Capítulo 5

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—Supongo que esto te ha asustado un poco —Habló MinKi quitándose la nariz de payaso e ignoró que su bata estuviese sucia.

Pero Suni no dudó en lanzar una muñeca en dirección a él cuando se volteó a cerrar la puerta golpeándolo en la espalda.

—¡No hagas eso! —Se quejó el castaño para luego agacharse y levantar el juguete dejándolo en la mesa para la comida.

—¡Váyase! —Exclamó la pequeña empuñando sus manos —¡No quiero ver a nadie aquí!

Sin miedo alguno MinKi se acercó a la única cama de la habitación, se sentó en ella y tomó la mascarilla que Suni se había quitado, acomodándola en su nariz y boca para luego pasar el elástico verde por encima de sus orejas rodeando su cabeza —Debes usar esto.

—Mis pulmones ya están enfermos —Habló la pequeña con el ceño fruncido.

—Tus pulmones se pueden recuperar si haces caso en todo lo que te diga —Ahora que la podía ver de cerca le parecía linda, sus mejillas abultadas eran adorables, sus pestañas largas y oscuras, tanto o incluso más que las de su papá SeungCheol, su piel blanca y suave.

Sus ojos eran muy expresivos pero lo único que había en ellos era enojo.

—Usted no es mi papá para que yo le haga caso.

—Lo sé, pero soy tu doctor y puedo ayudarte en tu recuperación.

—No le creo.

—Deberás confiar en mí —Dijo con voz suave y cuando fue a tomar la mano de la pequeña Suni la escondió en su espalda —Déjame ver tu brazo por favor.

—Esto es... —Con vergüenza y tristeza miró los pequeños hematomas que se habían formado en su piel debido a las inyecciones.

MinKi sacó un marcador de su bolsillo de la bata y unió los puntos —Una estrella.

—Las estrellas solo están en el cielo —Quitó su brazo escondiéndolo entre las sábanas.

—Pues he bajado una hasta tu brazo —Dicho esto Suni se quedó en silencio, por primera vez la veía sin el ceño fruncido y algo en ella le causó ternura —¿Por qué me miras así?

—Porque es muy ingenuo si piensa que dibujando una fea estrella en mi brazo tendré algún tipo de cariño hacia usted.

—¿Por qué no hacemos un trato? —Preguntó con amabilidad abriendo su mano enseñando las pastillas —Toma estos medicamentos y yo haré que logres salir pronto de aquí. ¿Aceptas?

Suni se quedó en silencio unos segundos y aceptó las pastillas haciendo sonreír al médico pero levantó la cabeza hacia él y las lanzó contra las ventanas.

—No acepto —Volvió a fruncir el ceño —Y ahora váyase o gritaré empeorando a mis estúpidos pulmones enfermos.

—¿Doctor Choi? —Preguntó la enfermera al ver a MinKi regresar al mesón.

—Tomaré el tratamiento de Suni —Dijo el castaño lavándose las manos.

—¿Ha aceptado tomar sus medicamentos?

—Increíble —Comentó otro doctor —Ni siquiera el doctor SeungCheol lo logró.

—No me los aceptó, los ha lanzado hacia las ventanas —Respondió MinKi con el rostro serio —Y por eso mismo tomaré su caso.

Durante el resto de la semana MinKi siguió visitando la habitación de Suni, llevándole su tratamiento farmacológico recibiendo siempre una respuesta negativa junto a golpes con juguetes.

—MinKi —JiHoon abrió sus ojos a tope cuando vio al menor en el pasillo, su cabello estaba mojado con jugo y las gotitas caían ensuciando su bata.

—Por favor no digas nada y actúa como si no me conocieras.

—Ven —Tomó la mano de su hijo y lo llevó a la oficina, entró al baño y le entregó una toalla, se quitó la bata para que usara la suya como solía hacerlo cuando era un niño —¿Qué ha pasado con Suni?

—Lo mismo de todos los días —Respondió sin ánimo —No sé de dónde saca tantos juguetes para lanzarlos.

—Los roba.

—¿Qué?

—En las noches va a las otras habitaciones y le saca los juguetes a los demás niños —Contestó JiHoon cruzándose de brazos y apoyándose en el escritorio —La descubrimos por las cámaras de seguridad y por los reclamos de algunos padres.

—¿Alguien del orfanato viene a verla? —Preguntó MinKi con curiosidad —Las cuidadoras o la directora.

—No, porque no les conviene que regrese —Respondió y MinKi frunció el ceño sin entender a qué se refería —Un niño más que cuidar.

—Pero debe recuperarse y volver.

—¿No has pensado la razón por la cual no quiere aceptar el tratamiento y mejorarse? —Alzó sus cejas —No quiere regresar al orfanato

—¿Prefiere morir?

—Es una decisión que no debería tomar una pequeña de nueve años pero no tiene a nadie en el mundo, nadie se va a preocupar por ella, nadie la está esperando en la salida y no hay que pensar demasiado para imaginar su vida en el orfanato, su personalidad se ha amoldado a todo lo que ha vivido.

—Tienes razón —Musitó bajando la mirada.

—Y su personalidad se me hace bastante conocida —Habló JiHoon con una ligera sonrisa.

—Yo no era así.

—Hay pequeñas diferencias —Asintió con la cabeza —Pero tú también querías morir.

MinKi se quedó en silencio, ordenando las piezas que no había logrado ver antes.

—Estás a cargo de ella ahora —Dijo JiHoon sacando a MinKi de sus pensamientos —Como médico.

—Sí.

—No intentes presionarla con sus medicamentos, se espantará cada vez que los vea y no dudará en tirarlos a la basura —Sugirió JiHoon —Comienza llegando a ella primero, ganándote su confianza y recién ahí podrás ver algún cambio.

—Gracias papá —Entregó la toalla y se giró hacia la puerta.

—MinKi —Lo llamó antes de que saliera de su oficina —Su comportamiento es su coraza de protección, detrás de ese carácter fuerte debe haber una niña aterrada de estar aquí y que solo necesita a alguien a quien tomarle la mano.

JiCheol ♡ Amorterapia III: Merry Christmas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora