『 ɢ ᴀ ɴ ʙ ᴀ ʀ ᴜ || jungkook 』

Capítulo 17

mañana subo el otro capítulo, las amo👀👀

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Capítulo 17: Chocolate con fresas.

"—¿Acaso quieres pelear conmigo, pedazo de imbécil?—"

Si, aquellas no eran precisamente las palabras más adecuadas que yo podía decirle a un superior mío, que estaba cuidando de mi cuando el profesor no estaba, pero, en mi defensa, eran las palabras más amables que se habían gestado en mi mente en aquél momento.

¡No era mi culpa!, mi carácter era tan voluble como un cerillo prendido lanzado en nafta, y aquél chico me había dicho cosas como que era rarita, una perra lunática por decir lo que pensaba y que el suéter verde que me había tejido el abuelo era horrible, ¡cómo se atrevía a insultar el suéter!, es decir, todo lo demás era cierto, a quién engaño, pero, ¡me lo había tejido el abuelo con mucho amor!, ¡no iba a dejar que lo insultara! 

Mientras camino, viendo como el atardecer comienza a hacer presencia y metiendo mis manos en unos guantes verdes —sí, también tejidos por el abuelo— me digo que sí, era un tipo muy raro. Nunca me dijo su nombre, y luego de su extraña pregunta solo se fue sin esperar respuesta, agitando su melena. 

Como había dicho antes, si era un tipo muy raro. 

Me acomodo la gorra verde —vale, si también tejida por el abuelo — y me concentré en caminar sin tropezar con alguna pierda, que era una tarea titánica teniendo en cuenta todo los abrigos que traía encima. Veo como algunos chicos pasan de lado, parloteando y caminando a sus cabañas. Siempre había más gente al atardecer, cuando el sol se posaba como fondo detrás de las montañas cubiertas de nieve, sobre las que descendía el color blanco. La luna era grande, pálida y se proyectaba de una forma espectacular, aun cuando el sol no había desaparecido del todo. Le daba un toque mágico al paisaje. Me pregunto si hoy podría...

—Parece que nevará. —me llevé un susto de muerte cuando sentí la voz ronca y baja de Jungkook a un lado, hice un patético saltito al otro lado del camino de graba, abrasándome a mí misma rápidamente y lo miré con el ceño fruncido. El simplemente me miró, y luego pestañeó.

—Mierda, ¿qué te pasa?, no te aparezcas así, bastardo.—él me dio una pequeña sonrisa, mirándome de pies a cabeza y comenzó a caminar junto a mí. No supe cómo reaccionar a eso, recordé lo que dijo hoy a la mañana en el tren y sentí como me comenzaba a avergonzar. Me sentía estúpida por avergonzarme por eso. Y es que, yo no necesitaba a alguien que me cuidara la espalda, necesitaba, simplemente, comenzar a calmar mi austero carácter porque me iba a traer más palizas con el tiempo si no aprendía a cerrar la boca.

Lo miré de reojo, llevaba una chaqueta negra acolchonada encima, no se había molestado en cerrar la cremallera de la misma, por lo que se podía ver el suéter gris oscuro con cuello de tortuga que llevaba por abajo, se ajustaba muy bien a su cuerpo, resaltando los lugar exactos en donde había acumulación muscular. Llevaba una gorra negra de lana que provocaba que se le pagara el flequillo negro a la frente y unos guantes negros también.

—Creí que tu turno terminaba a las ocho. —dijo, siendo casual. Yo me pregunté cómo era que sabía mi horario. Pero, en lugar de eso, respondí;

—Me echaron. —y era verdad. Jungkook me miró algo confuso y metió las manos enguantadas en los bolsillos de su chaqueta negra.

—¿Cómo es posible que te echaran?, eres voluntaria.

—Se enojar conmigo. —lo miré por encima de mi hombro y el me estrechó la mirada. Quería decirle que el frío había hecho que sus mejillas quedaran rojas y se veía adorable. Preferí no hacerlo, ¿por qué carajo iba a decir algo así?