Magnus no había logrado comprender todo lo que Alexander le había explicado, había mirado en internet muchos de los términos que el ojiazul le había explicado de forma sencilla, pero seguía con un millón de duda y peor, con el bajo vientre apretado, duro.
—¿Porotito? —Magnus masajeo suavemente, buscando aminorar la sensación que realmente parecía subir por su vientre y llegar a su espalda.
Magnus suspiró, en esa semana se había encontrado con Cat, quien amablemente le había explicado lo que estaba pasando con Alexander, decir que el moreno estaba angustiado, perdido en sus sentimientos, en su pena e incomodidad, por todo lo que estaba provocando.
—Porotito, ¿crees qué me odie? — Magnus sintió el nudo en su garganta volver, su mentira crecía, al igual que su vientre, día con día se sumaba algo malo a su mentira, a la emoción de Alexander con la idea de ya tener a su hijo entre sus brazos. — lo único que espero es que pueda darte una oportunidad...
Magnus no pudo continuar con todas sus ideas, con todo lo que estaba pensando, cuando se encontró de lleno con un correo que simplemente le cortó el aliento.
"La compañía Pandemonium, lo invita cordialmente a la premier de la presentación del Ballet Romeo & Julieta, con las interpretaciones Camille Betancourt y Lorenzo Rey, además con la presentación oficial de estos como los nuevos rostros de nuestra compañía"
La garganta se le secó de golpe, podía sentir el sudor recorriendo, esa angustia que parecía estarle carcomiendo; con desesperación empezó a buscar el mail de la Universidad, la verdad es que las últimas semanas había estado un poco alejado, se había tomado un par de días, los necesitaba, por salud y por la de su hijo, pero ese mail lo había traído de vuelta a la realidad.
Decir que el alma se le había ido al suelo era poco, de algún modo sintió que la habitación se cerraba sobre él, de alguna manera todo sobre el parecía estar a punto de aplastarlo.
No fue hasta que se encontró de lleno con el correo del director de la compañía, que comprendió que era lo que estaba pasando.
"Estimado Magnus, lamento informar por este medio la decisión tomada, no solo por la compañía, si no por los miembros de la Universidad, de considerar a un remplazo para tú papel en el Ballet de Romeo y Julieta, además de entregar a tú posición como pareja de nuestra Prima Ballerina Camille Betancourt, al señor Lorenzo Rey..."
Magnus no pudo continuar leyendo, sentía que el aire no entraba a sus pulmones, sus manos temblaban, todo parecía una pesadilla, una terrible pesadilla en la que toda su vida se iba al carajo por un error.
Magnus se levantó, el aire de la sala parecía estar caliente, el moreno se llevó las manos al cuello de la camisa, lo desabotonó, tragando saliva, tratando que este líquido calmara el ardor que estaba sintiendo.
Tomó su móvil, marcando con desesperación. — Demonios contesta, contesta...—la llamada entró al buzón
Camille y él ya no eran pareja, pero en la pista, ese Ballet era suyo, era su debut, su paso fuera de la Universidad, era ese momento en que lo reconocido como era él, con su talento, con su habilidad, además que sus ingresos dependían de manera completa en esto, su lugar, sus papeles protagónicos en el Ballet, Pandemonium era todo para él.
Magnus tomó su billetera y su celular, su embarazo no se notaba, porotito era pequeño, podía llevar los trajes, podía bailar, conocía su cuerpo y estaba seguro.
Llegó rápidamente al teatro, había caminado hasta el interior, los ensayos generales estaban programados, sabía que, en ese horario, el escenario estaba reservado para la pareja principal, por lo que entró sintiendo como el pecho se le apretaba.
Miró a Camille, la rubia llevaba el pelo peinado a la perfección, su maquillaje sutil y sus labios rojos, parecían pintados a mano, casi como un dibujo en su rostro.
Magnus se quedó mirando a Lorenzo, quien tomaba la cintura de Camille, levantándola ligeramente, casi parecía una pluma, llevada por el viento.
—director...— La voz de Magnus salió temblorosa.
Valentine Morgenstern se giró, dejando salir una sonrisa petulante. —Vaya, el hijo prodigo se aparece, ¿no crees que estás actuando como una diva, desapareciendo cuando estamos a menos de un mes de la obra?
—Tuve problemas...— Magnus no podía controlar su voz, la que parecía poco a poco más insegura. —Tenía cosas que pensar, que hacer antes...
—Si, nos avisaron del cambio de domicilio, pero los ensayos han continuado y si no puedes hacerte cargo de un papel tan importante como esto, la compañía debe, simplemente prescindir de tú presencia.
—Soy parte de esta compañía...— Magnus notó una incomodidad en el bajo vientre, notando, solo entonces la mirada y las sonrisas petulantes del rostro de los otros bailarines.
—Bueno señor directo. — Lorenzo avanzó, seguido de Camille. — Creo que es normal que Magnus Bane no se encuentre en condiciones de representar a Romeo, cuando no le gustan las faldas.
—Mis preferencias sexuales no deberían importar. — el moreno sintió el suelo bajo sus pies tambalearse.
—Nadie habla de tus preferencias sexuales Magnus. —La sonrisa de Camille se ensanchó. —Después de todo, no eres capaz de separar las cosas, ni de dar la nota de acuerdo a tú papel.
Magnus sentía el aire seco, casi no podía sentir que, en cada respiro, sus pulmones llegaran a sentir él aire.
—Soy lo suficientemente capaz, siempre lo he sido, este no es mi primer Ballet y ahora que tenemos un nuevo director, puedes olvidar, que fue gracias a mí que entraste a tú primer estudio Camille.
La rubia hizo una mueca de disgusto, pero se contuvo de decir algo, cuando notó la mirada de Valentine, quien ante la frase del moreno agregó. — Bueno Magnus, asumo que estás aquí para recuperar tú papel, te propongo algo. — Puso un dedo en su barbilla y agregó. — ¿Qué te parece representar esos pasos qué según tu capacidad no deberían más que de rutina?
—¿Una competencia? — Magnus sintió el nudo en su garganta disminuir, sabía bailar desde que tenía uso de razón, el balé era su vida, la danza lo era, podía con cualquier paso que el otro le pidiese.
—Una rutina de seis pasos, entre Lorenzo y tú, si como dices, ese talento innato te precede, te devolveré tú puesto, en cambio, si Lorenzo me demuestra ser el más capacitado, tendrás que renunciar a la compañía.
—Espere, ¿Renunciar?
—Claro, si no eres capaz de dar todo en esta pequeña rutina ¿qué te hace creer que te permitiré pisar nuevamente este escenario?
Magnus sentía el piso en sus pies tambalearse, pero no dudo. — Perfecto, mis implementos continúan aquí, me cambiaré y les demostraré a todos, que puedo, mejor dicho, que soy el mejor para esto.
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Cheque en blanco
FanfictionUna relación no podía formarse en base de mentiras, pero cuando la vida de un bebé está involucrada, Magnus le mentiría a quien fuese necesario. Alexander está perdido, ilusionado y enamorado de ese bailarín, quien ahora, simplemente lo convertiría...