Capítulo XXIV

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Con ustedes, el capítulo más largo de mi historia en la escritura (o eso creo). Me ha encantado mucho y espero que ustedes también.

He comenzado un nuevo proyecto, una nueva obra que se llama Ángel Oscuro donde intento salir de mi zona de confort y escribir sobre cosas nuevas para mí. Realmente me emociona mucho y me gustaría que fueran y le dieran su apoyo, se los agradecería mucho con demasiado.

No olviden comentar si les gustó el capítulo y desean una nueva dedicatoria, este va para MoonLover05💕. 

 

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A la mañana siguiente todos salieron de sus cabañas, desperezándose cuando aparecieron los primeros rayos del alba. El resplandor amarillo y naranja pastel los iluminó castamente mientras se hacían pequeños grupos de personas para abordar los reducidos botes que los conducirían hacia La Poderosa, la cual tenía un brillo excepcional aquella mañana. Johnson los recibió con los brazos abiertos a la embarcación, luciendo uno de los sombreros de pirata de Aaron, pero con la mirada un tanto ensombrecida.

— ¿Te pasa algo Johnson? —preguntó Rach cuando bajó del bote y la madera del barco crujió levemente bajo su peso. Había llegado hasta allí en compañía de Morgan, Harry y Jasmine. Cada uno de ellos estaba separándose para tomar diversos rumbos.

— Sólo espero que sea la última vez que hagamos este viaje —dijo con calma, mirando el horizonte—. No querría ver cómo mueres en ese lugar.

— Todo saldrá bien —pero no sabía si lo decía para tranquilizarlo a él o a sí misma. Se alejó dándole una última mirada, adentrándose en el camarote que la esperaba. Todo había sido dejado tal como lo recordaba y a la vez no.

Las sábanas estaban pulcramente dobladas, los chocolates de Harry habían desaparecido de la cama donde habían estado jugando al póquer y la ventanilla que daba vista al mar estaba abierta de par en par. Eran cosas que la hacían recordar toda su aventura en Luxar. Aquél barco había sido revisado de arriba abajo por los guardias de la reina y todo lo que significara un peligro potencial o produjera dudas había pasado a ser propiedad de la Corona Real.

Harry apareció en la puerta, con el sol de la mañana oscureciendo sus rasgos. Sostenía algo que se parecía mucho a la mochila que Rachel solía llevar consigo, que había llevado con ella a Luxar y había creído perdida después de escapar.

— Creí que necesitarías esto —dijo con una sonrisa dulce. Ese pequeño gesto hizo que algo doliera en el interior de la rubia. Era su mejor amigo de toda la vida, merecía saber todo lo que estaba pasando.

— Harry yo... tengo que contarte algo y es que — «he sentido algo por ti desde siempre pero ahora no estoy tan segura de ello. Me he preguntado si sentías algo por mí desde antes de todo esto. Traje una llave misteriosa de casa de la cual no sé nada pero me asusta. Siento tanto que hayas sido herido por mi culpa y tu madre me matará cuando vea eso en tu hombro. Me alegra tanto que sigas vivo. Tengo sentimientos muy fuertes hacia Aaron que no puedo ignorar pero no quiero hacerte daño» —, tengo miedo de todo esto. Se siente más real que nunca.

El Secreto de PerséfoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora