𝐇𝐄𝐑𝐎; aizawa shouta

Capítulo XXII

[好き]
——•——

Cuando Rush se despertó aquella mañana, quiso levantarse, comer unos nachos con guacamole para desayunar, quiso darse una ducha relajante y luego salir un rato a jugar al fútbol. Después recordó que no podía caminar.

Pulsó el botón que había junto a su cama para llamar a una enfermera y que esta le ayudase a subirse a la silla de ruedas. Rush era alguien hiperactivo e impulsivo, le gustaba correr por diversión, saltar e ir a dónde quisiera, pero ahora era como un prisionero, confinado en una silla de ruedas por el resto de su vida. Siempre había intentado ser positivo, pero hasta las personas más alegres pueden hundirse si uno les quita la esperanza. Dos enfermeras entraron, le ayudaron a sentarse y le trajeron el desayuno.

—Recuerda que hoy te toca la revisión semanal antes de ir a rehabilitación.— Él asintió desganado, no le gustaba nada ir cada semana a que le repitiesen que probablemente no podría volver a caminar. Era una mierda, peor aún, era una putada descomunal. Su teléfono comenzó a sonar y él movió como pudo la silla de ruedas para acercarla a la mesita de noche donde estaba su móvil. Era Akane.

—Baja al primer piso.— Ella colgó antes de que Rush pudiera decir algo y él se vio resignado a bajar. Siempre había sido bastante débil en cuanto a los músculos de sus brazos por lo que le costaba bastante empujar las ruedas, el médico le había dicho que se acostumbraría, pero eso solo le hizo sentir peor. El castaño rogó porque Akane hubiera venido sola, no quería tener que volver a ver a su novio, pero cuando la vio se dió cuenta de que había un chico a su lado, uno que no conocía. —¡Rush! Vamos, no hay tiempo que perder.—

—Este es Hitoshi Shinsou, un amigo.— Él le saludó con la mano y Rush alzó una ceja incrédulo. Tenía el cabello morado y desordenado, la piel pálida, una profundas ojeras, una expresión de desgana y una camiseta con un gatito. Era prácticamente una versión adolescente de Aizawa, y Rush no pudo evitar utilizar eso para joder. —Ya veo que te has buscado a uno más joven, me gustaba más el azabache.—

—Ignóralo.— Le dijo Akane al de cabellos morados mientras fulminaba a Rush con la mirada. No conocía mucho a Hitoshi y era el primer amigo que hacía de la Yūei, así que no quería que Rush lo espantase con sus comentarios. Apenas quedaba un día para empezar las clases y la verdad era que estaba tan nerviosa que había decidido ir a distraerse con aquellos dos chicos. En un inicio había pensado ir con Aizawa en vez de con Hitoshi, pero él y Rush se odiaban y además se sentía en la necesidad de salir con más gente de su edad. No me malinterpretéis, Aizawa no tiene nada de malo, es solo que pasaba mucho tiempo con él y eso, a pesar de encantarle, le hacía sentir que estaba haciendo algo indebido e incorrecto.

Por otro lado, Hitoshi le agradó desde el principio. Quizás era porque no tenía el típico aspecto de héroe o porque le recordaba a alguien conocido; pero la cuestión era que al verle se dió cuenta de que no le importaría ser amiga suya. Así que, cuando Mic se tuvo que ir súbitamente por una emergència, no le molestó en absoluto tener que quedarse con Hitoshi.

Se pasó un rato hablando cómodamente con él, de vez en cuando Hitoshi se rascaba la nuca con nerviosismo, un gesto que también hacía Aizawa muy a menudo. Pasearon por varias tiendas del lugar y compraron un par de batidos, Akane descubrió que a él le gustaban los gatos y dormir casi tanto como a Aizawa, y también descubrió que aspiraba a entrar en el curso de héroes. No pensó que a Rush le fuera a parecer mal que lo invitase, ni mucho menos que se pusiera a hacer comentarios sobre Aizawa como si de repente le agradase. —Bueno, vamos a ponernos en marcha, hay mucho que hacer.—

—Aún no me has dicho a dónde vamos.—La albina no lo había planeado muy bien, solamente quería sacar a Rush de ese horrible hospital y de paso entablar amistad con Hitoshi. Y en general, todo salió bien (sin tener en cuenta los comentarios subidos de tono que hacía Rush sobre Aizawa y ella), al terminar el día Hitoshi seguía teniendo esa actitud fría e incómoda, pero eso formaba parte de su personalidad. Era alguien amable, reservado, atento y objetivo, a Akane le gustaba porque se parecía mucho a Aizawa.

