16: Solucionar mis Problemas

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La música sonaba a un volumen increíblemente largo. Ambas estábamos bebiendo directo de la botella: Jessie tomaba tequila sacando la lengua y yo de la botella de Vodka.

Nuestras vecinas ya se habían venido a quejar pero aún así a ninguna de las dos le importó. Saltábamos en nuestras camas riendo y bailando.

Pero el problema es que a la mañana siguiente ambas estábamos hechas mierda tiradas ambas en la cama de cada una. Y para peor ese día tenía examen del cerebro con el doctor Hanks.

3. Me emborrache un día de semana.

14. Estar con resaca en un examen.

Ayer en la noche

Me encontraba estudiando el sistema nervioso a fondo en la habitación con solo la luz de la lámpara. Era media noche y yo no podía concentrarme por completo. En eso llegó Jessie.

—¡Gaby-Chips! —se notaba borracha. Estaba riendo y sujetaba dos botellas de vodka y una de tequila y en sus manos. Me volteo en la silla de ruedas para observarla completamente—. Te traje de tu favorito.

—Jess, estoy estudiando —reclamo bajando el lápiz y parándome—. Y tú estás bastante borracha. ¿Donde estuviste?

—Por allá en la playa... con chicos. —Alza la botella ofreciéndome—. Tú puedes Gaby-Chips. Relájate un poco.

Agarro la botella dudosa y doy un sorbo muy pequeño, dejándola en el escritorio de Jessie y volviendo a caminar a mi silla. Escucho como Jessie se queja y me vuelve a pasar la botella, tomando el tequila.

Así fue como me convenció.

Presente

Me encuentro en la fila de la cafetería amarrando mi pelo. Frente a mi se encuentra Sam, quien no para de hablar acerca de lo asombroso que es Tyler, lo musculoso que es Tyler y bla bla bla. Yo tenía puestos los lentes de sol de Jessie, que son asombrosos y ella sigue dormida así que no los extrañará.

—¿Por que tienes lentes de sol bajo techo? —lo escucho preguntar mientras me entrega uno de los postres de cookies and cream. Que encanto—. Apestas... —Ya no es lindo—. ¿No te has comprado el acondicionador?

Ignorándolo, agarro las cinco tazas de café a mi nombre y las pongo en la bandeja una por una. Miro de reojo a Sam, quien me observa muy confundido. Le pasó el dinero a la cajera y muevo mi bandeja hasta las mesas junto a Sam.

—¿Quien nos va a acompañar? —pregunta Sam al sentarse. Comienzo a tomar una de las tazas de café y lo miro alzando las cejas.

—Nadie... ¿invitaste a alguien? —interrogo yo tomando lo que queda de la primera taza, yendo a la segunda.

Sam se queda callado mientras me miraba. Claro que le debe parecer extraño que una persona se tome cinco cafés en la mañana, pero el sueño que tengo es horrible.

—¿Estudiaste para tu prueba de anatomía? —vuelve a interrogar Sam agarrando un poco de su torta de limón—. Jace me contó que el Doctor Hanks les dijo que iba a haber examen hoy.

—Sí estudie, Sam —reclamo mirándolo a través de los lentes. Al verlo alzar las cejas, me quito los lentes dejando ver mis ojeras y mis ojos rojos por la falta de sueño y el alcohol.

—¿Que rayos te pasó? —exclama sorprendido mientras vuelvo a ponerme los lentes.

—Jessie me pasó. —Comienzo la segunda taza—. Jessie y su excelente vodka.

—Así que estás con resaca... —Asiento—. En un día de examen.

—Nunca fui la persona más responsable del mundo que digamos. —Tomo otro sorbo del café y miró la hora—. Tengo una hora para mi examen.

—¿Jessie no toma el examen también?

Mierda. Tiene razón.

Agarrando las tres tazas que me quedan y tragándome de una el postre de cookies and cream salgo corriendo a la habitación.

Al llegar, entró rápidamente a la habitación logrando observar a Jessie dormir rendida abrazando la almohada, con todo su cabello pelirrojo en la cara, roncando.

—Jessie despiértate —ordeno golpeándola con la almohada, pero no reacciona—. ¡JESSIE! ¡JESSICA!

Jessie se despierta soñolienta, revolcándose en las sábanas y quejándose. Vuelvo a golpearla con la almohada y esta se levanta, pasándose las manos por la cara para luego quitarse el pelo de la cara.

—¿Que pasa? —pregunta soñolienta mirándome. Abro mis ojos y, sin pensarlo, la golpeo otra vez con la almohada—. ¡Ay! ¡Cálmate Gaby!

—No me voy a calmar, Jessie. Tenemos prueba. Ahora tómate el café, agarra todo ese mal humor insoportable y métetelo adentro.

Inmediatamente, abandono a Jessie ahí molesta. Dios esa chica es terrible, ¿como se las arreglo para asistir a la universidad dos años antes?

Antes de entrar a la sala del examen, me encuentro con Jace revisando sus apuntes en su cuaderno. Lo miro y me acerco a él. Aún tiene el chupon, aunque no ya tan marcado.

—Toda la gente me pregunta quien me lo hizo —me informa sonriendo—. ¿Sam no te dijo lo del acondicionador? Él era el encargado.

Ofendida, lo golpeo en el brazo esbozando una pequeña sonrisa y vuelvo a acomodar mis lentes de sol, tomando de mi café.

—¿Cómo estás para el examen?

—Lo único que sé es que voy a salir mejor que Jessie y eso me deja dormir por la noche —bromeo acomodando mi pelo. En eso veo a Mika y Jonathan caminando hacia acá, sonriendo, tomados de la mano.

Jace también los ve, pero él es el único que reacciona.

Agarra mi cuello en su mano y me atrae hacia él, a un punto que estamos tan cerca que pareciera estar besándonos. Siento su olor a galletas nuevamente, sonriendo involuntariamente.

Cuando Mika y Jonathan pasan al lado nuestro, se separa un poco, relamiéndose los labios. Ambos entran al salón, dejándonos solos en la puerta.

—Les hiciste pensar que nos estábamos besando. —Asiente—. Inteligente.

Mala Reputación [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora