~° Under The Rain (Rasmus y tu) The Rain

~XXII~

—¿quieres practicar un poco?—Sarah se acercó sonriente a Rasmus, quien acababa de salir del laboratorio.

—En realidad... necesito hablar contigo.—

—Claro.—

—En otro lado...—miró con desconfianza las cámaras en el pasillo.

Ambos jóvenes salieron al patio trasero del lugar, sentándose a los pies de un árbol.

—¿qué te sucede? Estás actuando muy extraño.—

—Me voy, Sarah. Estoy cansado de esto y... creo que no estamos haciendo lo correcto.—la chica frunció el ceño.

—¿lo correcto? Por supuesto que es lo correcto. No puedes irte, Rasmus. Además ¿a dónde irías?—

—Ya te lo dije, creo que mi hermana sigue viva.—

—Es imposible.—

—Eso no lo sabes.—

—Supongamos que ella sí está viva... ¿entonces qué? ¿tienen algún hogar? ¿con otros supervivientes tal vez?—

La forma en que la chica le preguntó aquello no le gustó para nada a Rasmus, quien decidió proceder con cuidado.

—Tengo algunas ideas de dónde podría estar...—

—Deberías decirle a Sten.—

—¿para que la mate? Por supuesto que no. Además Fie podría estar con ella ¿no piensas en eso?—

—Fie no es mi responsabilidad.—

—Esta embarazada...—

—¿y?—

En ese momento Rasmus entendió una cosa:

Sarah no podía ir con el.

•○•

—¿de verdad tengo que ir?—Noah me miraba con un pequeño puchero.

—Sí, es bueno para ti.—

—Ir a clases en el fin del mundo no es bueno para nadie...—revolvi su cabello.

—Deja de quejarte y vete ya, hoy será el primer día.—

—... apenas somos 4 niños. No se pueden dictar clases con tan pocos estudiantes.—

—Ya, deja de poner excusas.—le di un leve empujón.

—¿podemos hablar?—Fie apareció en casa, con un rostro más serio de lo normal.

—Claro, pasa.—

Entramos y nos sentamos en la pequeña sala.

—¿qué sucede, Fie? ¿algún problema con la cura?—

—Kira me contó lo que hablaste con ella hoy, sobre tus dudas sobre Sarah.—

—Ya veo... ¿qué sucede con eso?—

—Vengo a decirte que te equivocas, ella no es mala.—

—Tal vez no, pero esta con Sten y él es una muy mala influencia. Hay que manejarnos con cuidado.—

—No puedo perderla a ella también...—

—Lo entiendo, Fie. Sé que tienes miedo, pero todo depende de Rasmus y las ganas que Sarah tenga de venir.—la mujer asintió—. Y debo decirte una cosa ahora que debe quedarte claro... Si Sarah amenaza de alguna manera a mi familia y a mi hogar, no dudaré en detenerla... y sabes a qué me refiero.—

•○•

Dos días habían pasado desde aquel encuentro bajo la lluvia con Rasmus, desde entonces he ido al manantial con la esperanza de volver a verlo pero no apareció ni una sola vez.

—Ya falta poco.—Finn tapó el canal sin terminar con una gran madera—. ¿vienes?—

—Me quedaré un rato más aquí, te alcanzo después.—El hombre se marchó, dejándome sola.

Me senté en el mismo lugar que días antes había ocupado con Rasmus, mirando distraída las rústicas maderas que cubrían el incompleto canal.

—Temía que no estuvieses aquí.—levanté la mirada, topándome con un Rasmus algo agitado.

—Siempre estoy aquí, vengo todos los días a esperarte.—sonrió—. ¿Cómo va todo? ¿Sarah vendrá?—

—No, no hay caso. Quiere quedarse con Sten.—

—Es una pena...—

¿A quién engañaba? Me daba igual.

—Volveré ahora ¿se puede?—

—Por supuesto que sí.—me puse de pie—. Volvamos rápido, Simone muere por verte.—

El leve crujido de unas ramas me hizo mirar sobre el hombro del chico.

—Sabía que ocultabas algo...—Sarah, quien traía un pequeño transmisor en la mano, se acercó molesta a ambos—. Sten sabrá que lo traicionaste, Rasmus.—

—No hagas esto, Sarah. Fie te espera.—intenté calmarla.

—Ella no es nada para mí...—

La chica alzó su mano hacia mí, haciéndome retroceder unos pasos.
Cuando aquella materia oscura comenzó a emanar de sus dedos, Rasmus se paró frente a mi, protegiéndome.

—No te atrevas a hacerle daño, Sarah.—