Disculpen la demora, pero aquí un capitulo un poquito más largo...
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La casa era grande, pero extrañamente acogedora, nada era muy exagerado, de ninguna manera se podría imaginar que un hombre con tanto dinero como Asmodeus Bane vivía en ese lugar.
—Mags. —Alexander miró a su novio, quien protegía su vientre. — No tenemos que hacer esto si no quieres o si no te sientes con fuerzas para...
—Mi madre durante años dijo que ese hombre no me amaba, que mi existencia era un gasto de oxigeno para el mundo y que el que yo exista era el gasto más grande de su vida, junto con su peor error, por lo que por años, crecí pensando que ese hombre, era una persona mala y cruel, que solo había buscado a una mujer por sexo, crecía pensando en que no importara que tan solo creciera, buscaría el amor y tendría la familia que tanto deseaba, que no sería ni como mi madre, ni como mi padre, pero ahora veo que odio a alguien que nunca supo de mi existencia...
—Mags...
—Pude crecer con ese hombre, con una persona que ama a su pareja, que tiene una bella casa, no hubiese tenido que...— Magnus se quedó en silencio mirando su vientre.
—No habrías tenido que, ¿qué? —Alexander se sentía repentinamente incomodo, sintiendo una opresión creciente en su pecho, en los casi hermosos 6 meses que llevaba junto con Magnus, en ningún momento se había cuestionada de lo que los relacionaba, él lo había amado desde el primero momento en que lo vio en la Universidad y la idea de tener un bebé lo había maravillado, pero la actitud del moreno en ese momento lo obligaba a pensar en que pudiese estar siendo utilizado. — Mags ese bebé, tu...
—Me emocionaba fácil con las personas Alexander. — Magnus seguía con los ojos fijos sobre su estómago, deseaba decirle tantas cosas al otro, la culpa realmente lo estaba matando, pero el miedo en ese momento, la idea de perder a Alexander también le dolía demasiado. — Nunca he sentido amor de verdad y creo que la necesidad, el deseo de cariño hace que no logre ver las intensiones de algunas personas, por eso yo...
—Por eso te encariñaste rápidamente a mi...— los ojos de Alexander parecían desolados.
—Garbancito...
—Bajemos, nos están mirando y creo que hay bastante que conversar.
La casa por dentro era hermosa, habían entrado separados, se habían acomodado en el sofá de la sala, Magnus no sabía que estaría pasando por la cabeza de Alexander, pero por un segundo se arrepintió de sus palabras.
—Sé que parece una locura. — Asmodeus estaba sentado frente a ellos, con una carpeta y una pequeña cajita sobre sus piernas. — Pero realmente quería ser tu padre, la idea de un niño, la idea de tener un hijo se me hacía increíble, pero tú madre. — El mayor suspiró. — No quiero hablar mal de ella, pero ella me negó el poder conocerte, me negó tu existencia.
—¿Qué ocurrió? — Magnus se sentía en una isla, solo, Alexander estaba a su lado, pero seguía luciendo molesto o triste, su mirada parecía indescifrable para el moreno, quería sentir el cuerpo del menor, el contacto, el calor que el otro solía darle.
—Ziel y yo hemos estado juntos desde que teníamos 14 años, el era mi amigo y de las primeras personas que pude conocer, nos hicimos pareja a los 17, ambos nos hemos amado desde entonces. — El rubio tomó las manos del otro y sonrió. — mis padres no estaban conforme con la decisión que tomé para mi vida, por lo que, empezamos a tener problemas. — El rubio tenía un rostro triste, pero seguía con las manos del otro entre las propias. —Ziel terminó conmigo.
—¿No podemos? —Asmodeus sintió que el corazón se le salía del cuerpo, el pecho le dolía, juraba que no podía respirar siquiera. — No entiendo...
—Podemos ser amigos, podemos estar juntos como amigos, como ha sido hasta ahora, Deus lo nuestro no lleva tanto tiempo...
—Estoy enamorado de ti, te he amado por años, Ziel, te ha amado...
—Yo no lo hago. — El rubio lo miró firmemente, sin bajar la mirada. — Lo siento, acepté salir contigo por el aprecio que te tengo, pero de verdad no puedo verte como una pareja, eres solo un amigo para mi...
