⚔Capitulo 52 : Un lo siento y un perdón⚔

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Los instintos no los puedes dejar ignorados. Si presientes que el mal se avecina lo peor que puedes hacer es invitarlo a entrar.

Por un momento mi vista se nublo por completo, todos los soldados se habían convertido en titanes, prepare mis cuchillas por instinto y de repente mire a Zeke a unos metros de mi corriendo en dirección a la salida del bosque.

—¡Adiós capitán! —Grito—eres tan considerado con tus subordinados, no han hecho nada malo para convertirse así, espero que no quieras matarlos.

Sus palabras rebotaban entre los gruñidos de los titanes, en el instante a un lado mío comenzaban a abalanzarse contra mí, en ese momento me alce a uno de los árboles, sabía que era el vino. Carolina tenía razón, joder ¿A cuántas personas le afectara esto? estamos jodidos. Los movimientos de ellos parecían tener mucha lucidez, como si el también tuviera el poder de darles más inteligencia.

Recordé porque se hizo tan famoso aquel vino en tan poco tiempo, porque específicamente habían regalado tanto al cuerpo militar, por esa misma razón. Yo acepte que trajeran el vino como parte del capricho de los soldados y eso explica porque todo este tiempo Zeke parecía tan tranquilo a pesar de mi consternación. ¿Porque los líderes militares como Seol tampoco vieron esto?

El tiempo que tuvieron para preparar esto, fue el suficiente como para engañarnos con vino falso y ahora el fluido espinal de Zeke estaba en eso. Mire a mi alrededor para estudiarlos a todos, parecían moverse ágilmente y muy diferente. Mi respiración se estaba descontrolando, esta situación era lo que mi instinto me estaba advirtiendo, mis manos comenzaban a sudar, esta sensación no la tenia desde hace muchos años, como si fuera mi primera vez ante un titan.

—¡Capitán! —escuche a lo lejos, con rapidez me fije al otro lado de los árboles, era Seol y Antonella quienes estaban igual que yo de sorprendidos, era cierto que Seol por deber no tomo y ella por dejar el vicio, pueda que sean los únicos que no se transformaron.

—¡Adelante, no podemos dejar que Zeke se escape, nosotros nos haremos cargo de esto! —Grito Seol, al mismo tiempo que Antonella se cargaba a un titan a espaldas de Seol. No había el tiempo como para pensar, pero de algo si estaba seguro, el chango no se libra de esta. Ambos parecían tan consternados como yo, eran compañeros a los que habían convertido y ahora deben morir.

—¡Los dos... necesito que lleguen vivos al cuartel, notifiquen lo que ha pasado! —les repetí, al momento los titanes subían a toda prisa, no que quedaba más remedio que moverme, pero Seol me siguió y Antonella seguía encargándose de los demás.

—¡Tenemos que priorizar esto, no podrás solo! —Entendía la manera en que Jin era muy caritativo, pero no era primera vez que me enfrentaba a esto solo, y era de suma importancia que se comunicara esto a los demás.

—Joder Jin—Seguimos avanzando mientras maniobraba para deshacerme de los titanes, mis cuchillas sentían como se paseaban por la carne que rozaba en ellas. A los segundos lo tenía a los dos por detrás mía, odiaba más que se hicieran de oídos sordos a esto, bajé de altura un poco para que me escucharan, pero no me detuve—necesito que comuniquen esto ya.

—No creas que puedes hacer esto tu solo—Pronuncio Jin, pero en ese momento uno de los titanes los envistió por detrás, Antonella logro percatarse, pero Jin no, uno de estos termino por contraminarlo al suelo. En eso aquel titan aprovecho para acercarse más. Teníamos a los demás no muy lejos y era una situación de rápida acción.

Antonella rápidamente fue la que reacciono, matándolo, ella era muy buena para los reflejos, pero no muy fuerte, pues le tomaba más tiempo en matarlos, Jin seguía siendo un miembro importante para la misión, a diferencia de un soldado normal el llevaba rango y podría ser más persuasivo en Sina por encima de Erwin, no podía dejar que el muriera en estos momentos, siendo de gran influencia ahora.

Alas Carmesí (LevixLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora