➳ Written by GaabyKookie ♡
La llegada del mes de diciembre es motivo suficiente para que la fundación oncológica se llene de luces de colores, guirnaldas y esferas que dejan encantado a cada uno de los niños.
Este año, una pequeña pero brillante est...
Esa víspera de navidad todo estuvo en su lugar, JiHoon fue rodeado por los brazos del amor de su vida, de la persona que había robado completamente su corazón, SeungCheol era su alma gemela, quien llegó a poner su mundo de cabeza, a romper barreras y crear nuevas.
No cambiaría su historia, ninguno de los dos lo haría, habían formado una hermosa familia de la cual estaban orgullosos.
MinKi apoyó la cabeza en el pecho de DoYeon y buscó la mano de Suni, quien estaba en la misma posición que él pero del otro extremo del mayor, buscando esa calidez familiar que la hacía sentir feliz mientras escuchaban los villancicos.
Todo estaba en su lugar.
Suni había encontrado su pequeño rincón en el mundo, en esa casa, con su familia, con MinKi y DoYeon.
Ese lugar era a su lado, tomando sus manos.
A la mañana siguiente salió de la casa dando un pequeño salto para bajar el escalón, apretó las manos de sus padres que iban a su lado y se subieron al vehículo en dirección a la fundación, era navidad, una época sensible para muchos, la nostalgia se apoderaba de los corazones de los pequeños y Suni se ofreció a ir comprometiéndose con que se quedaría tranquila.
Pero quería ayudar, por lo mismo se colocó un gorro de Santa como el que ese día llevaban los trabajadores y tomó a Bella dejándola en el bolso que cruzaba su pecho donde llevaba la magia.
—Ayer ingresó Lee ChanHyun de doce años, lo dejamos en aislamiento, mañana le tomarán los exámenes correspondientes para iniciar el tratamiento —Avisó Daniel y Suni lo escuchó con atención, sus padres y abuelos estaban allí, caminando de un lado hacia otro, llevando y trayendo papeles.
—¿Cómo está él? —Preguntó JiHoon.
—Un poco desanimado, es un niño muy callado y reservado —Le contestaron —Hoy en la mañana estuvo con dolor pero fue disminuyendo después de administrar analgésicos.
La pequeña se dirigió a los aislamientos, tomó el valor necesario, respiró hondo y estuvo lista para hacerle olvidar a la personita que estaba allí dentro por al menos unos pocos minutos el dolor y el miedo que pudiese sentir.
—¡Hola! —Se asomó por la ventana después de colocarse una nariz de payaso, el chico estaba acostado, dándole la espalda, vio que se movió y golpeó suavemente el cristal —¡Hola, estoy aquí, mírame!
El mayor se sentó en la cama, mirándola con una expresión seria, podía verse la tristeza en sus ojos. Traía guantes de látex y conexiones de sueros en sus brazos, estaba solo, la habitación no tenía nada más que la cama, la mesita de noche donde había un bolso y la mesa para comer.
Frunció el ceño al ver el lugar tan frío.
¿Dónde estaban los arcoíris y flores?
¿Dónde estaban sus abuelitos?
Los quería regañar.
—¡Soy Suni, un gusto conocerte! —Exclamó animada —¿Cómo te llamas tú?
El pelinegro apuntó con su dedo índice el tablero que estaba sobre la cama.
—Oh, ChanHyun —Susurró para sí misma —Escuche que mañana te tomarán exámenes, espero que te vaya muy bien.
Después de pensarlo un momento el niño sacó del bolso una libreta y un bolígrafo.
No quería ser maleducado con alguien tan atenta como la pequeña que estaba afuera de su habitación dando saltitos a para llamar su atención.
"Gracias" enseñó el papel.
—Tengo unos polvos mágicos que te pueden dar suerte —Dijo la menor metiendo su mano en el pequeño bolso que traía —¿Quieres que los use?
"Es ridículo"
—¡Servirán, te lo prometo, yo los he usado para ser feliz cada día y lo soy, mucho! Mira mi sonrisa —Estiró sus mejillas viéndose graciosa y ChanHyun oculto su sonrisa mirando hacia otro lado —¿Puedo usarlos contigo?
"Como quieras"
Suni dio un paso hacia atrás y sacó un puñado de brillantina, la lanzó contra la ventana y cerró los ojos pidiendo un deseo.
—Listo —Abrió los ojos y se volvió a acercar —Mis papás y mis abuelitos son los mejores, ellos no dejarán que te pase nada malo.
ChanHyun bajó la mirada y movió el bolígrafo entre sus dedos.
Estaba asustado.
—¡Oye! —Gritó Suni —¿Quieres jugar conmigo?
—¿Dónde está Suni? —Preguntó MinKi mirando a su alrededor en busca de la pequeña.
—¿Han perdido a mi nieta? —SeungCheol se alarmó al escucharlo.
—Hace un momento estaba por aquí —Respondió DoYeon —Me pidió la nariz de payaso que traía en el bolsillo.
JiHoon dejó los papeles en el mesón y se giró esbozando una enorme sonrisa al encontrarla —Miren a su derecha —Les indicó.
La menor estaba moviéndose con gracia lanzando brillantina mientras giraba frente a la ventana de la habitación de aislamiento, nadie lo veía pero ChanHyun estaba riéndose a carcajadas intentando adivinar la película.
Estaba tan llena de amor que ahora podía entregar un poco de él a quienes más lo necesitaban.
Suni era una pequeña pero brillante estrella que había llegado a sus vidas para recordarles que la vida es demasiado linda y corta como para no sonreír.
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