6: La Anatomia del Baseball

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El día de la familia llegó. Aunque nunca lo había aceptado completamente, lo aceptaré hoy: la genética es sencillamente asombrosa.

La mamá de Mika es como una Mika grande: ¡Igual de insoportable e irritante! Asombroso. Realmente quiero hacerles un estudio o algo así para mi trabajo de bioquímica acerca del ADN. Idea de Sean, y no me quejo.

—¡Gaby Williams! —gritan burlonamente a mis espaldas. Justin Hastings me ahoga en un abrazo en el instante que me doy la vuelta—. ¡Hace como un mes que no se nada de ti!

—¿Desde cuando eres tan cariñoso, orangután? —le pregunto tratando de separarme de su agarre, pero me es inútil—. ¿Y desde cuando tienes tanta fuerza?

Justin me besa la cabeza y se separa sonriendo, mirándome de pies a cabeza. No se que mira, sigo siendo la misma Gaby.

—¿Que rayos haces aquí, Justin? No eres mi familia y deberías estar en la universidad —le reclamo riendo acomodándome el pelo. Justin, sonriente, agarra un vaso de bebida.

—Tu papá me pidió que viniera en su lugar. Resulta que sin nosotros los Leones no han ganado ningún partido y está ocupado entrenándolos lo mejor que puede —explica riendo y luego saca dos entradas de béisbol de su bolsillo—. Además vamos a ir a ver a los Dodgers de Los Ángeles.

Niego con la cabeza. Justin Hastings es una excelente persona, y nunca creí que podría llegar a tolerarlo algún día, pero realmente me falta un amigo hombre y él es lo más cercano que tengo. Lo considero más familia que mis hermanastras, y eso es mucho decir.

—Voy a saludar y a conocer. No me esperes ansiosa, Williams —dice sonriendo y camina saludando a las otras familias que vienen.

Agarro el hielo en mi mano, pero este se derrite. El calor de Los Ángeles mas mi aumento de calor temporal por lo nervios de tener a Hastings aquí hacia que el hielo no durase casi nada en mi palma.

Nunca creí que habría algo puntual a lo cual le aterrara, pero creo que eso es mi lista. Veinte puntos que, si se cumplen todos, significaría mi perdición. Y yo soy Gaby Williams; soy la persona más fuerte que conozco. Todos le tememos a algo.

—¿Me vas a decir quien es el chico que vino o me tengo que poner celoso? —La pregunta me saca de mis casillas por completo. Dejo de mirar mi palma mojada para mirar a Jonathan, quien está mordiendo unas papas de esas que vienen en bolsa.

—¿A que viene esa pregunta? —respondo riendo volviendo a servir hielo en mi vaso.

Jonathan se acerca, lo siento. Siento su aliento a Coca-Cola mezclada con menta cerca de mi. Su suave mano bronceada acaricia la punta de mi pelo rubio suelto, provocando que me voltee a mirarlo.

—Bueno, creí que teníamos algo. —Comenzó a bromear. Lo miro derecha agarrando con ambas manos mi vaso, sintiendo su mano acariciar mi hombro—. Tienes que admitir qué hay una fuerte tensión sexual entre nosotros —musitó entre dientes. Su mirada seria se clavó en mis ojos.

No pude evitar reírme cuando soltó la cara seria y sensual, cambiándola por una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Qué tal? —lo saluda Justin desde mi espalda ofreciéndole la mano a Jonathan para saludarlo. Inmediatamente me separo del tacto del rubio castaño y miro a este aceptar la mano de Justin confundido—. Justin Hastings.

—Jonathan Corey —respondió y ambos soltaron sus manos—. ¿Estudias medicina también?

Si claro, me sorprendería que supiera cuando es dos más tres.

—No —contestó riendo pasando una mano por mis hombros abrazándome, recibiendo que la golpee, pero esto no hizo que la quitara—. Estudio ingeniería comercial en la Universidad Estatal de Texas.

Mala Reputación [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora