Cheque en blanco

Lucha.

Cortito, pero con cariño para todos...

Magnus lo sabía, solo habían bastando un par de movimientos por parte del otro, para que él moreno comprendiera que había sido derrotado.

— ¿Magnus? —La voz de Clary lo hizo girarse un poco sobre el asiento, sin quitar las manos de su vientre. —Podrás...

—No...— Susurró con la voz más temblorosa que tanto la chica como Jace hubiesen querido escuchar de parte de Magnus. — El bebé, algo pasa con él...

Magnus se quebró, su vientre estaba duro, apretado y realmente no era capaz de definir si algo estaba o no pasando con su cuerpo.

—Estás muy pálido...— Jace susurró.

—Hospital...— Un sudor frío recorrió la la espalda de Magnus, sentía su vientre contraerse y una terrible angustia crecía en su pecho, sabía que podía vencer a Lorenzo, sus pasos, su ritmo y su habilidad siempre habían sido superiores a las del otro, pero la angustia crecía en su pecho al pensar en que su hijo estaba sufriendo. —¿Porotito? —Volvió a susurrar cuando las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

Jace sacó su móvil y a pesar de incomodar al bailarín en escena, a pesar de que el padre de Clary se llevaría la peor impresión de él.

—¿Jace? ¿Ya no estás molesto? — La voz de Alexander se escuchó en el móvil, Magnus simplemente levantó la vista, para luego oprimir su vientre y respirar con dificultad.

—Hermano, Alec, voy en camino al hospital, es Magnus...

—Magnus...— Alexander habló incomodo y se contuvo por un par de segundos, en los que Jace, simplemente le entregó el teléfono a la joven, para él levantar en sus brazos al moreno.

Clary escuchaba atenta las indicaciones, del que supuso era el hermano de Jace, encontrándose con la mirada de disgusto de su padre.

—Okey, te llamaré cuando estemos cerca...— Agregó colgando la llamada. —Tú hermano está en camino, vamos...

Clary tomó la mano del rubio, notando entonces la errática y dificultosa respiración del moreno. — Magnus, querido, vamos al hospital, trata de respirar, trata de calmarte...

—Clarissa...— La pesada voz de Valentine llenó el lugar, pero su hija simplemente le miró furiosa, odiando en cada momento.

—Mamá se sentiría deshonrada de saber que estuvo casada de un hombre como tú...

—Clarissa, detente en este momento, debe ser ese don nadie quien está trayendo problemas...

—No padre, tú eres la persona que me hace darme cuenta de que no puedo tener a nadie a mi lado, mantente lejos de Magnus o los Lightwood tomarán las medidas correspondientes...

Jace sonrió al escuchar las palabras de la pelirroja, pero su sonrisa se borró al notar la poca conciencia que él moreno entre sus brazos podía mantener.

—¡Clary! — Su voz se escuchó desesperada, la cabeza de Magnus se desvió hacia un lado y su respiración entrecortada se volvió más errática. — Magnus se desmayó.

Decir que la sonrisa en el rostro de los que estaban aún en el escenario no creció con la noticia, sería simplemente mentir.

—Felicidades Lorenzo, oficialmente tienes a tú prima y compañera en escena.

Valentine sonrió, Magnus esperaba un pequeño nieto de Robert y Maryse, había llegado su momento, el les quitaría todo y empezaría con Magnus, ya tendría un hermoso plan que le entregase lo que tanto deseaba.

Por su parte y como pudieron se metieron en un vehículo, Jace condujo, siguiendo las indicaciones que le entregaba la joven.

En el hospital, el cuerpo de Magnus había sido arrebatado de los brazos de Jace, quien solo entonces notó las pequeñas manchas de sangre que ahora estaban sobre su camisa.

—Un aborto...

—Jace, lo siento mucho...

—Por el ángel. — Jace se llevó las manos al cabello y agregó. — Lucha Magnus, no pierdas a ese niño.

La mano de Clary apretó la del rubio. — Magnus es fuerte Jace, es el único que puede estar en el suelo y seguir con la cabeza, el luchará por su bebé