Pero la cosa se volvió incómoda cuando él se fue y se quedaron solos ella y Rush. Akane estaba llevándolo de vuelta al hospital por las calles iluminadas por los rayos del atardecer, sabía que las enfermeras le reñirían por haberse llevado a Rush y haber hecho que se saltase sus citas médicas, pero no le importó, había conseguido ver a Rush feliz, verdaderamente feliz. No esa sonrisa que ponía para coquetear ni para fingir que las cosas iban bien, una sonrisa sincera y humilde.—¿Le has dicho a Aizawa que has salido con Hitoshi?—

—No, ¿porqué debería? Solo somos amigos.—Rush rememoró todas las veces que la había visto llorar por él y todas las otras veces en las que la albina lo había defendido incondicionalmente, su primer pensamiento al levantarse por las mañanas era él, y Aizawa también era en lo último en lo que pensaba antes de dormirse. Rush rodó los ojos sin creerse ni una sola palabra de lo que le decía.—Ya claro.—

—Akane, tú y yo somos amigos. Pero Aizawa y tú.... Bueno, tenéis una química rara y la tensión sexual se nota a kilómetros.— Dijo como si hablara de la cosa más obvia del universo. Sonrió pícaro y alzó las cejas coqueto e insinuante hacia Akane, no le agradaba especialmente Aizawa pero era innegable que él y Akane eran ya inseparables. Si alguien dañaba a Aizawa, Akane no dudaría en castigarlo por ello, y si alguien dañaba a Akane, Rush estaba seguro que el azabache removeria cielo y tierra con tal de matar a ese cabrón.—Creo que te has pasando demasiado tiempo viendo telenovelas en el hospital. Entre él y yo no hay nada.—

—Pero te gustaría.— Akane decidió no contestar, sabía que esta conversación no llegaría a nada. Cuando a Rush se le mete algo en la cabeza es imposible hacerle cambiar de opinión, en una ocasión se convenció a sí mismo de que Mordor era un volcán en Australia, de que la piña en la pizza era un delito castigado por la ley y de que los narvales no existían. —Cambiando de tema, ¿qué tal van las cosas con él?—

—Bien, estamos bien creo. Hemos hablado y él se ha disculpado un millón de veces, hasta ha prometido compensarme por hacerme sentir mal.— Rush no pudo evitar pensar en que eso era exactamente lo que haría un novio a su novia después de una pelea de pareja, pero no dijo nada. Cuando llegaron al hospital Akane se despidió con un fuerte abrazo y le prometió a Rush que lo iría a ver casi cada día, él sonrió, Akane era genial. Al volver a casa la albina repasó las palabras dichas por el mayor, antes de entrar por la puerta negó con la cabeza y susurró para sí misma. —No me gusta Aizawa.—

——•——

El autocorrector me ponía Hitler cada vez que ponía Hitoshi y he tardado en darme cuenta así que casi la cago a la hora de publicar este capítulo.

好き quiere decir "me gustas" en contraste con la última frase del capítulo. Quería añadir más salseo romántico y más tensión entre Aizawa y Akane. ¿Cómo creéis que reaccionará nuestro querido ojeroso al ver a Akane con Hitoshi.

Como llevo ochenta años sin actualizar os voy a regalar un pequeño spoiler de algo que ocurrirá de aquí a varios capítulos, mucho después de que hayan salido la casamentera y la cerilla. Y es que voy a añadir a un personaje cuyas iniciales de si nombre de héroe son M.J. A ver cuanto tardais en saber quién es.