El pasillo se había transformado en un verdadero desfile, parecía que la reina había ido a visitarlos, los demás niños se asomaron por las ventanas y puertas al escuchar el espectáculo de tambores y trompetas, encontrándose a la princesa de la fundación, o al menos lo era para JiHoon y SeungCheol.
Cada uno iba a un lado de la silla de ruedas, tomando el rol de guardaespaldas, con divertidos sombreros lanzando confeti y con instrumentos de juguetes mientras la pequeña iba con una sonrisa avergonzada, tenía una corona en la cabeza y Bella la acompañaba.
De esa manera comenzaron a llevarla a la quimioterapia, turnándose para no dejarla sola, así que cuando debía regresar MinKi se quedaba a su lado, tarareando una canción de cuna hasta que se quedaba profundamente dormida, cuando no podía hacerlo por sus obligaciones, DoYeon ocupaba su lugar o sus padres.
—La princesa ha llegado a su reino —Anunció JiHoon entrando a la habitación.
—¿Me permite, alteza? —Habló SeungCheol afirmándose en una rodilla al agacharse frente a la niña.
—Gracias, buen hombre —Dijo Suni con una sonrisa, metiéndose en el papel de princesa.
La alzó en el aire y la llevó a la cama, conectando el oxígeno y dejándola cómoda, habían aprendido a conocerla y quererla.
Era fácil hacerlo.
JiHoon descubrió que le gustaba estar con ella en la hora del almuerzo, pasaban tiempo juntos y podían conversar tranquilamente permitiendo que lo conociera a él también.
Le hablaba de lo maravillosa que era la vida afuera, de todo lo que le faltaba conocer y vivir, animándola a seguir a pesar de las recaídas que sufría.
Por su parte, SeungCheol adoraba hacerla reír, se las ingeniaba para cargarla en su espalda.
Y su corazón recibía una dosis de ternura cuando la escuchaba llamarlo abuelito.
Tenían fotografías todos juntos y las imágenes no dejaban de enviarse por el grupo familiar que compartían.
No lo decían pero se morían de ganas porque sus exámenes salieran negativos cada vez que los debían tomar.
La esperanza seguía en pie.
Suni no iba a irse, podía ser un angelito pero sería uno que pasaría muchos años más en la tierra.
—¿Qué haces, princesa? —Preguntó JiHoon entrando a la habitación con los medicamentos de la tarde.
Suni tenía la mesa donde comía llena de papeles y lápices de colores, adhesivos con figuras de animales y corazones que fue pegando en unos pequeños sobres que había cortado y pegado.
—Escribo —Abrió la boca imitando a JiHoon y recibió la pastilla blanca que colocaron en su lengua, bebió del vaso con agua y continuó metiendo las cartas dentro de cada sobre —Abuelito Hoonie.
—¿Si? —Se sentó en la cama junto a la pequeña y tomó su manita.
—¿Te puedo pedir un favor?
—Lo que desees.
Suni tomó las cartas y se las entregó a JiHoon —¿Puedes repartirlas por mí?
—¿Repartirlas? —Preguntó confundido.
—Sí, a cada niño que esté aquí, afuera escribí los nombres —Respondió Suni —Por favor.
Sin tener idea del contenido de las cartas JiHoon fue buscando a cada uno de los niños para entregárselas siguiendo la petición de su nieta.
Veía la cara de los pequeños al leerlas, la sonrisa compresiva que se dibujaba en sus labios y su curiosidad fue en aumento.
—Hola papá —Saludó MinKi entrando a la sala donde estaba JiHoon, él se estaba encargando de otras habitaciones en lo que DoYeon trabajaba en el hospital de la ciudad —¿Qué pasa?
—Suni escribió unas cartas y me pidió que las entregara.
Era cierto, cada niño de allí tenía un papel de color entre sus manos.
MinKi se acercó a uno de ellos.
—¿Me permites verla? —Preguntó estirando su brazo, el pequeño asintió con la cabeza y él la recibió.
"Hola MinJoon, mi nombre es Jeon Suni, hace un par de meses atrás tomé sin permiso tu pelota de fútbol y un autito rojo, sé que ya los tienes de regreso pero no debí hacerlo, estuvo mal y quisiera que me perdonaras.
Estaba muy enojada con todos, me sentía sola, quería irme de aquí y pensé que iba a morir, tengo cáncer de pulmón y ha sido un poquito difícil, supongo que para ti también debe serlo, no debí sacar tus juguetes cuando dormías.
Perdón.
¿Crees que algún día podamos ser amigos?
Te prestaré mis juguetes.
Con cariño, Suni 🐰"
En realidad no se esperaba una respuesta a las cartas que envió, había hecho mal y quizás no merecía el perdón.
Pero se había disculpado.
Su abuelito Cheol fue quien le dio la idea y ella aceptó.
El día viernes cuando salió de la quimioterapia sonrió cansada al ver a sus abuelos esperándola pero ellos no fueron los únicos participantes del desfile.
Los niños habían pintado una pancarta con mensajes de ánimo, agitaban globos de colores mientras SeungCheol y JiHoon tocaban instrumentos de juguetes a su lado.
Al ver a sus papás esperándola al final del pasillo, donde estaba su habitación, sus mejillas se sonrojaron y se encogió en su lugar pero MinKi la hizo una señal para que se enderezara y saludara como una verdadera princesa.
Se sintió como una.
Ese día y todos los demás.
Estaba viviendo en un cuento de hadas, todos tenían un final feliz.
Y esperaba que el suyo también lo tuviera.
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JiCheol ♡ Amorterapia III: Merry Christmas.
Romansa➳ Written by GaabyKookie ♡ La llegada del mes de diciembre es motivo suficiente para que la fundación oncológica se llene de luces de colores, guirnaldas y esferas que dejan encantado a cada uno de los niños. Este año, una pequeña pero brillante est...