Para Jungkook, todo debía siempre estar organizado y dirigido. La prudencia y en análisis de situación regían su vida. No estaban permitidos los errores en su vida.
Jihee, blindada con un fuerte sentido del humor que hacía fallecer a cualquier trag...
1ro: a partir de ahora podré los gifs del principio acá para una mejor apreciación, y este capítulo está medio larguito, perdón ꈍ .̮ ꈍ
2do: le dedico este capítulo a @Dunis27 bc fue su cumpleaños el 21 y no pude actualizar por los parciales:( y también a @Natalia_88u-u porque el 28 fue el suyo y tampoco pude, eSPERO Y HAYAN PASADO HERMOSO, ayer fue mi último parcial y estaba decidida a actualizar hooyyyyy
recuerden que la pendeja de jihee se quedó dormida con la ropa mojada y con frío y se desmayó bueno sí, a la chingada
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Capítulo 44: Enredo.
Fui consciente de la realidad gracias a las voces que se alzaban en mi entorno, primero parecieron molestos murmullos, y luego, fui capaz de reconocer sus palabras. Decidí no moverme. Me negaba a abrir los ojos, soñaba con colinas verde primavera, llenas de flores violáceas y rosadas, con un pequeño conejito blanco que me seguía a todos lados. Sin embargo, no pude volver a mi duermevela, ya que fui aún más consciente de las voces a mi alrededor entonces.
—¡Mataste a una persona chiquita! ¿Sabes lo que significa eso? ¡Son como treinta años de mal augurio en mi calendario!
—¿Tu calendario?—no reconocí aquella voz femenina.
—Hola ¡El calendario Chino! —aquella voz chillona y masculina, de alguna forma, sí se me hizo conocida.
—No podrás volver a hablar de tu calendario ni tu origen si gritas y la despiertas. — Ah, ese era Jungkook. Al reconocerlo, decidí moverme al fin, y las voces cesaron completamente.
Me revolví un poco debajo de tantas colchas, pero pesaban lo que una bolsa de boxeo sobre mi diminuto cuerpo y perdí la batalla. Mi cabeza comenzó a zumbarme de golpe, como si me hubieran dado un mazazo en las sienes y tenía la nariz completamente tapada. Me sentí mal, incómoda y molesta. Me quedé unos segundos debajo de las colchas sin mover ni un dedo, recordando momentos en donde era capaz de respirar mejor y echándolos de menos.
—¿Estás despierta? Mh... ¿Pecas?—escuché la voz de Jungkook, extrañamente junto a mí, casi sobre mi cabeza.
Descubrí que, en realidad, no eran las colchas que pesaban, sino mi propio cuerpo, que se hallaba terriblemente débil. Los brazos me pesaban y tenía las piernas entumecidas. Y a pesar de estar debajo de tantas colchas, sentía frío en los codos y en los pies. Sentía mucho frío. De todas formas, hice un mayor esfuerzo, soltando un pequeño quejido, y tanteé debajo de las colchas. Cuando liberé mi mano debajo de las malvadas sábanas, sentí más frío, pero también, algo cálido que me atrajo como un imán. Era extrañamente sólido y cálido, y moví todo mi cuerpo más cerca, a pesar de que todo parecía dolerme. Envolví los brazos en aquella cosa, la cual se tensó cuando me arrastré un poco más y apoyé mi mejilla sobre eso, soltando un suspiro, tenía medio cuerpo fuera de las sábanas y me dio frío en la cintura, pero estaba muy cálido y cómodo ahí.
