~° Under The Rain (Rasmus y tu) The Rain

~XXI~

—¿vas a volver?—miré a Rasmus, quien dibujaba garabatos en el lodo con una ramita.

—Aún no, Sarah... no quiere dejar Apollon.—

—Pues vuelve sin ella, ya te lo dije.—

—Lo haría, pero hoy dijo algo que me inquietó.—me miró serio—. Si yo me escapaba, ella vendría por mí.—

—... ¿y? Si haces bien tus movimientos, ella no te encontrará. Mi miedo aquí era que la trajeras y que ella luego se escapara, eso sí sería jodido. Pero si no quiere venir... déjala ahí.—

—¿y si ella puede sentirme tal y como yo hago contigo?—

—Nah, esa conexión es solo nuestra.—sonreí.

—Ojalá tengas razón...—

—Siempre la tengo.—me puse de pie—. Bueno, si no piensas venir conmigo, me voy. La verdad es que ni siquiera sé porqué vine en primer lugar.—

—Yo tampoco, solo... sentí la necesidad de venir.—

—¿qué te parece si venimos aquí todos los días? O al menos, tú ven cuando quieras, yo debo venir de todas formas por el manantial. Hasta que te decidas a volver conmigo... con nosotros.—Rasmus sonrió.

—Claro.—

—Ten cuidado, Mus. Y ponte pantalones limpios, parece que te hiciste encima.—

—Tú también te sentaste en el lodo.—

—Pero mi pantalón es marrón.—alcé las cejas divertida.

Una alegre risa escapó de sus labios, llenándome de una extraña felicidad.
Dejó de reír poco a poco, posando su alegre mirada sobre mi.

—... Te extraño mucho, ____.—

—Y yo... nosotros a ti.—

•○•

—¿a dónde fuiste?—Kira y Patrick me interceptaron en el recibidor del refugio.

—A dar un paseo, adivinen a quién me encontré.—

—¿Rasmus?—

—¡bingo!—pasé de ellos—. Dice que todavía no vendrá, tiene problemas para convencer a Sarah de venir.—

—Pues que no la traiga.—

—Pensé lo mismo, pero bueno, Rasmus está decidido a convencerla.—

—Me huele a problemas.—

—Pensamos igual, hombre.—Patrick me guiñó un ojo—. Así que si surge algo extraño...—

—La chica verá las flores como Beatrice.—sentí un leve escalofrío al recordar a la chica.

—Esa chica estaba loca, pero al menos no tenía poderes mortales.—suspiré—. Como sea, iré a contarle sobre esto a Simone.—

—Tienes lodo en el pantalón.—sonreí.

—Si, lo sé.—

•○•

Rasmus volvió a la base desganado, de verdad quería volver al refugio.

Pregúntaselo una sola vez más, si dice que no... la dejas.

—Rasmus.—uno de los científicos de Apollon le sonrió al verlo—. Llegas justo para las pruebas, acompáñame.—

—Me... caí en el lodo ¿puedo darme una ducha antes?—

—Por supuesto.—

La situación ya no era cómoda para Rasmus, quien cada vez se sentía más y más perseguido. Tenía el sentimiento de que todos sospechaban de él y que sabían de su plan para escaparse.
El chico salió de la ducha y envolvió su cintura con una toalla, mirando su reflejo en el empañado espejo.

Tengo cara sospechosa...

Se maldijo internamente al pensar tantas tonterías.
Secó su cabello rápidamente y se colocó ropa limpia, pues no quería tardar más de lo necesario.

—¿de qué se trata esta vez?—preguntó nervioso al llegar al laboratorio.

—Solo una muestra de sangre, nada grande.—asintió vagamente.

—Tranquilo, Rasmus. Solo es un pinchecito.—Sarah apareció en el lugar.

Después de esto... le preguntaré si vendrá o no.