Para Jungkook, todo debía siempre estar organizado y dirigido. La prudencia y en análisis de situación regían su vida. No estaban permitidos los errores en su vida.
Jihee, blindada con un fuerte sentido del humor que hacía fallecer a cualquier trag...
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bueno, en realidad no era para actualizar hoy pero quería hacerlo por lo del plagio, bros gracias por todos los mensajitos para que me mejore:( mañana ya hay una reunión en serio en la uni y pos supongo que ahí todo mejora, cuídense mucho ustedes, tomen awita y esas cosas:( las amo mucho en serio:( nos vemos a fin de mes(✿ ͡❛ ω ͡❛)💖
Capítulo 38: Muy halagado.
—Será mejor que sepas lo que haces, no quiero ningún herido. —Jungkook hizo una reverencia casi de cincuenta grados cuando Tong se puso de pie frente a nosotros y nos frunció el ceño. El viejo idiota se había arremangado la camisa blanca solo para resaltar los músculos y los brazos bañados en tatuajes que tenía. Con normalidad, las personas siempre se quedaban mirando a Tong cuando los mostraba, a veces con curiosidad, otras con muecas de asco, sin embargo, Jungkook ni siquiera reparó en sus tatuajes, sólo lo miró a los ojos seriamente y reverenció de nuevo.
—Por supuesto. —Jungkook se irguió, obviamente, le quitaba una cabeza al viejo retacón de Tong, por lo que la escena fue hasta chistosa a mis ojos—Puede tener toda seguridad que Jihee regresará intacta, yo...
—¿Eh?—Tong frunció las cejas, mirándolo de golpe —Oh no, chico. Se lo decía a ella. —me señaló con su dedo índice de forma acusadora, luego, giró la cabeza para verme a los ojos y me continuó señalando amenazadoramente—Será mejor que no lo metas en problemas. Quiero ver al Chico sano y salvo cuando vuelvan. —hizo una pausa, su mirada se hizo más intensa cuando me miró a los ojos. Jungkook ladeó un poco la cabeza, viéndonos extrañado.
De golpe, escuchamos otro aullido. —Mira, el amor de tu vida te llama, —murmuré—Creo que el perro del Sr. Min se llamaba Bakk...—él me dio un zape en el brazo, Jungkook se sobresaltó, y yo solté una maldición.
—Hablo en serio. La última vez que saliste en la noche, Bon vino con una muñeca rota.
—¡Eso fue un accidente!
—¡Mentira!—se oyó la voz del nombrado, desde la cocina del restaurante.
—¡No es mi culpa que seas una niñita!—chillé desde la puerta. Jungkook me quedo viendo con la ceja enarcada, probablemente luego haría muchas preguntas. Ah, qué más da. —Como sea, Jungkook, él es Tong, mi tío. —muchas veces me era difícil explicar que no tenía ningún parentesco sanguíneo con él y Yuan, por lo que simplemente decía que eran mis tíos, luego le explicaría bien los antecedentes. —El de la trenza, que parece que está haciendo cosplay de uno de los tíos de Pucca, se llama Yuan, también es mi tío. —Yuan sonrió de forma burlona, estaba sentado en uno de los altos taburetes dándole la espalda a la barra y con un codo apoyado en la misma. Dio un leve asentimiento de cabeza a Jungkook y él le respondió rígido. —Son chinos, —Jungkook me miró confundido— Larga historia, luego te explico. Y la señora de ahí, esa es mi abuela. No te acerques mucho, le gusta intimidar.