Seré padre.

795 104 9
                                    


Magnus estaba recostado en la cama de Alexander, sentía sus ojos cerrarse y la comodidad y calidez que el lugar le generaba, simplemente no le ayudaba.

—¿Mags? —El moreno buscó con la mirada al joven que lo llamaba desde la puerta. —Será mejor que duermas, que repongas fuerzas, nadie te molestará. — Alexander caminó hasta la cama, sentándose junto al otro, acariciando suavemente la mejilla del moreno. — Aún luces pálido, debí llevarte al hospital, para saber si estaba todo bien contigo. — Magnus sintió las manos de Alexander bajar hasta su vientre. — con ustedes...—Una sonrisa boba se reflejó en el ojiazul.

—Alexander...—Magnus no podía continuar con todo, lo había decidido estando con Cat, le diría la verdad al joven, no podía mentirle, no podía aprovecharse de su hijo y ahora, no podía simplemente ilusionar al otro, con un hijo que no sería suyo. —Necesitamos hablar sobre todo esto—aunque se sentía mareado y cansado, se incorporó entre las mantas que ahora que cubrían su cuerpo.

—Tenemos tiempo para eso, ahora descansa. — Alexander lo obligó a recostarse y dejó un suave beso sobre la frente del moreno, para luego continuar. — Mi hermano está en la sala, debo hablar con él, está nervioso por todo esto, sabes sé que debo tomar en consideración en todo esto, pero simplemente le conté que sería padre, que me harías padre, sé no debemos, que es poco tiempo, pero no puedo con lo que siento aquí, el tenerte, el tenerlos a ambos, simplemente parece el mejor de los sueños.

Alexander salió sonriente de la habitación, mientras el puchero en el rostro de Magnus se acrecentaba y dejaba las lágrimas correr, él sabía lo que Alec sentía, siempre había sabido los sentimientos del joven, desde que había entrado a la Universidad y a pesar de que era guapo, Magnus siempre había rechazado cualquier acercamiento, ahora era el peor tipo de escoria, lo mismo que había sido su madre con él, estaba usando a su hijo, para acercarse a un hombre bueno, para aprovecharse del dinero de una familia, estaba siendo como su madre. —Te juro bebé, le diré la verdad, te voy a cuidar, te lo prometo...—Magnus lloró algunos minutos, sintiendo que las pocas fuerzas que tenía lo dejaban y los brazos de Morfeo simplemente lo mecían.

Por su parte, Alexander encontró a su hermano en la encimera de la cocina, con un vaso de jugo en una de sus manos y su móvil en la otra. — Jace...—Lo llamó a la distancia, al notar que el rubio, simplemente había omitido su presencia en la habitación.

—¿Realmente está embarazado? —Jace no lo miró en ningún momento, pero la sonrisa de Alexander se borró de su rostro solo con escucharlo, conocía a su hermano y simplemente podía reconocer el tono en el que le estaba hablando.

—Estuvimos juntos...

—Sé cómo se hace un bebé Alec, no soy estúpido, pero no puedo creer que así de la nada, resulta que el chico del que estas enamorado desde que entraste a la Universidad, esté simplemente esperando un hijo tuyo. —Jace había recorrido el poco espacio que los separaba y ahora frente a su hermano, mirándole a los ojos agregó. — no puedo creer que simplemente te atreviste a hablarle, qué lo trajiste a la cama y simplemente te acostaste sin protección, no es algo que me caiga en la cabeza así de simple.

—Bueno fue así, aunque no lo invité a la cama, fuimos a beber...

—¿Estabas borracho? ¿Y qué te hace creer que ese bebé es tuyo? —Jace agregó sin mirar y notar ese pequeño reflejo de dolor que se veía ahora en los ojos de Alexander.

—¿Tan difícil es creer que puedo atraer a una persona? —La voz de Alec salió con más angustia de la que hubiese deseado. — Sé qué estoy defectuoso, siempre lo he sabido, tan difícil es creer que pueda tener un hijo, qué un chico viniese a mí y quisiera mi cuerpo a pesar de que no esté completo.

—Alec no quería...

—Lo sé Jace, sé que no quieres recordarme que mi cuerpo no funciona como él de todos, pero sabes, esta es mi vida y mi felicidad, siempre he estado para ti, para Izzy, siempre hice lo que mamá y papá querían y cuando por din elijo algo, hago algo en lo que necesito su apoyo, su ayuda y comprensión, haces lo que menos deseo, juzgarme...—Alec estaba molesto, pero por sobre todo cansado. — He sido tú hermano y te he apoyado siempre que lo necesitaste, desde que llegaste a casa y espero que puedas hacer lo mismo por mí, por Magnus y por el bebé que tendremos. —Alec se giró, dándole la espalda al rubio. — Si no tienes nada bueno que decirme, te pido que te vayas de mi departamento Jace.

—Alec, no, eres mi hermano...

—Y siempre será de esa manera, pero no puedo obligarte a que me quieras y apoyes, si no tienes interés en estar conmigo ahora que seré padre, no te obligaré, pero tampoco te buscaré.

Jace sintió que algo en su pecho se apretaba, ese chico no llevaba ni un mes en la vida de su hermano y ya estaba provocando peleas entre ellos.

—Alec, eres mi hermano...

—Y siempre lo seremos, pero quiero vivir este proceso con personas que crean en mí, Magnus está en la habitación y no quiero discutir contigo, la posibilidad de que alguien como yo embarace a alguien así enfría tú cabeza, piensa si deseas apoyarme y luego ven...

—Alec...

—No digas nada de esto, a nadie, quiero ser yo quien de la noticia...

—¿Qué harás ahora?

—Seré padre Jace, eso es lo que haré.

Cheque en blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora