~° Under The Rain (Rasmus y tu) The Rain

II

—¿eres... inmune?—uno de los hombres se acercó a mi, incrédulo.

—Sep.—me quité el abrigo, para luego continuar con mis zapatos.

—Eso... es imposible.—el chico de rulos y lentes me miró.

—Mira esto.—le mostré mis calcetines mojados—. ¿crees que es té de manzanilla lo que escurre? Es agua contaminada, amigo. Y, tal vez, un poco de sudor...—

—Le apestan los pies.—le susurró Noah a la chica, haciéndola sonreír.

—Tú cállate, enano.—tomé los zapatos y las medias y los metí en la lavadora—. Bueno... ¿quieren algo de beber? Tenemos chocolate caliente.—sonreí.

—¿acabas de salvarnos el trasero, nos dices que eres inmune y nos ofreces chocolate caliente?—el tipo de gorra me miró sorprendido.

—¿qué? ¿quieres té?—el hombre rió, dándome un poco más de confianza.

—¿podríamos sentarnos y hablar sobre lo que está pasando?—la rubia parecía no comprender nada.

Todos nos sentamos en la mesa del comedor y repartí las bebidas calientes entre ellos.

—¿por qué no empiezas tú?—soltó la chica de pelo corto.

—Como quieran...—suspiré—. Me llamo ____ Nielsen, él es mi hermanito Noah. Antes vivíamos con nuestros padres, pero los forasteros los mataron.—Noah tomó mi mano—. Mis padres eran dos de los líderes médicos de Apollon. De pequeña enfermé de gravedad y ellos desarrollaron una cura, me salvaron de milagro. Todo esto fue a espaldas de Apollon, pero se enteraron con el tiempo y exigían la cura, con la excusa de que les pertenecía. Mis padres se negaron y destruyeron las pruebas y todo rastro de la existencia del suero, pero había una última prueba que no podían destruir...—

—Tú...—miré a la chica y asentí levemente.

—Nos escondimos, justo cuando la lluvia llegó.—

—¿pero no dijiste que tus padres destruyeron todo? Apollon consiguió igual el suero, mira a Rasmus.—el chico de gorra me miró desconfiado.

—Uno de los socios de papá lo traicionó, fue el causante de la lluvia... Frederik Andersen.—la chica de pelo corto miró al rubio preocupada.

—Él... es nuestro padre.—realmente no me sorprendía.

—Bueno, eso explica muchas cosas.—tomé un poco de mi chocolate—. No hay mucho más que decir sobre mi. Hace unos días, mientras recorríamos el bosque, me separé apenas de Noah y ellos lo encontraron. Creo que el resto es fácil de deducir.... ahora es su turno.—

Los chicos se presentaron y nos contaron detalladamente todo lo que habían vivido, lo cual no fue nada agradable.

—¿qué... haremos ahora?—preguntó la chica que ahora sabía se llamaba Lea.

—Deberíamos alejarnos lo más posible de aquí.—Patrick jugaba con un cuchillo.

—No creo que sea apropiado.—acoté—. Nos están buscando, deberíamos esperar un poco a que las aguas se calmen.—

—Tiene razón.—Martin miraba sus manos pensativo—. Esperaremos un tiempo y luego nos iremos.—

—¿vendrán con nosotros?—Simone me sonrió de lado.

—No lo sé...—miré a Noah, quien abrazó a Simone—. Tal vez.—

—¡yei!—

—Debe ser agradable tener a un hermano tan cariñoso...—Rasmus puso los ojos en blanco frente a aquello—. ¿dónde podemos dormir, ____?—