Mi cuerpo gritaba ayuda y yo no era capas de escucharlo.
Mi día había sido un asco en básico, como siempre, tenía mis altibajos, pero siempre terminaba siendo una verdadera mierda al fin y al cabo. Desde el día anterior que la mayoría de mis compañeron me miraban raro y yo solo me limité a pensar que era por el ensayo que había escrito, sinceramente no me importaba en absoluto lo que ellos pensaran de mi, estaba muy ocupada con otras cosas para preocuparme por lo que un grupo de personas piense. Mi vida era una mierda, literal.
Y al llegar a casa las cosas no mejoraban; mamá y Luce peleaban de nuevo. Ahora mi hermana menor era la tomaba mi rol y era ella quien se encargaba de echarle en cara a su progenitora todas las cosas que había hecho mal, que por cierto, eran muchas. No me detuve a imaginar ni un solo segundo, que ese comportamiento era a causa de su ezquisofrenial, cosa que ahora lamento totalmente. Mi relación con Luce comenzó a degradarse notablemente, ya no contaba cosas, ni venia corriendo a abrazarme cuando me veía, pero lo que más sufrí fue darme cuenta que ella se estaba convirtiendo en un espejo de mi misma.
Minuto tras minuto que pasaba mi vida iba en picada. Pensé mucho lo que me había comentado la Srta. Beckerman, lo de escribir una novela; Al principio me pareció una estupidez total ¿Quién iba a querer leer mis escritos? pero aún así me desafié a mi misma. Busqué mi computadora portátil, entré a mi blog, comenzé a teclear y las palabras salieron por si solas. Sin embargo lo que escribí no fue una novela, ni un cuento, mucho menos una historia.
« Querida mamá:
¿Que esperas de mí? Todavía me pregunto esto, saco buenas notas, no fumo, no tomo alcohol, no me drogo, soy “buena hija”, ¿no es eso lo que querías? malas noticias, soy bulímica y anoréxica, no soy una “buena hija” no soy ningún ”ejemplo a seguir” no voy a seguir adelante con esta enfermedad en medio de mi vida. Todavía me acuerdo de tu cara cuando te dieron la noticia de que tu hija tenía anorexia y bulimia, te dijeron que hiciera un tratamiento ¿Recuerdas? tu no quisiste tomar la responsabilidad de tener una hija con problemas como los míos ¿Que rayos les ibas a decir a todos? ¿Cómo ibas a anunciar a nuestra familiar y a tus colegas de que tenías una hija con bulimia y anorexia? ¿Cómo?.
¿Te decepcioné mamá? lo entiendo claramente, nadie quisiera tener una hija como yo, una enferma insegura, o una hija loca como tu me llamas a veces. Jamás quisiste continuar con el tratamiento, sin embargo yo hice lo posible para mejorar pero no fue lo suficiente al parecer ¿Por qué estoy planeando la forma de evitar la próxima comida? ¿Por qué tengo que lidiar con esto? Se supone que eres mi mamá que deberías ayudarme a superar este problema y lo sabes, pero te avergüenzo. Te avergüenza tener una hija “loca” de la cabeza, ¿no mamá?, estas esperando que yo pesé 39 kilos para terminar en un hospital internada nuevamente, ¿Es eso lo que esperas para tomarte en serio mi enfermedad?. ¿Sabes algo mamá? Estoy cansada de lidiar con esto, estoy cansada de despertarme todos los días con “Ana” y “Mia” en mis pensamientos, y dormirme con lo mismo todos las noches, estoy frustrada por no poder bajar esos kilos de más que me tienen nerviosa, estoy decepcionada de mi, se que pude haber sido una adolescente normal, lo tenía todo por delante, pero la inseguridad me hizo ser superficial ¿y ahora qué? continuo con este problema en mi cabeza, es imposible quitar esto de mi, no es tan simple como “vuelve a comer”. Tu crees que la solución a todos mis problemas es una pastilla, un calmante, una inyección, ¿realmente crees que eso va a parar mi dolor? pues déjame decirte que NO, ya no puedo seguir con todo esto mamá, nunca pudiste sentarte a hablar conmigo y preguntarme como estaba, que me sucedía, que necesitaba. Me siento tan vacía, mamá.
Lo siento si no pude ser la hija perfecta, y no podré serlo mientras siga con esto. Hasta aquí llegué, no quiero más esto.
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