~° Under The Rain (Rasmus y tu) The Rain

XXIII

—Entonces los chicos eran inmunes... ¿pero Newt no?—

Jonas y yo nos encontrábamos tumbados en la cama leyendo libros, esperando que Martin terminara de alistar los vehículos.

—Sí... No era necesario que me lo recuerdes.—le di un empujoncito—. Pero hablando en serio ¿ya te leíste los tres libros?—

—No hay muchas cosas que hacer en el fin del mundo.—se encogió de hombros.

—Bueno, ahora dime ¿cuál fue tu personaje favorito?—

—Teresa.—lo miré ofendida, a lo que el chico rió—. Es broma, fue Minho. Casi me gano un puñetazo por eso ¿no?—

—Casi. Minho es sublime pero Teresa...—bufé—. Por favor...—

—Ahora que leí los libros, me arrepiento de no haber visto las películas.—

—... Tú eres igual a Newt.—

—¿Por favor, Tommy?—

—¡Eres una basura!—pellizqué sus mejillas.

Todo era risas y juegos, hasta que Rasmus tocó la puerta de la habitación.

—¿para qué tocas? Estaba abierta de todas formas.—solté recuperándome del pequeño ataque de risas.

—No quería... interrumpir.—soltó con algo de disgusto.

—Como sea, gracias.—Jonas se acercó a Rasmus—. Esta loca casi me deja sin mejillas.—

El chico se retiró del cuarto, dejándonos a Rasmus y a mi solos.

—¿necesitabas algo?—volví a relajarme en la cama y tomé el libro que estaba leyendo anteriormente.

—Sí, hablar contigo.—suspiré.

—Acordamos que olvidaríamos todo el tema de Beatrice. De verdad, estoy bien con eso.—

—Tú estás bien, los demás están bien pero... NOSOTROS no estamos bien.—nos señaló a ambos.

—¿"nosotros"? Acordamos terminar.—

—No, tú hablaste por ti sola. Yo no quiero terminar nada.—

—Rasmus... No empeores las cosas.—

—¿más de lo que ya están?—se acercó a la cama—. Estuvimos bien menos de una semana, sin mencionar que te escapaste con otro.—

—Y por algo habrá sido ¿No lo crees?—

—Si la situación con Beatrice no hubiese ocurrido, tú y yo seguiríamos estando juntos y no habría ningún problema.—

—¡pero sucedió!—me puse de pie frente a Rasmus—. Y cuando todo pasó, tú te comportaste como un imbécil.—lo empujé levemente—. Y no voy a negarlo, también fui una idiota en todo esto.—

—Ambos actuamos para la mierda, es por eso que ahora estoy aquí, intentando arreglar las cosas.—

—No sé, Rasmus...—

—Sé... sé que tú y Jonas han estado muy unidos todo este tiempo y... No puedo evitar sentirme molesto por eso.—lo miré—. Trato y trato de que me mires como lo miras a él, que sonrías conmigo pero... no puedo lograrlo. Y eso me hace sentir una basura.—apartó la mirada algo molesto.

—¿"ser como Jonas"? Rasmus...—suavicé mi gesto—. Tú no puedes ni debes ser otra persona por mi ni por nadie.—

—¿Y qué debo hacer? Sólo quiero que todo sea como antes. Lo intento, de verdad. Pero parece que tú ya te diste por vencida y soy el único que aún intenta arreglar las cosas.—sonreí.

—Intentas arreglarlo pero la cagas el triple.—rió débilmente.

—Bueno, no siempre se gana...—

—Escucha, yo... de verdad lo siento. Sé que has estado intentando acercarte a mi y yo te he apartado. Prometo dejar de ser un grinch.—sonrió.

—Entonces... ¿crees que podremos volver a estar como antes? O al menos ¿ya no tendrás ganas de matarme?—reí por lo bajo.

—Sí, nada de muertes.—

—Bueno... creo que con eso me conformaré... de momento.—Rasmus me dedicó una sonrisa—. Pero hasta que no vuelvas a quererme, no voy a detenerme.—

—Rasmus... yo nunca dejé de quererte.—besé su mejilla—. Sólo... te odié por un breve periodo de tiempo.—

—¿"breve"?—sonrió—. Para mi fueron meses.—

—Que exagerado...—

El llamado de Martin nos hizo bajar a la cocina, donde ya todos se encontraban reunidos.

—Tenemos un problema.—soltó el hombre mientras dejaba unos cables chamuscados sobre la mesa.

—¿Y esto qué es?—soltó Simone mientras tomaba y examinaba aquella cosa.

—Eso es lo que hacía que la camioneta funcionara.—soltó Patrick mientras se sentaba en la mesa—. Y como verás, está más quemado que la carne asada de Jean.—

—Sólo me distraje 2 minutos...—se excusó el de gafas.

—Como sea, el problema aquí es que perdimos la camioneta y por cómo se ven las cosas, tenemos dos opciones: o buscamos un reemplazo para esos cables o buscamos otro vehículo.—

—¿otro vehículo? Imposible.—hablé—. Apollon ha reforzado su seguridad, ya no será tan fácil robarles otra camioneta.—

—De día y con sol, tal vez sí sea difícil.—soltó Patrick pensativo—. Pero ¿qué me dices si es de noche y con lluvia?—miró rápidamente a todos.

—¿qué dices?—Nick lo miró confundido.

—Vamos, amigo. No es tan complicado. El cielo se ve para la mierda, es obvio que lloverá. Debemos aprovechar eso y robar una de las camionetas de la estación de servicio donde secuestraron a ____.—sentí un pequeño escalofrío.

—¿Y cómo harás eso, genio?—soltó Lea mientras le servía un poco de agua a Noah.

—Yo no lo haré... ellos sí.—Patrick nos señaló a Rasmus y a mi.

Volteé a mirar al rubio, quien se encogió de hombros y sonrió.
La última vez que salimos durante una tormenta todo salió bastante bien ¿Cómo será esta vez?