El día siguiente llegó, Bianca y Fiorella azotaron la puerta y casi se caen en su afán por entrar, tenían llaves de la casa de Hope, ella ya las estaba esperando, amaba a sus amigas y las conocía perfectamente. Querían saber detalles de su cita. Divertida, les señaló el reloj que colgaba en el salón de su casa.
— No son ni las ocho de la mañana, ¿Qué hacen tan temprano aquí?, ¿Las puedo ayudar en algo?
— No te hagas la tonta que sabes para que vinimos. — Contestó Bianca.
— No, no lo sé.
— ¿Cómo te fue en tu cita? — Exigió saber Fiorella. Hope rió.
— ¡Excelente! — Y les contó con lujos y detalles lo que ocurrió.
— Pero mira que es audaz, tratando de besarte en la primera cita. — Se rió Fiorella.
— ¡Me encanta! Es decidido y le doy mi aprobación. — Cantó Bianca.
— Es atrevido y un donjuán. — Les respondió Hope. — Pero me agrada, tiene algo, que no sé explicar, un encanto que me atrae como una polilla a la luz. — Espero no quemarme, pensó. No estaba segura de cómo sentirse, aunque si le pareció un poco atrevido, le gustó el hecho de que fuese sincero acerca de si tuvo o no relaciones serias anteriores, pero durante la noche se quedó pensando y preguntándose que esperaba el de ella, que claro, aunque le dijo lo que le dijo, ella no estaba segura si creerle, él le gustaba, pero la dejó muy confundida.
— Bueno, pero tienes que conocerlo más para decidir si quieres o no cometerte a ese bombón. — Bianca movió las cejas de arriba abajo sugerente.
— Le cerré la puerta en la cara.
— Y se lo merece por atrevido. — Dijo Fiorella con una sonrisa.
— Eso lo mantendrá interesado. — Dijo Bianca.
— Cambiando de tema, ¿Cómo te sientes, cariño? — Preguntó Hope, mirando a Fiorella.
— En distintos estados de ánimo, hay momentos en los que quiero volver con él y hay momentos en que pienso lo que me hizo y quiero matarlo.
— ¿Te ha llamado? — Preguntó Hope, abrazándola.
— Se apareció en mi casa con un ramo de flores, en cuanto lo vi, lo tome y se lo destruí encima, luego me encerré en mi cuarto y lloré toda la noche.
— ¿Por qué no nos llamaste?, ¿Cuándo fue?
— El miércoles. No quería molestarlas con mi inútil drama.
— Eres nuestra amiga y estas pasando por una ruptura, ¿Qué rayos te hace pensar que nos vas a molestar? —Exclamó indignada Hope.
— ¿Y qué te hace pensar que es inútil? — Secundó Bianca. — Danos más crédito, que para eso, somos tus mejores amigas, es nuestro deber estar en las buenas y malas, no lo olvides.
— Gracias florecillas, las amo.
— Y nosotras te amamos a ti. — Dijeron al unísono sus amigas.
— Bueno, ya que todo está aclarado, propongo algo. ¡Vámonos a la playa!
— ¿Hoy? — Preguntó Hope.
— Sí, hoy. Vamos a celebrar la vida y la amistad, ya que el amor es una mierda. — Fiorella río y Bianca avergonzada dijo. — Bueno, no todos, pero ya saben a qué me refiero.
Reunieron las pertenencias necesarias y se fueron rumbo a la playa Kitsilano Beach, en el auto de Fiorella, amaban hacer estos viajes sorpresas ya que siempre les ocurrían cosas divertidas. Llegaron a su destino, cada una se colocó su traje de baño para disfrutar el día. Divertidas se bañaron, jugaron vóleibol en la arena, hicieron grupo con otras chicas que estaban jugando, hasta fueron a una fiesta en una fogata que hicieron unos chicos esa noche, se quedaron en un hotel cerca de la playa, Hope y Bianca no durmieron sino que se quedaron viendo series hasta el día siguiente, que fueron a broncearse de nuevo.
Horas después, acostadas en la arena, escucharon que el celular de Fiorella sonó, al revisarlo notó que era una llamada de Max, su ex. Ella no contestó y él le envió un mensaje pidiéndole que hablaran que todo había sido un malentendido y lo podían solucionar.
— Es Max, quiere hablar. — Dijo Fiorella incómoda.
Bianca le arrebató el teléfono, apagándolo dijo. — Estamos en día de chicas el cual es sagrado, y no se le puede contestar a idiotas.
— Es cierto. — Apoyó Hope. — Además tú no tienes nada que hablar con él, te hirió y no le importó, ahora que se fastidie.
— Está muy insistente. — Les dijo Fiorella y luego se quedó pensativa.
Hope y Bianca se vieron entre ellas y Bianca explotó. — ¡Aunque se arrastre tal cual serpiente! ¿Me oyes? No lo puedes perdonar porque te seguirá haciendo lo mismo. Eres inteligente, hermosa y si me gustaran las mujeres iría por ti sin dudarlo. — Hope rió, ese tipo de comentarios eran propios de Bianca, su amiga continuó con su diatriba — Te mereces a un hombre mejor, que te respete y te valore, no a un idiota que está esperando que te des la vuelta para engañarte.
— Si quieres volver con el no podemos obligarte a rechazarlo. — Habló Hope esta vez. — Pero es nuestro deber como amigas hacerte ver que él no es una buena idea, solo queremos lo mejor para ti.
— Lo sé, chicas. Gracias. ¿Nos podemos ir? Necesito pensar que voy hacer con esto.
—Claro. — Las chicas tomaron sus cosas y fueron hacia el hotel, pagaron y se marcharon, condujo Fiorella porque sus amigas no habían dormido, se pasaron cantando todo pulmón y llegaron al anochecer a la ciudad. Primero dejaron a Bianca, luego a Hope que se despidió, le hizo prometer a su amiga que les llamaría cualquier novedad, hambrienta y cansada iba subiendo las escaleras hacia su apartamento, iba buscando las llaves, estaba muy concentrada y se sorprendió al escuchar:
— La piel bronceada te queda fantástica. Buenas noches, Hope.
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Por siempre tuyo, mi amor ✔️
Roman d'amour«Estoy tratando de encontrar a la mujer de la cual, un día, me enamoré profundamente... Pero cariño, mientras más te observo, puedo notar con dolor que esa mujer, ya no existe». ¿Qué harías si tu amor del pasado y tu amor del presente se cruzan? Si...