24: Gaby Atomica

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Al llegar a la Universidad, consigo que una de las estudiantes me lleve a la habitación de Hanna. Ella me iba hablando en el camino con su Perfecto e irritante acento británico acerca de la "maravillosa y honrada persona que era Hanna Green". Yo solo quería vomitar.

Entro a la habitación al ver la puerta abierta y, al verla vacía, me siento en el escritorio inmenso, logrando reconocer algunas de las cosas pegadas en la pared al verlas por las videollamadas. Reconozco una revista de Vogue: Inglaterra cual se encontraba tirada en el piso. Al agacharme para recogerla, reconozco la camiseta que me di a Justin para su cumpleaños bajo la cama, junto con su celular y su reloj. Ay no...

Unos segundo después, escucho unas risas provenientes del baño, cosa que, perdonen pero, me suenan extrañas. ¿Que estará haciendo Hanna ahí?

Contestando a la pregunta anterior: mi mejor amiga sale con el pelo mojado y un poleron masculino puesto, mientras que Justin Hastings sale tras ella con solo el pantalón cubriéndolo, haciendo que su abdomen rígido se vea aún más.

Santa Anatomía.

—Ejeeeem —interrumpo su momento romántico haciendo que ambos se sobresalten y me miren sonrojados—. Al parecer ustedes dos no pierden el tiempo, queridos. —Cierro la revista, me paro de la silla y extiendo mis brazos mirando a Hanna, quien aún tiene la boca abierta—. ¡Sorpresa, Hobbit!

Hanna corre hasta donde estoy y me abraza casi botando mi maleta al piso. Nos nos vemos desde hace como siete meses y, nunca pensé que lo diría en voz alta pero, extrañaba sus abrazos cálidos, esos en los cuales no me podía separar porque ella no está lista para soltarme, y sin volverse incómodo.

Al separarnos, Justin se acerca a mi y me da un pequeño abrazo, haciendo que sonría, pero como amo mi orgullo lo separo y vuelvo mi mirada a Hanna.

—¿Por que rayos no me avisaste que venías? —preguntó Hanna mientras se sentaba con su novio en la cama. Tome asiento nuevamente—. Creí que ibas a visitar a tu papá, a tu madrastra y a tus hermanastras para el navidad. No sabía que habías aceptado el pasaje que te envié.

—Preferí visitar a mi mejor amiga y comprar dulces ingleses —dije sonriendo mirándolos a ambos—. Díganme que no rompieron la ducha haciendo ya saben que.

Hanna rueda los ojos al escucharme, pero esboza una sonrisa. En cambio Justin parece que no le gustó la broma para nada.

—Justin, no entiendo como nunca me presentaste a tu hermana. Es mucho más buena onda que tú.

—¿Cómo conoces a mi hermana? —me pregunta Justin bebiendo un sorbo del vaso de agua junto a él.

—Hasta yo se que va a la UCLA, amor —le dice Hanna alzando las cejas. Mi mejor amiga de para de la cama y me mira alzando las cejas—. Vamos al súper a comprar la comida. En estas fechas todo está en descuento en el supermercado de aquí cerca. Te va a encantar.

—Te dejé de escuchar cuando dijiste comida, vamos.

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Hanna iba lanzando comida a su carrito mientras avanzaba por los pasillos de comida chatarra. Tenía puesta una chaqueta militar ancha y unos jeans holgados rotos. Su pelo atado en una cola alta y maquillada. Dios, ¿que le hicieron los ingleses?

—Me enteré que fuiste a ver a Luke —comienza a hablar mientras hecha de una todas las bolsas de chis pops en el carrito, empujándolas con el brazo.

—¿Como es que tu, a cinco mil kilómetros de distancia, te enteras de eso cuando yo no me entero de los chismes hasta quince días después que ya dejaron de ser virales? —interrogo confundida mientras que la ayudo a lanzar lo que queda en el carro.

Hanna ríe ante mi queja mientras que seguimos caminando al pasillo de las bebidas, donde lanza un set de seis botellas de dos litros de vodka y una de esas botellas con malteadas caseras.

—¿Que rayos haces? —le pregunto al verla también arrojar una bolsa de azúcar—. Oh dios... ¿esos son ingredientes para la Gaby Atómica?

—Tres litros de malteada de vainilla y vodka junto a helado de cookies and cream, por supuesto que es una Gaby Atómica.

Una Gaby Atómica es una bebida súper alcohólica que invente borracha mezclando vodka, malteada de vainilla y helado de cookies and cream. Es algo muy raro que a todos pareció gustarles. Durante todo nuestro penúltimo año vendimos Gaby Atómica en fiestas para ganar dinero. Era tan potente y tan deliciosa, que cientos de niños quedaron en el piso al beber el segundo vaso. Se hizo tan famosa que está prohibida legalmente en Arizona, Washington y Wisconsin, y lo están considerando en Illinois.

—Hace siglos que no tomo una Gaby Atómica. —Hanna saca el helado del congelador y lo hecha en el carrito.

—Yo tampoco. Quise hacerla una vez para venderla en una fiesta universitaria aquí, pero eres la única persona que sabe la receta perfecta. Tenemos suerte de que Justin ira hoy a juntarse con sus amigos de su club de "Fans de Los Rodeos" aquí en Inglaterra. Con tanto tiempo libre, tuvo que buscarse un hobby. —Asiento como si lo entendiera mientras hecho en el carrito muchos vasos reutilizables—. ¿Y? ¿Como están las cosas en la vida amorosa de Gaby Williams?

Ojalá tuviera una respuesta a esa pregunta. Pensativa, arrojo las bombillas y las galletas de navidad en el carrito, caminando ya hacia la caja.

—Tengo novio. —Hanna abre la boca sorprendida—. Su nombre es Jace.

—Descríbelo en tres palabras —me ordena con una sonrisa amplia en el rostro.

—Guapo, amable y tatuaje.

El grito mental de Hanna lo pude escuchar perfectamente. Mi mejor amiga comienza a poner las cosas en la banda mientras sonríe súper emocionada. Dios, a ella le emociona más mi relación que a mi.

—Estoy tan feliz por ti. Es el primer gran paso que das después de lo de Luke —dice Hanna con una sonrisa, sacando su tarjeta de crédito de su cartera y mirando la máquina—. Este Jace suena increíble.

—Realmente lo es. —Eso creo. Veo a Hanna terminar de pagar y guardar las cosas en las bolsas reutilizables—. Bueno, vamos a divertirnos un rato, Hobbit.

Mala Reputación [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora