~° Under The Rain (Rasmus y tu) The Rain

XXXI

Cuando Simone apareció en el cuarto diciendo que era hora de irnos, Rasmus en lugar de levantarse se aferró a mi cintura que fuerzas.

—¿qué haces? Suéltame.—solté aún adormilada, intentando apartar inútilmente al chico.

—No quiero...—hundió su rostro en mi hombro, dándome pequeños escalofríos al sentir su respiración contra mi piel.

—Si no vamos, vendrán a buscarnos. Y todavía no quiero que Noah se entere de lo nuestro.—

—Lo sabrá tarde o temprano...—besó mi hombro antes de apartarse un poco—. Pero tienes razón, no quiero que Simone me regañe.—

Me levanté y me alisté en un minuto, pero al chico le costó un buen rato despegarse de la cama.

—¿Qué pasa?—Lea apareció en la puerta.

—El vago no quiere levantarse, es todo ¿los demás ya están listos?—La rubia asintió.

—Tu hermano está desayunando junto a Patrick y a Nick, apenas los demás terminen de acomodar todo nos iremos.—

—Pero yo no desayuné...—Lea se encogió de hombros.

—Te hubieses levantado antes.—suspiré frustrada.

—Iré por algo para desayunar...—

Salí rumbo a la cocina y me senté en la mesa, para luego tomar una de las pequeñas cajas de leche que había sobre esta.

—Te levantaste tarde...—Noah me miró molesto—. ¿quién es el dormilón ahora?—

—Tú siempre serás el dormilón número uno.—le dediqué una sonrisa.

—¿y Rasmus?—Nick tomaba lo que parecía ser té.

—Se está levantando.—

—¿dormiste con él?—Patrick me miró divertido.

—¿qué?—Noah no parecía muy feliz.

—Compartimos la cama, no había otra...—me excusé tontamente.

—Eso espero... porque no lo quiero cerca tuyo.—sonreí.

—¿celoso, hermanito?—

—Cállate...—

—¿qué hay para desayunar?—Rasmus entró a la cocina y se sentó sin demasiado cuidado en una silla a mi lado.

—Para ti nada, te levantaste tarde.—respondió Noah.

—¿qué le pasa al hombrecito? ¿se levantó con el pie izquierdo?—

—¿y tú? ¿Te levantaste con mi hermana?—

Al escuchar aquello me ahogué con la leche que estaba tomando, por lo que Rasmus entre risas me dio unas palmadas en la espalda.

—¿Te molesta que esté con tu hermana?—Noah se cruzó de brazos molesto—. Tú me robaste el cariño de mi hermana apenas nos conocimos y no te dije nada.—

—Es que soy adorable... tú eres un idiota.—

—Noah...—lo regañé con la mirada.

—... esta bien, compartiré a ____ contigo.—

—Me parece bien.—respondió Rasmus con una leve sonrisa.

—No soy una cosa para que me compartan...—suspiré.

Cuando Jonas entró al búnker indicando que ya estaba todo listo, juntamos nuestro equipaje ligero y subimos a la camioneta.

—¿qué te pasó en la cara?—solté al observar la mejilla de Jonas al sentarme a su lado.