Donde los colores terminan

oncE ×ediT×

Eran las 8 de la mañana en punto, el último día de clases y el convivio escolar de navidad para cerrar el magnífico año 2018 estaba apunto de comenzar.

Frente al salón, Jungkook pedía a sus alumnos que se formaran para entrar ordenados, pero como era el último día y los niños necesitaban marcarse con sus maldades en la memoria de Jeon, las órdenes les entraba por una oreja y les salía por la otra.

— ¡Qué bonito te ves Wonwoo! - la voz de Dahyun resonó en el salón.

— ¿Verdad que sí? Por eso es mi novio - Mingyu se acercó al pequeño azabache, y es que se veían tan diferentes, por su parte Mingyu llevaba una camisa negra con un pantalón y tenis del mismo color -, Igual tú estás linda - mientras que Wonwoo iba de suéter grande amarillo pastel, pantalón blanco y tenis con juego al suéter.

Momo se acercó a Dahyun despacio para abrazarla por los hombros mientras le sonreía a la parejita que iba de la mano porque Jungkook los empujó de forma leve para llevarlos a sus lugares.

— Bueno niños, hoy vamos a hacer una pequeña actividad para después ir al auditorio donde podrán bailar.

Los gritos emocionados resonaron por el espacio cerrado, dejando un poco sordo al maestro mientras repartía la hoja para hacer una tarjeta.

[...]

Para cuándo la música resonaba con fuerza por toda la institución todos los alumnos cantaban a coro "Fantastic Baby" de Bigbang junto a los maestros.

Incluso por ahí se alcanzaban a ver unos cuantos niños bailando con ganas la coreografía.

Por su parte Jungkook trataba de seguir los raros bailes de Fortnite que hacía Mingyu con Seokmin y Dino, a quienes finalmente se le sumó todos los de su grupo y uno que otro del 3°B.

— ¡Maestro Kookie, Seungkwan se está muriendo!

La voz de Vernon alertó al mayor, quién casi volteaba como el exorcista en dirección a dónde señalaba el pequeño americano.

Jungkook maldijo en silencio al ver a Boo rodeado de las niñas riéndose mientras se sobaba el tobillo.

— ¡Mire maestro! Me hicieron una coletita~

Vernon estaba ahí jugando con el sedoso cabello y el moñito de listón que habían puesto sobre la coletita, ignorando como la sangre abandonaba el cuerpo de Jeon.

Un día de esos terminaría muerto por tantos sustos.