13: Siempre Gano

59 4 19
                                    

La llegada a Los Ángeles no fue como yo creía. De hecho, fue horrible.

¿Conocen ese sentimiento de que todos te odian? Si, hay un sentimiento para eso.

Llegaba tarde para clases y dormir menos de cinco horas no era lo deseable. Necesitaba cafeína para sobrevivir a los discursos aburridos acerca de los esófagos del Doctor Hanks.

Pero parecía que en la fila todos me miraban como si me odiaran. Todos me miraban de reojo y volvían a susurrar con sus amigos. No escuchaba mucho lo que decían, pero lo sentía.

Al llegar al final, fui a agarrar el postre de cookies and cream, pero mi mano se rozó con la mano de un chico que iba a agarrar el mismo postre que yo.

Era un chico alto de pelo negro y moreno, con ojos azules y lentes rectangulares. Me miraba con terror, como si estuviera asustado de mi. Bueno, pues tenia el pelo despeinado, ojeras de muerte y parecía una zombie asesina, no entiendo por qué debería temer.

Ambos acercamos nuestras manos un poco más al postre, pero al ver la reacción del otro las alejamos.

—Quédatelo tú —se rinde el chico retirando su mano. Sonriendo, agarro el postre y luego mi café con la otra mano—. Soy Sam.

—Gaby —digo entre mordiscos. Este postre está buenísimo—. Estudias medicina.

—¿Tú si? —pregunta sorprendido mientras saca su billetera—. Wow... estudiar debe tenerte como loca. Deberías dormir. Una taza extra grande de café no remplaza el sueño, Gaby.

Me río. Dios, ¿Cómo me reí de ese chiste tan malo? Saco mi billetera, pero el me interrumpe antes de sacarla.

—Yo te invito, guarda eso para comprarte un nuevo acondicionador.

Alzo las cejas un poco ofendida por lo que dijo. Agarro de mala gana el café y camino a la salida, pero raramente el chico me sigue.

—Yo estudio para ser director de cine. —Toma un sorbo de café antes de seguir hablando—. Entonces medicina.

—Sí, ahora déjame en paz. Voy tarde —reclamo al ver que sigue siguiéndome—. ¿Te han dicho que eres irritante?

—Muy seguido...

De la nada, pasa un chico apuesto junto a nosotros y ambos nos volteamos a mirarle la espalda y más abajo. Al notar que Sam mira también me volteo rápidamente.

—Ajá. —Tomo otro sorbo de mi café y sujetó la puerta del salón—. Adiós, Sam.

—Chao Gaby.

Niego con la cabeza al verlo irse. Sin pensarlo, abro la puerta lo más silenciosamente posible y me siento en la fila de atrás. Veo como todos tienen sus computadores afuera por lo que saco el mío (que era de mi hermanastra) y veo en la pantalla de Sean que estamos viendo, pero él está viendo la página de la universidad. No solo eso, es un video de dos personas besándose.

—¿Porno tan temprano en la mañana? —le pregunto susurrando ahogando una risa. Él se nota de mi presencia y se ríe.

—Lo dice la protagonista. —Mi sonrisa desaparece al ver de quien era el video.

La luz apunta a las dos personas y se puede distinguir mi pelo rubio lleno de rulos y mi mano acariciando el pelo rubio castaño de Jonathan.

—Por la mierda... —susurro, pero el Doctor Hanks alcanza a oírme y me mira riendo—. Perdón...

El doctor Hanks continúa con su clase mientras que yo miro los comentarios de la página. El video lo publicaron en al mañana y ya tiene 10 mil vistas y como quinientos comentarios.

Veo las pantallas del resto de los alumnos y todos están viendo el video. Todos menos Mika, quien si está prestando atención a lo que está sucediendo en la clase.

Veo al asiento de Jonathan: me está mirando y tiene la página abierta. Ahora no tenía escapatoria. Todos en la universidad ahora me miraban como la tipa que besó al chico de su compañera de habitación.

Desesperada, miro a Sean.

—¿Puedes borrar el video?

—Lo puedo intentar, pero... ya casi toda la universidad lo vio.

—Bórralo.

Sean hizo movimientos con sus dedos presionando apurado las teclas. Pero tenía razón: el video ya era muy popular y de seguro muchos ya lo compartieron en sus perfiles. Cuando salga de la clase y Mika vuelva a agarrar su celular todo dark y eso va a verlo.

12. Arruinar una relación.

Era lo más cercano a eso. Necesitaba llenar un punto.

—El video está borrado, pero, ¿sabes que Mika se va a enterar de todas formas?

—Lo sé... lo único que me queda es negar que soy yo.

—Es obvio que eres tú.

—Ya lo sé —me rindo mirando el dibujo de los pulmones que el doctor Hanks dibujó.

Al sonar el timbre, salgo apresurada del salón tomándome de un sorbo el café que me queda. Tengo pensado huir; si, huir es como mi rutina diaria. Pero, un tipo arruina mi fuga entregándome un folleto para ir a una fiesta esta noche.

—Es solo para invitados seleccionados —informa el chico alzando las cejas—. Tal vez puedas practicar tus técnicas de labios esta noche.

—Si quieres practicarlo tú deberías conseguir mejor forma de conquistar a alguien idiota.

Me voy caminando. Realmente me siento de mal humor. Es como si tuviera una resaca sin haber tomado nada.

Veo a Jace a la distancia. Tiene ahora una camiseta que deja ver el tatuaje de dragón en su cuello. Dios, tengo tanto sueño que hasta estoy pensando en ir a hablarle.

—¡Gaby Williams! —me volteo para ver quien me llama cuando logro observar a Mika sosteniendo su celular con el video puesto.

Mierda.

Mala Reputación [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora