Capítulo 40

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capítulo no apto para menores +18(no se emocionen lmao)

Capítulo 40: El algoritmo del nosotros. 

by: j u n g k o o k

     —Qui-Gon Jinn dijo: "Sé consciente de la Fuerza Viviente, mi joven Padawan."—Pecas obtuvo toda mi atención nuevamente, fruncí las cejas ligeramente y la miré desconcertado, inclinando la cabeza abajo.

     —¿En serio estás haciendo referencia a Star Wars en un momento como este?—ella, de pronto, alzó la cabeza y me miró, abrió la boca— No te esfuerces, a estas alturas no me sorprende. —me mostró su dedo medio.

     Ah, tan dulce.

     Analicé nuestro alrededor de inmediato, no había ningún peligro realmente, el bar estaba tranquilo, lo cual no me sorprendía, casi todos preferían siempre ir a la discoteca, las peleas o cualquier otra sala que no fuera ésta, dada su estricta regla de paz. El bar principal de Bestias Nocturnos tenía un rígida y estricta regla de paz. Las luces eran bajas y suaves, azulinas. Las mesas de roble en el piso rodeadas de almohadones le daban un toque tradicional. Las paredes tenían un tapiz bordó sangre con detalles dorados y había dos plataformas, donde dos chicas de nacionalidades diferentes estaban moviéndose al ritmo de la música suave en lencería. No había muchas personas, las numeré. Éramos nueve en total, no estábamos realmente en peligro.

     Tomoyo, el barista, se congeló y pareció dejar toda actividad cuando me vio. Me estremecí... no me había vuelto a contactar con él desde el incidente.

     Camine unos cuantos pasos más, y, luego, volví mi vista a Pecas. Aunque me lo negara, yo era realmente débil intentando mantener mi atención en algo que no fuera ella.

     Sus grandes y preciosos ojos, como dos estrellas vivientes, no dejaban de curiosear mirando todo a su alrededor, a pesar de toda la tensión que nos rodeaba, no podía dejar de apreciarla, deleitándome con cada una de sus expresiones, dejando en evidencia que todo esto era nuevo para ella. No dejaba de ver hacia todos lados, son su brazo enrollado al mío, moviéndonos sobre el tapete rojo sangre con detalles dorados, el mismo que las paredes.

     La había obligado a permanecer casi pegada por completo a mí, y no lo hacía por el mero hecho de que se sentía malditamente bien —bueno, un poco, probablemente— sino que era una medida de seguridad. Quería a Pecas lo más cerca posible sí algo pasaba. Obviamente nunca había mucho bullicio en el bar, sin embargo, no por eso iba a bajar la maldita guaria.

     No me hacía feliz que su primera vez en un lugar así fuera conmigo. Ella ni siquiera debería saber sobre esto. Toda esta mierda jodida y peligrosa, no tenía que ser parte de ella. Por supuesto que no debía. Una criatura tan auténtica y genuina como lo era ella, sería devorada por alguien más fuerte. Más salvaje. Más despiadado. Eran las reglas, sobrevivía el más fuerte, cualquier signo de debilidad era cruelmente aprovechado.

     Aunque ella intentó hacerse la tonta, era casi imposible no advertir las miradas que las personas me echaban. Era una suerte que Hunter continuara hasta ahora siendo el guardia en la entrada. Hunter, un afroamericano con la piel negra como el carbón, medía casi dos metros y tenía un diamante incrustado en unos de sus dientes, nos miró de forma dura en la entrada. Sin embargo, cuando realmente me miró a los ojos, se echó para atrás casi de inmediato, haciendo una reverencia rápidamente y se hizo a un lado, dejándonos libre acceso.

     Sentí la mirada de Pecas clavada en mi perfil en ese instante, probablemente su cabeza llenándose de un montón de preguntas. Pero no dijo nada. Absolutamente nada, solo miraba con curiosa atención como las personas se iban alejando a medida que cruzábamos por el bar, como si yo fuera la peste negra.

『 ɢ ᴀ ɴ ʙ ᴀ ʀ ᴜ  ||  jungkook 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora