Towards the Dawn

Cap. 25- Right Hands

—¡Míralo! ¿No crees que es lindo?

Su mundo se paralizó cuando escuchó esas palabras salir de la boca de Kara. Miró la pantalla del teléfono de la rubia y tragó con fuerza, reconociendo un poco el rostro del hombre en la foto. Era él, con quien Marley se casó y tuvo hijos.

El hombre que le había arrebatado a su amor en el pasado parecía estar arrebatándoselo también en ese tiempo y Lena quiso gritar y llorar allí mismo, pero se pudo contener. Escuchó a Volk ladrar a lo lejos y alzó la mirada, encontrándose con su hijo, que se acercó a ella apenas percibió su tristeza y frustración. Él lamió su mano y Lena se lo permitió por unos segundos mientras permanecía en silencio ante la pregunta de Kara.

—¿Y? ¿Qué dices? —Lena la miró, luego a la pantalla y luego volvió a mirar a Volk, acariciando sus orejas y su cabeza, con lentitud —. Salimos en la preparatoria... y ¿sabes? Dicen que las probabilidades de que el amor de tu vida lo conozcas en la preparatoria es muy alto. —la pelinegra sintió como si le hubiera clavado una estaca justo en el pecho y la hubiera removido, haciendo añicos su corazón —. Y aunque no hablamos por años por... bueno, por obvios motivos, él parece bastante interesado en mí y creo que hay química entre nosotros.

Eso es una mierda.

Fue lo que pensó la pelinegra, cerrando sus ojos y tratando de mantener la calma. Deseó manipularla de nuevo, hacer que lo odiara, devolverle sus memorias y huir con ella de nuevo, pero sabía que no era lo correcto.

Tomó una profunda respiración, tragándose las lágrimas que querían escapar de sus ojos y miró a Kara con una sonrisa en sus labios.

—Es bastante atractivo, creo que deberías salir con él.

Aquellas palabras se salieron de sus labios, pasando por su garganta como si de un hilo de púas se tratase. Apenas dijo eso Volk gruño y se removió entre sus piernas, colocando sus patas sobre ella para mantenerse en dos patas y acercar su hocico al rostro de Lena, lamiéndola y ladrándole al teléfono de Kara. Volk intentó darle una mordida al teléfono, pero Kara lo alejó a tiempo.

—¡Hey, chico! Parece que no te agrada del todo ¿eh? —soltando una pequeña risa, Kara intentó acariciar al perro, que le gruñó y se apartó cuando acercó su mano a él, dejándola sorprendida —. Creo que está molesto conmigo... ¿lo está?

—Él... ya sabes, es inquieto, algunas veces está de humor... otras no. —Lena se inclinó hacia Volk, sintiendo que como decir cada palabra le costaba. Él chilló un poco a la pelinegra, rozando su nariz fría contra la de ella y lamiendo sus mejillas —. Creo que... es hora de irme.

—Pero acabas de llegar, no nos vimos en una semana y me dijiste que tenías planeado salir de viaje de negocios o algo parecido. —Kara colocó una mano en el brazo de Lena, deteniéndola de levantarse de su lugar en la banca del parque. Lena la miró y contuvo su respiración al encontrarse con los ojos azules de la rubia —. Yo... tú eres... mi mejor amiga, la única, de hecho... y de verdad te he extrañado estos días... así que... —Lena sintió la mano de Kara tomar la suya y se tensó por completo cuando ella se aproximó, acercando su rostro al de ella —... por favor, promete que nos veremos pronto ¿sí?

—Yo... eh... —Lena se repitió a sí misma en su mente que debía conservar la calma, no debía hacer nada estúpido y lo que hacía... debía hacerlo por ella, para mantenerla con vida... para que fuera feliz. Tomó una larga respiración antes de regalarle una pequeña sonrisa a Kara —. Nos veremos pronto, señorita Danvers... lo prometo. Pero por el momento... debo volver al trabajo y... tú deberías... —Lena apretó un poco la mano de Kara antes de hacerla tomar su teléfono con ambas manos —. Deberías llamarlo, invítalo a salir, ya sabes lo que dicen, las mujeres también debemos tomar la iniciativa en una relación, no querrás que él pierda el interés ¿o sí?