⚔Capitulo 41: Mascaras⚔

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Nota 31# A veces llegamos a valorar a una persona más de lo que ella lo ha hecho.

Alicia Pov.

Costas del sur Isla Paradis.

Es posible desviar los pensamientos que tanto nos atormentan, singularmente me he dado cuenta que el humano no seria lo que es, si no tuviera la capacidad de poder crear situaciones dentro de sus cabezas. Eso era lo que nos hacia diferente de cualquier especie, la imaginación, eso era lo que me ayudaba a no pensar en lo malo. Pero era algo inevitable no dejar descansar a mi cabeza, así que al final de todo eso, la realidad me caía en gracia.

Dos días habían pasado desde mi ultima pelea con Hikari, desde entonces nuestra cercanía desapareció por completo. Realmente nunca se me hubiera cruzado por la cabeza que todo esto pasaría, es más creí que ella seria feliz al estar con vida y que yo también lo estuviera por tenerla junto a mi lado.

Me recosté en una de las vigas del tren, el calor era insoportable provocando que todo mi cabello se pegara a mi cara por lo mucho que estaba sudando. Estar trabajando en movilizar cajas y supervisando no era un trabajo de lo mas cómodo, y si le pongo al hecho de que estoy en plena crisis existencial con mi ex mejor amiga me terminaba de quitar el aire que me quedaba.

Así que pensé que mejor cosa que dormir en mi tiempo de descanso. Es por eso que fui cerrando los ojos, estaba lo suficientemente cansada como para poder quedarme dormida en mi tiempo libre, total los demás se harán cargo de mover los materiales restantes.

En eso mi mente seguía pensando las mismas tonterías, ¿Sera que es mi culpa? ¿Tendrá ella la razón? Fueron esos pensamientos que brotaban en mi conciencia, o eso era lo que rondaba por mi cabeza estos últimos días.

No quería tampoco justificar lo mal que me trato, pero al igual que yo, ella lo perdió absolutamente todo, incluso al chico del que se enamoro y que supuestamente seria su prometido.

Recuerdo perfectamente como era, como si lo hubiera visto apenas hace unos días. Su nombre era Seijuro Akashi, era uno de los miembros del clan asiático más jóvenes que habían, Hikari se había enamorado completamente de él. Akashi no fue participe de los experimentos debido a que sería el siguiente jefe del Clan. Por esa razón Hikari en un inicio no tenía ninguna intención en terminar los experimentos, ya que se había enamorado de él a una edad temprana (claro para ese tiempo ellos no eran más que conocidos) y si terminaba con todo era para ganar el honor de su familia.

Pero lo único que quería era estar con él. Durante un buen tiempo en nuestra adolescencia, entre los entrenamientos y aprendizaje, yo era aquella típica chica que era amiga de la mas bonita. Hikari siempre sobresalto por su esbelta y fina figura, yo era lo contrario a ella. Era mas baja que ella y con unos kilos por encima. Pueda que jamás lo notara ella, por muy fuerte que fuera mi apellido jamás me dieron ventaja en nada.

Era torpe y por mi físico los ejercicios me costaban un poco más, debido a eso. Tuve que esforzarme muchísimo más, pedía ayuda muchas veces a los superiores. Ella me critica por ello ya que siempre me veía con un instructor ayudándome.

El clan Aomi en Naraka era muy conocido por su excelencia en peleas y combates, así que la menor del Clan quien era ella, tenía que ser aquella que tuviera los puntajes mas altos para ser una guerrera sobresaliente. La llenaba de mucho estrés, ya que cargaba con el peso de la muerte de su hermano que también fue un sujeto experimental que no soporto las pruebas, siendo dos años mayor que nosotras.

Es por eso que siempre quiso ser la primera en todo, a pesar que no gustara de esa labor, cuando cumplimos los veinte años, el clan felicito a Hikari, haciendo que los ojos de Akashi se fijaran en ella. Hikari de inmediato correspondió a sus sentimientos iniciando una relación. Recuerdo lo feliz que era durante ese tiempo, me contaba absolutamente todo y veía como sus pequeños ojos brillaban.

Alas Carmesí (LevixLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora