Había mucho trabajo que hacer, se me había ocurrido unos nuevos diseños para una línea de joyería y ahora estaba muy ocupado diseñando los bocetos de las joyas, después debía encargarme de encontrar los colores adecuados para estos accesorios, hasta en que tipo de oro les quedarían adecuado los dijes de los collares.
—¿Padre?
La voz de mi hijo me interrumpió de mi trabajo, haciendo que alzara mi vista hacia él, encontrándolo de pie frente a la puerta de mi oficina.
—¿Me darías permiso de salir a patinar sobre hielo con mis amigos?
Estaba mirándome de manera suplicante, y en verdad no quería que perdiera tiempo patinando con sus amigos si eso lo descuidaba de sus clases extracurriculares, así que le dije directamente que me negaba a que saliera.
—Por favor, papá. Se lo prometí a Kagami, ella estaba muy ansiosa cuando la invité a patinar.
Lancé un suspiro, ha conseguido una nueva forma de convencerme de darle el permiso para poder salir. No puedo negarme si se trata por una chica, si no lo hago, después empezará a decirme sermones sobre lo injusto que podría ser al no dejarlo salir y yo si pude hacerlo con Marinette; eso era una posibilidad, aunque lo más probable es que se sintiera muy mal si no le daba permiso, sería algo obvio y costumbre para él. Mas ahora me entraba la necesidad de dar una excepción para quedar bien con mi hijo.
—Puedes salir con tus amigos, con una condición. No muestres un mal desempeño en tus clases de esgrima.
—Te lo prometo, papá.
No puedo ser igual que él y tomar un descanso ahora, debo seguir con mis trabajos, me mantienen ocupado en no pensar en mi nínfula. Aunque comencé a pensar, en que tal vez, si Adrien va con sus amigos, entonces Marinette estará incluida en esa salida, tal vez hasta tenga una oportunidad de hablar con ella personalmente y el saber del por qué tanta distancia, ya le he dado mucho tiempo ¿O acaso todo el tiempo que le di no es suficiente? Al menos, quiero que me lo explique frente a frente.
En cuanto me levanté, me llegó una duda sobre si debería en verdad ir a verla ahora en la pista de hielo o tener que verla otro día en su hogar para tener una conversación con ella en privado.
—Adrien, ¿Marinette estará con ustedes? — quería cerciorarme para no tener que salir en vano
A pesar de que optaba por la segunda opción de tener que verla después, algo en mi interior me impulsaba a tener que verla hoy, tal vez ese impulso venía de mi corazón que se moría de ganas por verla, tanto que si no la veía una vez más podría sufrir un dolor tan inmenso que se me rompería.
Al escucharme, Adrien se quedó callado y siguió avanzando hacia abajo mientras bajaba las escaleras. Sé que no le gusta nada, pero al menos me debe una respuesta por dejarle salir, en lugar de haberle dicho que no, así que lo detuve y se lo supliqué de la misma forma en que él me lo había suplicado, sólo deseo verla y hablar con ella.
—Claro que irá, dije que iría con mis amigos.
Esa era toda la respuesta que yo quería escuchar, te lo agradezco mucho Adrien, aunque no me gustó el tono con el que lo había dicho.
Sólo tenía que lucir de incógnito para salir a la calle y poder verla en la pista de hielo.
Nathalie me sugirió que no lo hiciera, era una locura que estaba cometiendo y no podía dejar mi trabajo de lado.
—Señor, si ella pidió más tiempo, es mejor dárselo. No vaya tras ella, deja que ella venga a usted.
—No puedo, Nathalie. Ya no puedo seguir esperando más.
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Nínfula Parisina
FanficGabriel está dispuesto a hacer lo necesario para recuperar a Marinette. Su amor por ella le da la fuerza para seguir adelante con sus planes para lograr estar juntos nuevamente. Nada le será fácil, en su camino tendrá obstáculos, personas y fantasma...