Capítulo 32

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—¡Abuelito, no! —Chilló Suni cerrando los ojos con fuerza y con sus brazos rodeó el cuello del pelinegro antes de que comenzara a correr por la fundación llevándola en su espalda.

Al llegar a los sofás de colores SeungCheol le ayudó a colocarse la mascarilla, le regaló una cálida sonrisa al médico, acercándose a él para abrazarlo, hundiendo el rostro en su pecho recibiendo unas suaves caricias en su espalda.

—Te quiero abuelito —Levantó la cabeza mirándolo a los ojos —Mucho.

—Yo te quiero mucho más.

—No —Deshizo el abrazo y entrecerró los ojos —Yo más.

—Suni —Levantó su dedo anular.

—Abuelito —La pequeña lo imitó y ocupó el mismo tono de voz haciéndolo reír.

—Ven acá —La rodeó con sus brazos una vez más —¿Hoy que te apetece almorzar?

—No sé qué me traerán —Se encogió de hombros.

—Podría salir a comprar algo para los dos.

—Quieres que sea una niña mala —Apretó los labios y arrugó su nariz —Te acusaré con mi papi MinKi.

—¿Sabías que él comió hamburguesas y palomitas de maíz mientras estuvo hospitalizado?

—¿De verdad?

—Quería ir al cine y no encontró una mejor idea que comenzar una pelea de palomitas a mitad de la película —Soltó una risita al recordarlo —También quería conocer la playa e ir a la escuela, ¿Tú qué quieres hacer al salir de aquí?

—Nada, no lo sé —Respondió con una sonrisa nerviosa y ansiosa al ponerse en la situación —Lo que ustedes digan.

—No he escuchado lo que Suni desea hacer —Apoyó la cabeza en una mano mirando a la pequeña.

—Despertar y sentirme feliz —Contestó jugando con las manos sobre su regazo —No tener miedo al salir de habitación y al desayunar, no escuchar regaños por algo que no hice, tampoco golpes, no tener que correr a esconderme, no quiero tranquilizar a Bella para que deje de llorar —Sin darse cuenta sus ojos se humedecieron y no se dio cuenta de que las lágrimas cayeron por su rostro hasta que probó el sabor salado de ellas —No quiero sentirme sola y perdida, sin saber a dónde ir o dónde terminaré.

SeungCheol limpió las lágrimas de la pequeña, dejando un beso en cada mejilla y luego otro en su frente —Nunca más volverás a sentirte de esa manera, ¿Sabes por qué? Porque despertarás y tus padres estarán esperándote para desayunar, o ellos mismos irán a despertarte a besos, tendrás a JiHoon y a mí —Aseguró con una ligera sonrisa —Y Bella estará feliz por ti, feliz de verte sonreír tanto que olvidará las lágrimas de las que fue testigo algún día.

Suni apoyó la cabeza en el pecho del mayor y SeungCheol tomó sus manitas.

—Cuando te recuperes iremos a tu reino —Agregó el pelinegro.

—¿Mi reino?

—Todo el mundo que está ahí afuera... —Apuntó el ventanal que daba hacia la calle —Espera por ti para que lo devores con esa linda sonrisa que tienes y esa personalidad brillante que tendrá grandes logros.

—Disculpen —Un hombre de traje, maletín y gafas los interrumpió —Ando buscando al doctor Lee JiHoon, ¿Se encontrará aquí?

—Sí, está en su oficina —Contestó SeungCheol llamando a Daniel para que se llevara a la menor —Princesa —Se dirigió a Suni —En unos minutos estaré contigo, acompañaré al señor con tu abuelito Hoonie, ¿Bien?

—Sí —Contestó Suni.

—Sígame por favor —Pidió SeungCheol dirigiéndose a la oficina de JiHoon, el castaño estaba sentado en el escritorio.

—Buenos días —Saludó el hombre al entrar.

—Buenos días, ¿En qué puedo ayudarlo? —JiHoon se levantó de la silla y notó que el hombre miraba a SeungCheol, como esperando a que se fuera —No se preocupe, es mi esposo.

—Mi nombre es Kim DaeHyun y siendo parte y representante en esta ocasión de la comisión de doctores de la T.O.I.D hemos decidido venir a darle esta noticia personalmente —Comenzó el hombre acercándose al escritorio donde abrió su maletín sacando miles de papeles que SeungCheol intentó leer —Ha sido uno de los tres doctores elegidos para realizar una maestría en Tailandia, con todos los gastos pagados por un año, el viaje es dentro de dos meses.

—¿Qué? —El corazón casi se le sale del pecho, miró a SeungCheol sin entender lo que ocurría y el mayor estaba tan sorprendido como él —Creo que ha cometido un error, yo no he postulado a nada.

—No era necesario hacerlo, conocemos su trabajo y nos gustaría que fuera parte de este nuevo proyecto.

—Y-Yo... —Tartamudeó con un nudo en la garganta pero SeungCheol lo conocía, más que a él mismo en muchas ocasiones —Lamentablemente en este moment-

—En este momento estamos un poco ocupados, ya sabe, los niños requieren de mucho tiempo, ¿Tiene una tarjeta para poder llamarlo? —Interrumpió SeungCheol llevando al hombre hacia la puerta —Muchas gracias, lo haremos, lo llamaremos, que tenga un buen día.

—No he postulado a nada —Habló JiHoon cuando quedaron solos.

—Y aunque lo hubieses hecho —Se encogió de hombros —No tiene nada de malo que quieras extender tu currículum.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Es una oportunidad única y sé que uno de tus sueños es viajar a Tailandia —Caminó lentamente hacia el menor —Y realizar esa maestría con la comisión que tiene nombre de perro.

—SeungCheol —Soltó una risita.

—Tendré que entrar en tu maleta a la fuerza —Tomó las manos de su esposo y las besó —Porque que yo te seguiré hasta el fin del mundo y si a Tailandia te vas, yo iré detrás de ti.

—Es una locura, no podemos dejar solo a MinKi en este momento, Suni, ¿Qué pasaría con ella?

—Suni seguirá su tratamiento —Contestó con seguridad —Y MinKi ya no es un niño, se puede hacer cargo junto a DoYeon. Si ocurre alguna emergencia yo viajaré.

—Es por un año.

—Sería una tercera luna de miel —Le guiñó un ojo y el menor bajó la mirada.

JiHoon lo quería, lo había visto revisando las páginas de la maestría por internet, no quería que se sintiera atado por él o por la fundación.

Y estaba completamente seguro que MinKi lo animaría a viajar.

—Tendremos que organizar muchas cosas en solo dos meses, aquí en la fundación, en casa, decirle a MinKi y DoYeon —Dijo emocionado, levantó la cabeza encontrándose con la sonrisa que lo seguía enamorando cada día, esos ojos oscuros, profundos y encantadores que le robaban suspiros después de tantos años.

Deslizó los brazos por los costados del mayor, subiéndolos por detrás hasta tocar sus hombros y levantó los talones.

—Gracias, mi amor.

JiCheol ♡ Amorterapia III: Merry Christmas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora