Para Jungkook, todo debía siempre estar organizado y dirigido. La prudencia y en análisis de situación regían su vida. No estaban permitidos los errores en su vida.
Jihee, blindada con un fuerte sentido del humor que hacía fallecer a cualquier trag...
por cierto, oigan, quiero aclarar que a jihee no le gusta jungkook, bc en el capítulo anterior todas estaban como "al fin" y yo re bish waht the fuck, ella dijo que quizá, que podría SENTIR ALGO POR EL, EN AL ALGÚN MOMENTO QUIZÁ, NO QUE SENTÍA, no se me apuren nenacitas(? :v
❥en fin, disfruten el cap, las amo❀
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Capítulo 15: Un fiel Reflejo.
Si alguien alguna vez me hubiera dicho que me subiría por mi propia voluntad al auto de Jungkook, entonces me le hubiera reído en la cara porque aquello sonaba realmente como algo muy estúpido. Con todo maldito odio que me había arraigado estos últimos años a él y a su estúpido ego de blanquito privilegiado en el instituto, yo más bien hubiera preferido subirme al auto andando, con Jungkook debajo de él.
Ahora mismo estoy en un gran conflicto conmigo misma, ¿por qué demonios, entonces, me había subido cuando me dijo que me llevaría a casa?, —más bien me arrastró del codo asegurándome que no podía volver sola a mi casa en este estado— Yo había aceptado diciendo que realmente estaba adolorida, pero aunque no quiera admitirlo, en una parte apartada y profunda de mi sistema, en más hondo, yo quería subirme, por mi propia voluntad. Digo, los dolores faciales y en todo mi jodido cuerpo si son malditamente reales, pero, vamos, después de todo Sehoo me había golpeado como un salvaje y yo de todas formas había aguantado y continué insultándolo.
¿Por qué demonios, retiro, me he subido al auto entonces?
Con la capucha de mi sudadera sobre mi cabeza, ocultando mi rostro estresado y confuso, estoy prácticamente echada como un trapo sucio en el asiento copiloto junto a Jungkook. Tampoco he cambiado mucho, sigo creyendo que el barbárico es un idiota sin remedio, pero ahora mismo mis razonamientos y conclusiones están encharcadas y algo desorientadas.
Bueno Jihee, veamos, ¿te sigue cayendo mal?
Pues sí.
¿Le odias?
Pues...
—¿A quién?—dejo de ver a la ventana para alzar la cabeza y ver sorprendida a Jungkook, tengo que alzar mucho la cabeza porque, como había dicho, estoy literalmente echada—casi acostada— en el asiento.
—¿Qué?—Jungkook frunce el ceño, hecha una rápida mirada al espejo retrovisor y dobla espacio en una esquina.
—Acabas de preguntarme si odio a alguien.
—¿Estaba hablando en voz alta?—su ceño engurruñado se intensifica y me echa una mirada con preocupación.
—¿Te golpeó muy fuerte en la cabeza?
—Solo estaba hablando conmigo misma, ya sabes, estoy contigo, necesito una opinión inteligente, no queda de otra. —suelta un silbido con gran sonoridad que me dan ganas de golpearlo.