Asmodeus sintió que su cuerpo completo dolía, el rubio se había alejado de él, haciendo que todo en el doliese, estaba vacío.
— Fue el momento más doloroso del mundo para mí, bueno, eso creía hasta que mis padres se encapricharon en que me casara cuando cumpliese los 18, mis padres encontraron a tu madre, ella era dos años mayor que yo y estaba dispuesta a hacer todo lo que mis padres querían, ellos le entregaron un contrato, para llegar a los acuerdos pertinentes para sus beneficios.
—Es decirte que elegiste estar con mi madre.
—Mis padres me drogaron. — Asmodeus llevaba tantos años sin hablar de eso, que decirlo en voz alta parecía doler. — Ellos me drogaron, era mi cumpleaños y organizaron una cena, no recuerdo mucho, mis planes para ese día eran estar con Ziel, pero habíamos peleado, no sé mucho que pasó, si fue en mi comida o copa, pero desperté acostado con tu madre.
— ¿Qué ocurrió? —Asmodeus sentía su cabeza doler, pero solo con girar la cabeza y ver la espalda desnuda de la joven, una profunda nausea subió por su garganta. — No, yo no...
—O si hijo. — Asmodeus miró a su padre, quien se encontraba en la puerta. — Deshonraste a esta joven, ahora eres responsable de casarte con ella, merece que le respetes, para no estar en boca del mundo.
—No, es que yo no quería, no lo deseaba. — Asmodeus se levantó, sintiendo que las piernas le dolían.
—Claro que no, obviamente no querías, eres un desviado, pero ahora harás lo que corresponde, te casaras y tendrás hijos y mi nombre no quedará destruido por tu estupidez.
—¿Ziel? — Las ideas de que su padre tuviese que ver con lo que había pasado con su novio lo hicieron estremecer. — ¿Qué le hiciste? ¿qué le dijiste para que me dejara?
—Le dije que simplemente te desheredaría, que te dejaría en la calle, sin un solo centavo, que sería bastante fácil para mi lograr que no puedas hacer nada con tu vida.
—Nunca sentí tanto dolor como ese día, nunca pensé que mi padre, que el hombre que me había criado me estuviese destruyendo.
Magnus sentía que era tanta información, la imagen de los hombres frente a él, tan desolados, tan atormentados, le hacía sentir adolorido y solo, pero la mano de Alexander repentinamente tomó la suya y en un suave apretón le hizo entender que estaba a su lado.
—Esa fue la única vez que estuve con tu madre y la única que estuve con una mujer, hablé con Ziel y el me dijo que su miedo que mis padres hiciesen algo contra mí, lo hizo terminar conmigo, tomamos fuerzas y retomamos nuestra relación, tú madre me contacto tiempo despuesta para decirme que estaba embarazada.
—La embarazaste, es momento que te hagas cargo de ese bebé. —Los mayores lo miraban de manera severa.
—Lo haré, pero no me casaré con ella, Ziel es el hombre que amo, soy homosexual y no me obligaré a estar con una mujer solo por un niño. — Asmodeus temblaba, tenía tanto miedo de lo que estaba pasando en su vida, pero era su momento de ponerse lo pantalones, ya tenía 18 años, era un hombre y tenía el derecho a tomar sus decisiones.
—Perfecto, si eso es lo que vas a hacer, vas a tener que hacerlo con tus propias manos, si continuas con estas actitudes, con esos deseos de estar con un hombre y de no casarte con la mujer que espera a tu hijo, tendrás que hacerlo fuera de esta casa, tienes una hora para hacer una maleta y irte de esta casa.
—¿Qué?
—Lo que escuchaste, si quieres continuar con la idea de arruinar mi nombre, pues bien, no te daré un centavo, de mi bolsillo no tendrás nada, desde hoy ya no eres mi hijo, ya no tengo hijos.
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Cheque en blanco
أدب الهواةUna relación no podía formarse en base de mentiras, pero cuando la vida de un bebé está involucrada, Magnus le mentiría a quien fuese necesario. Alexander está perdido, ilusionado y enamorado de ese bailarín, quien ahora, simplemente lo convertiría...