Cheque en blanco

Ayuda.

Holi, contarles que solo quedan dos o tres capítulos de esta historia y un extra... espero leer su opinión.

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Magnus había tenido buenos días desde que se había reencontrado con Asmodeus, el moreno estaba más alegre e incluso hablaba de como sería o de lo que podían hacer cuando el bebé naciera y si pudiese volver a la universidad.

—Ya tienes casi 8 meses Mags—Alexander acariciaba suavemente el redondo vientre, en el cual se podían sentir algunas pataditas.

—Lo sé...—Magnus sonrió, me siento gigante y enorme. — pero de verdad me encanta...

—No hemos comprado muchas cosas para el bebé, solo tenemos lo que tus amigos, mi familia, Asmodeus y Raziel han enviado, pero necesitamos muchas cosas más, necesitamos arreglar el cuarto.

—No quiero que esté separado de mi...—Magnus hizo un puchero, el menor tenía miedo de que este nuevamente se deprimiese, por lo que sonrió y agregó.

—Pues podemos poner una pequeña cuna en este cuarto, para que luego del parto estés cómodo.

—Alexander...—Magnus miró al joven, el ambiente cambió de manera drástica, respiró pesadamente, buscando las palabras que tanto parecía ahogarlo, que parecían estarse quedando atrapadas en su garganta. —Yo necesito decirte algo...

Pero la frase quedó a medias cuando el sonido del móvil llamó la atención de ambos. — Tranquilo, dime...

—No, ve, contesta, podemos conversarlo más tarde

Alexander se levantó y buscó su móvil, encontrándose entonces con el nombre de su hermano.

—Hola Jace, ¿qué pasa?

—Hermano, necesito que nos veamos inmediatamente, tengo algo importante que decirte.

—Ven al departamento, estoy en casa con Mags, no quiero dejarlo solo con su avanzado estado de embarazo.

—No puede ser, necesito que hablemos fuera de casa, que no esté Magnus presente, mira, si te sientes más cómodos, podemos vernos en la cafetería que está a dos cuadras de tu departamento, podrás volver rápido, pero te pido que nos veamos...

—Okey...

Alexander cortó la llamada y se quedó en la puerta, mirando al moreno, quien estaba recostado leyendo el libro para bebés, junto con su libreta.

—Magnus, iré con Jace, volveré pronto. — Se acercó y besó los labios del moreno, quien aceptó gustoso el gesto. — Adiós cariño—Beso también el vientre de Magnus, haciendo que el pequeño se moviese dando un pequeño golpe. — Eh, no golpees a papi, no hagas que se sienta mal mientras regreso, Magnus, cualquier malestar o si necesitas algo...

—Tengo mi móvil a mano Alexander, estoy en el departamento y tengo todo aquí, ve, te espero...

Alexander salió del departamento, un tanto molesto, no estaba realmente conforme con la idea de salir, pero su hermano parecía realmente alterado por lo que simplemente optó por encontrarse con el otro.

—Puedo saber ¿qué es tan urgente? Magnus está en la etapa final de su embarazo, por eso quería quedarme estos días. — Alexander se sentó frente a su hermano, notando pidiéndole a la camarera que se acercó, un café americano y un trozo de tarta de manzana para llevar.

—Hermano, tenemos que hablar, sé que estás ilusionado, pero no puedo permitirte que esto siga. — Jace acomodó una carpeta frente a Alexander, se podían varias fotos en las que obviamente estaba Magnus. — Sé que me pediste que dejara el tema luego de que encontramos al padre de Magnus, todo el tema, pero no pude hacerlo, Alec, el hijo que Magnus espera no es tuyo, él estaba embarazado.

Alexander miró las fotos, incluso la copia de una ecografía, que asumió era la misma que Magnus escondía en su libreta y no pudo evitar sonreír al pensar en como se vería su hijo.

—Jace...

—No hermano, no me digas que son ideas mías solo por que Magnus no cae bien, la verdad en este tiempo me ha dado cuenta de que no es mala persona, pero no puedo justificar lo que está haciendo, el te está mintiendo, te hace creer que es tu hijo, que ese bebé...

—Jace...

—No Alec...

—Jace, escúchame, yo sé que biológicamente no es mi bebé. — Jace sintió su cuerpo estremecer, no podía creer la calma en las palabras de su hermano mayor, pero algo en el se relajo al notar la calma en la mirada de quien era además su mejor amigo.

—¿De verdad?

—Jace, Magnus es honesto conmigo. — Alec mintió, sabía que ese día el moreno le diría la verdad, pero eso no era algo que Jace debiese saber. — Amo a Magnus y amo al bebé y espero que puedas amarlo de la misma manera, ya que ambos serán parte de la familia.

El rubio estaba un poco inseguro de las palabras del otro, pero sabía que su hermano estaría diciendo la verdad y aunque no estaba seguro de como las cosas habían pasado, si su hermano estaba seguro, él no tenía nada más que decir.

—¿Quieres ir al departamento?, el bebé se está moviendo mucho...— Alexander sonreía, haciendo a Jace extrañamente feliz, que su hermano supiese la verdad lo calmaba, esa felicidad era genuina, por tanto, él también podía sentirse feliz.

—Ve con tu chico, yo tengo cosas que hacer...

Ambos se separaron y una idea cruzó la cabeza de Alexander, cerca de su casa había una pequeña tienda con ropa y artículos para niños y bebés, por lo que, pensó en sorprender a Magnus, quizá no podría llevarle una cuna, pero un pequeño moises para portar al bebé.

Por su parte Magnus sentía se arrepentía profundamente de haber salido del departamento, quería sorprender a Alexander, había llegado a la tienda, cuando una fuerte punzada había recorrido todo su vientre.

—Vamos bebé, calma.

Sentía una extraña sensación en su cadera, como si la pierna fuese a sufrir un fuerte calambre.

—¿Magnus? —Jace miró confundido al moreno, quien parecía a cada momento más pálido.

—Ayu...ayúdame...

El rubio dejó caer la carpeta cuando el cuerpo del moreno perdió el equilibrio, Magnus agradeció al sentir la firmeza del cuerpo del otro, hasta que sus ojos vieron la ecografía que había caído al suelo, logrando que su vientre se contrajera, haciendo entender a Magnus lo que estaba ocurriendo, cuando una sensación cálida recubriese sus piernas.

—No...—exclamó cuando llevó su mano libre a su entre pierna, bajo la mirada de Jace, quien notó entonces la sangre y reafirmó su agarré antes que el moreno simplemente se desvaneciera.