Mi Hermanastro© {Christopher Vélez}

Capítulo 16: "Me las pagarás pequeña"

Al día siguente olía a alcohol, sentía que la cabeza me iba a explotar y mi corazón estaba roto.

Fui tan estúpida al creer que él era el indicado, y ahora estoy sufriendo.

Mi cabeza estaba apoyada en pecho de Christopher, ¿Saben lo qué es levantarse con ese rico aroma tan masculino? Es de lo mejor, suspire una vez más y me moví un poco intentando no despertarlo. Lo que fue en vano ya que tenia sus ojos abiertos.

—Hola.—habló en voz baja. Solo asentí y me levanté de la cama para ir al baño, cerré la puerta y me miré al espejo, wow, soy un asco. Estaba muy desalineada, pero no tenia humor para arreglarme. Me lave los dientes, y regresé a la habitación.—Lo lamento tanto,_________.—No es tú culpa.—susurre triste.—Le diré a Amanda que te haga de desayunar.—dijo y se levantó de la cama.—No, no tengo hambre, gracias.—________, por favor, no comiste nada anoche, tienes que comer.—Es que no tengo hambre.—me sobresalte un poco y una lágrima se deslizó por mi mejilla. Christopher me miró unos segundos.—Entiendo, si necesitas algo, llamame.—Gracias.—agradecí y el salió de la habitación.

No tenía el derecho de tratar así a Christopher, porque el estuvo ahí para apoyarme y yo solo lo trato como basura. Me acosté en mi cama, mojando una vez más la almohada con mis lágrimas.

No salí en todo el día, lo único que he comido es una taza de chocolate caliente, estuve ignorando las llamadas de Justin, Yenny y papá, necesitaba tiempo para asimilar lo que pasó. Luego escuché unos toques en la puerta.—________, soy yo, Christopher, voy a pasar.—Esta bien.—la puerta se abrió y dejó ver a un Christopher con una bandeja con al parecer comida de Subway®.—Tienes que comer algo, por favor. Yo no soy de rogar, pero hablé con tu papá y necesito que comas, le prometí cuidarte.—dijo mientras me señalaba la comida. Lo miré unos segundos, hasta que me rendí, tome el Sándwich y me lo llevé a la boca, comimos pero nadie dijo nada, solo, cenamos en silencio. —Señorita, el joven Justin la busca, ¿Le digo qué pase?—preguntó Amanda detrás de la puerta, ella no sabía lo que pasó, ella pensaba que solo estaba mal por la borrachera.—No, en ningún momento lo dejes pasar, por favor.—Yo lo arreglo.—dijo Christopher levantándose de la cama.—No. Quédate aquí, no pienso verlo, solo déjalo.—Christopher me miró compasivo y se volvió a sentar conmigo. —Yo lo quería.—dije con dolor.— Lo sé, pero al parecer el a ti no, el no te merecía, no te conozco lo suficiente, pero se que eres una gran chica.—Y sé qué es tú decisión, pero debes aclarar las cosas.—Creo que lo dejé más que claro ayer.—No le quedó tan claro, porque sigue buscándote, dejale en claro que no quieres nada con él, y listo. Pero es tú decisión si lo quieres hacer.—Enserio gracias, Christopher.—Por nada.—le sonreí apenas y se acercó a darme un cálido abrazo, que por alguna extraña razón, no quería que nunca terminara.—Ahora duchate y cambiate por favor.—dijo en modo autoritario.—Esta bien.—dije cabizbaja y perezosa.

Me duché y me puso algo cómodo, cargué mi teléfono y tenia 18 llamadas perdidas de Máx y 20 de papá y no olvidemos las 30 llamadas de Justin, asi que opté por llamar a Max primero.

—__________, hola.—habló Max. —Hola. Yo ya me di cuenta.—dijo entrecortado.—Lo lamento, debí haber averiguado bien, para que no te laatimara de esa forma.—No es tu culpa, es la mia por haber confiado en alguien como el.—hubo un silencio por la línea. Y luego habló.—¿Puedo ir a verte?—preguntó.—Si, si quieres.—Te veré dentro de unos minutos, adiós.—no dije nada y colgué.

Luego de 20 minutos Max apareció. Abrí la puerta y nos miramos unos segundos. Lo abracé muy fuerte, y el me abrazó aún más, lloré en sus brazos y nos dirigimos al sofá. Lo volví a abrazar, y volví a llorar. —Soy una imbécil.—Shh, no es tú culpa.—Yo voy a estar aquí para ti, siempre.—estuvimos así por unos minutos.—¿Tienes hambre?—le pregunté poniendo mi vista en el.—Sabes que si.—le regalé una sonrisa y me levanté para ir a la cocina. Saqué frituras de la despensa y volví al sofa, le entregué la bolsa con frituras a Max, prendí la televisión y miramos películas de navidad en silencio.