Mala Reputación [Libro 2]

8: Amnesia

¿Conocen esos típicos programas familiares donde empiezan desde el final y luego te muestran el principio y uno va conectando y conectando pistas hasta tratar de averiguar cómo pasó lo que vieron en el principio del programa? Bueno, haré algo parecido.

Porque en este momento tengo una resaca de los mil dioses, me faltan los zapatos, me encuentro en el aula del Doctor Hanks y estoy esposada a Jonathan. Si, ambos estamos esposados de las manos.

Todo comenzó con la cita de Mika y Jonathan.

Hace 8 horas...

—¿En serio estamos haciendo esto, Gaby? —me pregunta medio enojado Sean. Nos encontramos ambos detrás de un arbusto observando a Mika y Jonathan comer sushi en el restaurante frente a la universidad.

Hubiera preferido ir con Justin, pero se fue a Texas hace como dos días y pues, ya estaba volviéndose muy protagonista y esta es mi historia, ¿ok?

—Sí, en serio, Sean —contesto sarcástica mientras observo a Mika sonreír—. Esa maldita perra me las va a pagar.

—¿Desde cuando te gusta Jonathan? —pregunta Sean confundido.

—No me gusta.

—¿Entonces para que estas espiando su cita?

—No es de tu incumbencia. Ahora, envíale el audio.

Sean saca su teléfono rindiéndose, entra a WhatsApp y le envía un mensaje de audio a Jonathan:

—Hey J, hay una fiesta en la piscina del campus. Mucha gente va a venir. No te lo puedes perder. —Y corta.

Le salió muy natural, casi ni se notaba que no quería estar aquí.

Para aclarar, si hay una fiesta en la piscina del campus, y mucha gente va a ir. Obviamente, nos aprovechamos de esa fiesta para arruinar la cita de Mika y Jonathan. Bueno, yo me aproveche.

Cuando vi como Jonathan escuchaba el audio, escuché instantáneamente la voz de Hanna en mi cabeza.

«No lo hagas, Gaby. No puedes permitir que unos sentimientos sin nombre te manipulen a arruinar una relación que iba a suceder si o si. Esa no eres tú.»

Menos mal que está en Inglaterra. Ahora se me hace mucho más fácil ignorarla.

Vi como Jonathan se paraba riendo, pero algo estropeó todo el plan: invito a Mika a venir. ¿Quien invita a Mika a las fiestas? Mika es de esas chicas que se quedan en su cama leyendo Cazadores de Sombras o cosas así. Nunca me imaginé que la invitaría.

—Tenemos que ir a la fiesta. —Antes de que Sean pudiera reclamar, agarro su brazo y lo arrastro en contra de su voluntad cruzando la mitad del campus hasta llegar a la piscina.

La música retumbaba en mi oídos como un pulso constante y el olor a cigarro y alcohol se juntaba en mis fosas nasales. Había mucha gente en esta fiesta, por lo que mucho alcohol.

Sin que me de cuenta ya me bebí un vaso de vodka. No podía evitarlo, la sangre y el alcohol se complementan en mis venas como si fueran de la mano. Está en mi naturaleza.

Veo a Jonathan llegar con Mika y enseguida agarro la botella completa, bebiendo un sorbo directo. Sean me toca el hombro tratando de pararme, pero estoy lista para tachar otro punto de mi lista:

3. Emborracharme un día de semana.

Voy hasta ellos caminando a paso lento y casi perdiendo el equilibro. La botella de vodka se aferraba a mi mano, y por alguna razón era lo único que calmaba al volcán que nacía en mi estómago. Era como agua para la lava o algo así. Estoy muy borracha para entender.