.

—Estaba en medio de un asalto y ella solo apareció a mi lado, ¡pidiendo mi número! ¿Puedes creerlo, Kara?

—¿De verdad? —preguntó la rubia inclinándose hacia adelante para poder mirar a Sam, que le sonrió, mostrando sus dientes —. ¡¿Se conocieron en un asalto?!

—Oh no, pequeño gorrión, esa fue la segunda vez que nos vimos. La primera vez fue... —soltando un suspiro, Sam recargó su cabeza en el hombro de Alex, sonriendo —... durante mi secuestro.

—¡¿Qué?! —Kara soltó aquello en un grito, llamando la atención de las pocas personas que había a su alrededor. Carraspeando un poco, la rubia se disculpó, acercándose a Sam para susurrar —. ¿Qué quieres decir?

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