Capítulo 4: La turbulencia ante lo nuevo.
Sintiendo una terrible frustración y un sinfín de emociones encontradas, sólo fui capaz de mirar el pastel de chocolate frente a mi.
—Demonios, no estás comiendo. El asunto es grave. — enseguida hago una mueca ante las palabras Bon (en realidad ese era un apodo) quién ni siquiera había quitado los ojos del libro para hablarme.
Mi amigo tenía el cabello profundamente negro, lacio, y un poco largo a decir verdad, las pesadas nubes que oscurecían el cielo combinaban con su piel blanquecina y tenía un pequeño lunar negro debajo de su ojo derecho. Hacía frío, por lo que lo envolvía un suéter negro de cuello tortuga.
—Debió ser chocante ver al gran y rudo Jeon Jungkook patinar con leotardo. —esta vez fue Niwa, que, sentada a mi lado, servía un chorro humeante de café en la taza de Bon.
En realidad, ese no era el problema, poco me importaba si alguien como Jungkook era delicado o suave, o rudo y agresivo.
En realidad, habían otras cosas, mucho más importantes, que me crispaban los nervios. Por ejemplo, la increíble e inexplicable conexión que tuvimos al practicar, una de la que nunca había gozado con ninguna otra pareja, una que parecía casi una burla del destino. La forma en la que mis nervios florecieron casi repentinamente, sólo con su toque. O la manera en la que me había sostenido, mandando olas de calor por todo mi cuerpo cuando me había alzado en el aire.
Algo iba mal, algo iba muy, jodidamente mal. Además del rompedero de cabeza que me había montado intentado explicarme porqué.
¿Por qué él haría algo como eso?
—Pues ya tienes pareja para la presentación del Festival ¿Qué no es eso lo importante?—mencionó Bon, levantando una mano sin dejar de ver el libro y dando un sorbo al café. Pero, de golpe, frunció las cejas viendo la taza. —¿Qué mierda es esto?—Niwa y yo lo miramos.
Ella hizo una mueca—¿Cómo demonios lo has notado?
—Esto era café doble, sin azúcar.
—¡Solo le puse algo de leche! ¿Cómo demonios notaste la diferencia?
—¿Porqué me odias de esta forma?
—¿Intentando que tu vida dure más que hasta los cuarenta? Es la tercera taza de café que tomas ¡y apenas son las seis de la mañana! —él levantó la cabeza y la miró indignado, luego volvió al café, viéndolo como si fuera la peor blasfemia.
Hizo una pausa, pero no dijo nada, probablemente porque Niwa tenía razón. Bon era un adicto al café desde que lo descubrió en último grado de primaria. Si no estaba con un libro en la mano, estaba con una taza de café.
—Te vas a provocar un maldito infarto, lo juro.
—Es la gracia. —aguante una risilla, encogiéndome ante la mirada que me lanzó Niwa.
Enseguida me puse seria, recordando la charla principal —¿Podemos concentrarnos?
—Bien, si. —Niwa se giró a mí, colocando un codo en la mesa y apoyando su mejilla en la palma. Parecía recién despegada de la almohada. Y así era. —¿Entonces, cómo fue?
—Pensar en lo bien que lo hizo me sube la bilis. —me quejé dándole un rápido sorbo a la leche chocolatada, que por alguna razón su sabor fue más amargo y su textura más densa, tragarlo fue como un golpe al estómago.
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『 ɢ ᴀ ɴ ʙ ᴀ ʀ ᴜ || jungkook 』
FanfictionPara Jungkook, todo debía siempre estar organizado y dirigido. La prudencia y en análisis de situación regían su vida. No estaban permitidos los errores en su vida. Jihee, blindada con un fuerte sentido del humor que hacía fallecer a cualquier trag...
