Capítulo 27

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—¿De verdad pensaste que te librarías de nosotros? —Habló DoYeon mirando por el espejo retrovisor del automóvil.

—¿O que nos quitarías el honor de pasar navidad contigo? —Preguntó MinKi llevando a la pequeña en sus brazos, iban en los asientos traseros, con el cilindro de oxígeno y Bella —Perdón, con ustedes.

Suni no tenía idea a donde la llevaban y tampoco quiso preguntar, rodeó el cuello de MinKi con sus brazos y todo el camino fue mirando por la ventanilla, las luces de navidad encendidas en las casas y la nieve cayendo, nunca había estado en la calle y cada rincón se le hacía asombroso.

DoYeon aparcó frente a la casa de la familia Choi, él llevó el cilindro de oxígeno mientras que MinKi cargó a Suni en sus brazos hasta llegar a la puerta principal.

—Permiso —Habló Suni con timidez, tocando el suelo con las botas que le habían puesto, MinKi la ayudó a quitarse un abrigo y miró a su alrededor abrazando a Bella contra su pecho, estaba encantada, había un enorme árbol de navidad en el centro de la sala lleno de obsequios en la base, luces de colores y guirnaldas colgadas en todos los bordes de arriba de las paredes, también en la baranda de la escalera, pequeñas figuras como las esferas de nieve y los cascanueces cerca del sofá la hicieron sonreír. Se podía sentir la calidez de una familia, esa suave música que sonaba hizo que su corazón vibrara de felicidad —Qué linda casa tienen.

—Es de mis padres —Dijo MinKi caminando detrás de la pequeña junto a DoYeon, Suni se volteó a verlos y se arregló la mascarilla en el rostro —Nos están esperando en el comedor, ¿Vamos?

Pudo reconocer a los doctores SeungCheol y JiHoon que estaban ordenando los últimos detalles de la mesa pero los acompañaba una pareja de ancianos que nunca antes había visto.

—Hola —Saludó Suni arrastrando el oxígeno detrás de ella.

—Qué linda muñequita —SeungCheol se acercó a la pequeña estirando los brazos con la intención de levantarla.

—En realidad soy un unicornio —Corrigió la menor deteniéndolo, sonrió y SeungCheol se enderezó cambiando la expresión en su rostro.

—¿Por qué todos me odian? —Susurró volviendo a la mesa.

—Hola Suni —JiHoon se agachó y la abrazó —Te estábamos esperando a ti para comenzar.

—Buenas noches, doctor JiHoon.

—Abuelitos —MinKi colocó las manos en los hombros de la pequeña y la guió hasta los mayores —Les presento a Suni, Suni, ellos son mis abuelitos.

—Hola abuelitos —Les regaló una sonrisa hasta que se dio cuenta de cómo los había llamado —Perdón.

—No te disculpes, cariño —La señora Lee tomó su mano tranquilizándola y el señor le devolvió la sonrisa, parecían amables.

A pesar de que debía cuidar su alimentación comió de todo un poco, eran galletas y chocolate caliente, era imposible no volverse loca con tanto dulce, además estaban exquisitos, en un momento de la noche se sentó en las piernas de DoYeon y MinKi comenzó a jugar con ella, moviendo sus manos, haciéndola reír y dándole galletas en la boca que terminaban comiendo los tres.

La señora Lee notó la gran complicidad que existía entre el matrimonio y la niña, miró a JiHoon y éste le sonrió.

Compartió y habló con cada uno de los adultos a pesar de que siempre volvía con MinKi y DoYeon, era donde se sentía protegida. Pasada la media noche fueron a la sala y MinKi se sentó en el suelo, cerca del árbol de navidad como solía hacerlo en esa fecha para comenzar a repartir los regalos.

Suni estaba detrás del sofá, sosteniendo el cilindro cerca de ella, mirándolos reír y comenzar de los obsequios al abrirlos.

Nunca se esperó que MinKi la llamara y la integrara, se sentía bien estar con todos ellos, no la miraban extraño por llevar una mascarilla ni tampoco por estar arrastrando un tanque de oxígeno y más allá de su profesión de médicos, la recibieron con los brazos abiertos haciéndola sentir cómoda cada segundo, como si perteneciera a la familia.

Sintió que esa era la navidad con la que siempre soñó.

Y las personas que no quería quitar de su vida.

—Creo que ya es hora de irnos —Comentó en voz baja SeungCheol al ver a Suni quedándose dormida en los brazos de su hijo, MinKi y DoYeon se veían bien como papás.

Podía ver cuánto la querían y conocía el problema que estaba atravesando Suni con el orfanato.

No la podrían adoptar porque llevaban días de casados.

Pero JiHoon y él adoptaron a MinKi sin esperar la cantidad de años exigida.

Así que tenía preparado el número de su abogado, Joshua, porque estaba completamente seguro que ese pequeño y adorable unicornio terminaría siendo su nieta.

Sería abuelo.

Rodó los ojos ante el pensamiento y se repitió mentalmente que seguía siendo joven y guapo.

—¿La llevarán a la fundación? —Preguntó JiHoon cubriendo a Suni con el abrigo de MinKi antes de que salieran a la calle.

—No —Contestó el castaño mirando inmediatamente a DoYeon.

—Estará solita —Agregó el azabache.

—Mejor la llevamos a casa —Propuso el menor mirando a sus padres, buscando su aprobación —Mañana temprano estará de vuelta, lo prometemos.

SeungCheol y JiHoon aceptaron con la condición que antes de las siete de la mañana estuviera de vuelta para recibir su tratamiento.

La pareja entró a la casa con una pequeña en brazos, MinKi la llevó al cuarto de invitados y la arropó.

—Sé que no es como la habitación de la fundación —Habló acariciando la mejilla de Suni, ella seguía abrazando a su muñeca.

—No importa, sigue siendo una de las mejores que he tenido.

—Estaremos pendiente de ti —Tomó un monitor con cámara que le había entregado su papá SeungCheol y lo colocó en la mesita de noche.

—Gracias.

Se inclinó hacia adelante y besó la frente de Suni —Buenas noches, princesa.

—Buenas noches.

—Buenas noches, bonita —Dijo DoYeon desde el marco de la puerta donde esperaba a su esposo.

—Buenas noches, doctor DoYeon —Le sonrió, los adultos apagaron la luz y cerraron la puerta.

Era la primera vez que su corazón se sentía tan cálido y protegido, cerró los ojos y una lágrima rodó por su mejilla, no era de tristeza y la sonrisa que se dibujó en sus labios lo demostraba.

JiCheol ♡ Amorterapia III: Merry Christmas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora