VII

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—¿compartirás cuarto con un desconocido? ¿es en serio?—Rasmus me frenó al salir del baño.

—¿qué? ¿prefieres que duerma con Patrick?—frunció el ceño.

—No estoy jugando, esto es serio...—

—El hecho de que Beatrice haya aparecido de la nada también es serio y a ti no parece preocuparte.—

—Es diferente...—suspiré.

—Claro, Rasmus... pero déjame decirte algo.—me acerqué lo suficiente como para que nuestras respiraciones se mezclaran—. Vigila de cerca a tu chica, tal parece que ella y Nick se llevan bastante bien...—lo miré seria antes de volver a la cocina.

Jonas se encontraba durmiendo sobre la mesa, sobre sus brazos cruzados.

—Hey... Jonas. Despierta.—toqué levemente su hombro—. Ve a la cama, estás exhausto.—el chico asintió adormilado mientras se ponía de pie.

—¿Dónde está el cuarto?—

—Ven, te muestro. De paso, yo también me acostaré.—

Salí de la cocina seguida por Jonas, y cuando cruzamos por la sala, Rasmus, Beatrice y Nick voltearon a vernos.

—Tal parece que alguien ya entró en confianza...—soltó Nick mientras volvía su atención a una navaja en sus manos—. Sólo intenta no embarazarla, sería un problema...—

—Yo n-no voy a-

—Nadie embarazará a nadie.—solté mientras le daba un empujoncito a Jonas para que subiera las escaleras—. Buenas noches.—

Rasmus nos miró molesto hasta que nos perdimos en el pasillo.

•○•

—¿es idea mía o Rasmus quería matarme con la mirada?—soltó Jonas mientras se lanzaba sobre la cama junto a la ventana.

—Es un idiota...—me senté sobre la cama contraria—. No le hagas caso.—

—¿ustedes son amigos?—me encogí de hombros.

—Tal vez... aunque sólo porque tenemos algo en común.—

—¿qué cosa?—negué levemente.

—Nada importante. Descansa, Jonas.—me acosté.

—Descansa, ____.—

•○•

Me desperté por una cálida luz chocando en mi rostro. Abrí lentamente los ojos, notando que se trataba del sol.

Después de tantos días al fin te apareces, maldita bola de fuego...

Busqué a Jonas con la mirada, pero no estaba en su cama.
Me levanté con toda la pereza del mundo y bajé a la cocina.

—¿por qué no me despertaron?—solté al ver que todos estaban en la pequeña cocina, distribuidos por el lugar.

—Lo intenté, pero dormías como un tronco.—soltó Jonas mientras me servía un poco de café en una taza.

—¡oye! Tú roncaste toda la noche, si dormí mal es por tu culpa.—

—También le apestan los pies.—soltó Nick apoyado en la nevera.

—Eso n-no es cierto...—reí—. Sin mencionar que no viene al caso...—

—¿qué haremos hoy?—soltó Rasmus con su típico "buen humor".

—Tranquilo, primero desayunaremos y luego veremos qué hacer.—respondí ganándome un suspiro molesto por su parte.

Al final, Nick no era un cretino como creí, sólo le faltaba un poco de confianza. Jonas era una dulzura de persona y Beatrice, bueno... ella no se despegaba de Rasmus.

—Es como si me hubiese olvidado...—soltó Nick mientras salíamos de la casa.

El chico miraba como Beatrice le decía algo a Rasmus y le sonreía tontamente.

—No te sientas mal, por lo que me dijeron, ella acostumbra a hacer eso.—le tendí una mochila.

—¿y el rubio ese no se da cuenta de que es una aprovechadora?—

—¿Rasmus? Nah. Él es un idiota.—Nick sonrió—. Sólo hazme caso y olvídala, hay muchas otras chicas en algún otro lado.—

—Seh, claro...—reí.

Aprovechando la luz del día, nos separamos en grupos y establecimos tareas.
Noah y Lea quedaron en la casa, Martin, Jean y Patrick revisarían el perímetro por si los forasteros aparecían y los demás nos encargaríamos de revisar las casas restantes.

—Otra pregunta...—soltó Nick mientras revisaba una alacena—. ¿comerían comida para perro si no hay otra cosa?—

—¡eso es asqueroso!—respondió Simone, haciéndome reír.

—Si no queda de otra...—saqué unas latas de fruta de un cajón.

—Al menos esa tiene gusto ¿qué hay de la comida para aves o para conejos?—miré a Jonas—. ¿qué?—

—¿cómo sabes que tiene gusto?—

—No no no ¿cómo sabes lo de la comida de aves y conejos?—Nick miró asqueado a su amigo.

—No digan que de pequeños nunca probaron la comida de sus mascotas por curiosidad...—respondió Jonas algo avergonzado.

—La del perro puede ser, pero la de las aves, por favor... son semillas, amigo.— Nick le lanzó unos paquetes a Jonas.

—¿y tú, Beatrice?—Simone miró a la chica, quien a diferencia de los demás no estaba haciendo nada productivo.

—Preferiría morir de hambre.—rodé los ojos.

—De seguro ella conoce muy bien el sabor de la comida para perras...—murmuré por lo bajo, pero Jonas me escuchó y sonrió.

—Miren, tienen hamacas en el jardín.—me levanté de inmediato y caminé hasta la ventana por la que Simone miraba.

—Diablos... hace tiempo que no veo una...—

Dejé las últimas latas sobre la mesa y salí rápidamente al jardín.

—Hey, Jonas. Ven y empújame.—solté mientras me sentaba en la hamaca.

El rubio que venía saliendo de la casa se acercó sonriente a mi y comenzó a empujarme, haciendo que tomara velocidad rápidamente.
Mientras una alegría inexplicable comenzaba a nacer en mi interior, vi como Rasmus miraba algo molesto la escena y se alejaba rápidamente del lugar.

¿y a éste qué le pasa?

Y porqué no un Jonas todo sensualón

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Y porqué no un Jonas todo sensualón

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Nos vemos!!!

~° Under The Rain (Rasmus y tu) The RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora