Capítulo 37

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Si alguien le preguntase a Suni cuál era su momento favorito desde que salió de la fundación, contestaría con seguridad el que estaba viviendo en ese instante.

Quería detener el tiempo y quedarse allí por siempre.

Habían preparado un picnic para disfrutar del sábado en familia.

Familia.

No podía dejar de sonreír al pensarlo, tenía una familia, unos padres que la amaban y un hogar donde se sentía protegida, tenía un calor único que le entregaba cariño cada segundo del día.

Ese era como los días de campo que tanto deseaba tener, igual al de las revistas con las que soñaba pero ahora lo estaba viviendo y la felicidad no entraba en su pecho.

Habían almorzado y DoYeon la cargó en su espalda mientras MinKi hacía burbujas y ellas las estallaba con la punta de su dedo índice.

Sus padres eran los mejores.

Las mejores personas que podían existir en el mundo.

Pero faltaban dos más que llegaron de viaje esa misma noche.

—¡Abuelitos! —Chilló bajándose del vehículo de sus padres y corrió hacia los mayores, estirando los brazos y moviendo sus manitas en dirección a ellos.

—¡Suni! —SeungCheol se agachó y la levantó al tenerla en brazos, se enderezó y la pequeña buscó a JiHoon, abrazándolo y besando su mejilla.

—Les dije que la próxima vez que nos veríamos sería afuera de la fundación —Habló Suni con una sonrisa mirando al matrimonio.

—Lo hiciste muy bien todo este tiempo —JiHoon pellizcó suavemente su mejilla.

—Los extrañe mucho, no se vuelvan a ir por favor —Pidió formando un tierno puchero —Abuelito Cheol puede perderse de nuevo y no quiero que pase.

—¿Perderme? —Preguntó SeungCheol ofendido —¿Quién te dijo esa mentira?

JiHoon rodó los ojos y besó la frente de la pequeña antes de pasar por su lado para saludar a MinKi y DoYeon, quienes habían entrado al jardín de la casa.

Suni intentaba grabar en su mente cada momento donde su corazón latía con fuerza, era la más pequeña físicamente en la mesa pero con las miradas de amor que recibía de parte de sus padres y abuelos se sentía enorme, importante y valiosa.

Mientras tanto los adultos se habían sentado a conversar en los sofás de la sala ella siguió el camino de las fotografías en las paredes.

Conoció a su papá MinKi de pequeño.

Vio fotos en un hospital y luego en casa.

Fotografías de una boda en la playa.

Su papá DoYeon apareció de pronto en ellas cuando era adolescente.

Unos abuelitos que no logró reconocer.

De una graduación.

Dos graduaciones.

Y luego ellos, en diferentes momentos, viajes, comidas familiares y festividades.

Llegó a una oficina y encendió la luz, miró los muebles llenos de libros sobre medicina y al acercarse al escritorio encontró una grabadora, apretó el botón y se sobresaltó al escuchar una voz aguda pero conocida.

"—He visto esta semana como mi doctor JiHoon mira al doctor SeungCheol, parece enamorado y hoy está triste seguramente por él. Espero que nadie escuche esto."

Soltó una risita y volvió a reproducir la cinta.

"—No sé si hoy sea el fin del mundo pero mi doctor entró con unas orejas de gato en la cabeza y tengo miedo."

—¿Suni? —Apareció SeungCheol —¿Qué haces aquí solita?

—Perdón, abuelito —Se giró hacia el pelinegro —Estaba mirando las fotografías del pasillo y encontré esto, ¿Es de mi papi MinKi? La voz me recordó a él.

—Eres muy inteligente, sí, es MinKi —Se sentó en la silla del escritorio y Suni se sentó en su regazo —¿Qué has oído?

—Sobre mi abuelito Honnie y tú —Respondió moviendo los pies en el aire.

—¿Quieres escuchar nuestra historia de amor? —Le preguntó tocando juguetonamente la punta de su nariz con su dedo índice haciendo que se encogiera en su lugar.

—Sí —Le contestó emocionada.

—Suni —Llamó MinKi llegando al cuarto —Vamos a casa, ya es tarde.

—No —Chilló la pequeña abrazando a SeungCheol —Mi abuelito me iba a contar una historia.

—¿Podría quedarse aquí esta noche? —Juntó su mejilla con la de la pequeña.

—Papá —Regañó el castaño en voz baja.

—Por favor —Suni formó un puchero.

—Por favor —Repitió SeungCheol copiando la expresión de la menor.

—Está bien —Accedió y rodó los ojos al salir de la oficina.

—¿Lista para escuchar el mejor cuento de hadas de toda la historia? —Preguntó y Suni asintió con la cabeza —Todo comenzó en el primer día de internado de JiHoon, él era alguien muy serio y frío hasta que conoció a un doctor encantador y muy guapo.

—¿Quién era ese doctor? —Preguntó curiosa agradando sus ojos.

—Yo.

JiCheol ♡ Amorterapia III: Merry Christmas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora