La fiesta continuaba en su apogeo, aunque nunca comprenderé por qué tuvieron que incluir una presentación de música con aquel cantante roquero, lo aborrezco tanto por estar cerca de Marinette. No quiero pensar que él también la quiere.
Respetaré la decisión de mi nínfula, en parte, merezco eso por intentar acostarme con Audrey, su chantaje nos ha separado temporalmente.
Entrando a la fiesta, entraba en las conversaciones de los diseñadores que fueron invitados, tratando de demostrar que lograrían superarme algún día y quitarme mi lugar como el rey de la moda. Eso iba a estar muy imposible realmente que ellos fueran a superarme, sólo Marinette podría ser capaz de hacerlo, pero eso jamás se los mencioné.
Sólo tenía que verme apartado de la conversación para que la reina se acercara a mí mientras tomaba una copa de vino que me entregaba un camarero.
—Y no te preocupes por mi estadía en París, me dedicaré a mi Chloé. Por ahora tú y esa joven amante que tienes podrán estar tranquilos, por ahora, ya que sé quien es.
—No voy a caer en ese truco, Audrey — mascullé. —Sé que estás tratando de haciéndome creer que lo sabes para que lo pueda confesar en verdad.
—Esta en ti si no me crees, pero ella me lo logró confesar fácilmente.
No le voy a creer nada, es sólo un vil truco para poderme manipular, nunca se queda satisfecha, una reina que busca tener todo el control de las personas. Marinette no hubiera sido capaz de decirle nada a ella después de saber lo que le conté en mi confesión.
Por lo tanto, Audrey me hace entender que desea conocer a toda costa quien ocupa mi corazón, tal vez buscando algún tipo de chantaje o buscar una nueva forma de extorsionarme. No, ya no tiene por qué hacerme algo, todo acabó. No volverá a atormentarme nunca más.
—Es ridículo, totalmente ridículo, después de todo, no debes tener secretos conmigo, Gabriel. Me lo debes — murmuró Audrey.
—No es necesario que sepas todas mis intimidades. Y no te debo nada, Audrey. Ya no.
Nuestra conversación fue interrumpida por el alcalde que se acercaba con un trozo de pastel que estaban repartiendo en la fiesta, el cual había mandado a ordenar a los Dupain. En verdad me sorprendió escucharlo, y era una lástima que estaba claro que no vería a mi nínfula en la fiesta, sólo podían entrar los invitados exclusivos, el pase que había ganado en el concurso no le habría ayudado a entrar.
Aunque en el fondo me hubiese gustado verla, en estos momentos, iba a ser muy difícil, tal vez hasta esté molesta conmigo por intentar ser infiel y mi melancolía dio en aumento cuando recibí un mensaje de texto por parte de Marinette.
Cuando me confesaste que estabas dispuesto a acostarte con Audrey para cumplir mi sueño, por un lado, deseaba golpearte por querer ser infiel, por otro lado,quería besarte por haber ido a confesarlo. No sé como continuará nuestra relación a partir de ahora, después de todo lo que hemos pasado, lo mejor será que nos demos un tiempo, hasta que piense si en verdad deseo continuar con lo nuestro.
Marinette.
Las semanas habían pasado y dieron comienzo a un nuevo mes, yo me la pasaba entre mi trabajo como diseñador y procurando estar con Adrien en mis momentos libres. Todo parecía estar bien entre nosotros, hasta que descubrí como empezaba a fallar en sus clases extracurriculares, estaba cometiendo errores y no se concentraba. Así que, como padre, tuve que castigarle, reduciéndole sus salidas con sus amigos hasta que no lograra mejorar en sus clases y salir perfecto.
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Nínfula Parisina
FanfictionGabriel está dispuesto a hacer lo necesario para recuperar a Marinette. Su amor por ella le da la fuerza para seguir adelante con sus planes para lograr estar juntos nuevamente. Nada le será fácil, en su camino tendrá obstáculos, personas y fantasma...