[落下]
——•——LA HORA HABÍA LLEGADO, las cartas estaban sobre la mesa y los temores estaban a flor de piel. Akane podía sentir su corazón bombeando a toda velocidad con nervios, miedo y emoción. Aizawa la miró de reojo, estaban el uno al lado del otro mirando la entrada de la Yūei. Ella, con los ojos brillantes de emoción, las mejillas sonrosadas y los nudillos apretados. —Lo vas a hacer muy bien.—
—¿Cómo lo sabes?— Akane desvío su mirada hacia él, llevaba puesto su traje de héroe y cargaba sobre su espalda el saco de dormir amarillo que llevaba a todas partes. Sus alumnos probablemente estarían preguntándose dónde estaba su profesor, pero a él no le importaba, con tal de que Akane se sintiera cómoda y segura. —Porque te conozco, eres genial y nunca te he visto hacer nada mal, eres perfecta.—
—Tú no me has visto cocinar.— Dijo con una risa incómoda que intentaba apaciguar el nerviosismo del momento, frotó sus manos la una con la otra en un intento de mantenerlas ocupadas y así despegar la vista del imponente edificio que se alzaba delante de ella, apesar de que ya había entrado allí antes, esta vez iba como alumna. Aizawa no despegó sus ojos de ella. —Tú tampoco me has visto a mí, y te puedo asegurar que da igual lo mal que cocines yo cocino diez veces peor.—
—Una vez le causé a Mic una intoxicación alimentaria con unos cereales con leche.— Akane se rió con fuerza al imaginarse la situación y el mayor rió también al recordarlo, era un recuerdo de su juventud, cuando ambos se independizaron y decidieron compartir piso, al principio se turnaban para cocinar pero después de eso Mic insistió en hacer él todas las comidas. —Te lo digo en serio.—
Su risa era profunda y grave, no solía reír muy a menudo así que era algo que Akane disfrutaba enormemente de ver y oir. Él la miró sin entender porqué se había quedado de repente ahí quieta observándolo. —¿Qué?—
—Me gusta cuando te ríes,— Iba a añadir algo más, iba a decirle lo guapo que estaba cuando sonreía, cómo se le marcaban los hoyuelos y cómo se veía mucho más relajado. Pero decir algo así estaría fuera de lugar, así que calló y se lo guardó para sí misma. Se sentía más tranquila después de aquella absurda conversación con Aizawa, bajó la mirada y la fijó en su uniforme, no estaba acostumbrada a llevar falda, y mucho menos corbata. —Tengo un regalo para tí.—
—Iba a dartelo en tú cumpleaños pero no sé cuando es, me pareció que ahora era un buen momento para dartelo.— Se rascó la nuca con nerviosismo y bajó la mirada, de su bolsillo sacó una pequeña caja envuelta con papel de regalo y con un lazo más grande que la caja en sí. Akane lo miró desconcertada y sorprendida, sonrió con nerviosismo cuando sus mejillas adquirieron un tono rosado, cogió oa caja entre sus manos sin saber muy bien qué decir. Hacía años que nadie que no fuera Rush le hacía un regalo. —Gracias, de verdad, no tendrías que haberte molestado.—
—Ábrelo.— Ella asintió y comenzó a desenvolverlo rápidamente con nerviosismo y expectación. Dentro de aquella pequeña cajita había un collar de plata con un broche de cristal al final de este, tallado con delicadeza y con la forma de un copo de nieve. No era la típica forma que te aparece siempre cuando piensas en un copo, era rara y única, como son en verdad los copos de nieve. Akane deslizó los dedos por la figura, era precioso. —Creí que podría gustarte.—
—Me encanta...— Dijo en un suspiro, no sabía muy bien cómo actuar, se sentía tan abrumada que las palabras parecían insuficientes para expresar cómo se sentía. Le traía tantos recuerdos buenos de su infancia, los inviernos nevados en los que su hermano y ella hacían guerras de bolas de nieve, los chocolates calientes que servía su madre y los muñecos que hacían todos juntos junto a su padre. Un sentimiento agridulce la inundaba al pensar en ello, miró con una sonrisa el colgante y se puso a llorar.
No lloraba de tristeza, sino de felicidad, de añoranza y melancolía, sonreía entre lágrimas porque estaba feliz de que Aizawa le hubiera dado algo tan hermosa e importante para ella, estaba feliz por todos los recuerdos que ese simple objeto le había hecho rememorar, estaba feliz por empezar las clases y estaba feliz por tener su propio copo de nieve, único e irremplazable. El azabache la miró en silencio sin saber qué hacer, se acercó a ella y apartó con cuidado las lágrimas de sus ojos, no le gustaba nada ver a Akane llorar, lo odiaba, le creaba una presión en el pecho y le hacía sentirse mal. Aizawa siempre procuraba evitar tener que consolar a la gente, no era bueno con los sentimientos y no se le daban bien las repentinas muestras de afecto, pero por Akane estaba dispuesto a hacer el esfuerzo.
—Akane, tranquila.— Ella se lanzó a sus brazos y hundió su cara en su cuello, seguía llorando y no le salían las palabras pero necesitaba decirle a Aizawa que estaba bien, que no se sentía mal ni triste, ni nada por el estilo, que, después de todo lo horrible que le había pasado los últimos meses, era simplemente feliz. Y todo gracias a él. Correspondió al abrazo y la agarró con fuerza, era uno de esos abrazos que te hacen no querer despegarte nunca. Akane se alejó y sonrió aún con unas pocas lágrimas en los ojos, Aizawa también sonrió.
—Ejem, ejem. ¿Interumpo algo?— Dijo Rush con una ceja alzada, una sonrisa torcida e insinuante y los ojos chispeantes de picardía. Akane se alejó rápidamente de Aizawa suplicando por que Rush no hubiera estado observándoles desde hace rato, no quería volver a sufrir sus comentarios insinuantes. Se acercó con la silla de ruedas. —Oh, porfavor, no hace falta que pareis por mí.—
—Para vuestra información hay un motel a un par de calles de aquí, por si queréis...— No pudo siquiera terminar la oración ya que Akane le dió una fuerte colleja, Aizawa sonrió de medio lado. Era un mocoso descarado pero tenía que reconocer que era bastante divertido ver la dinámica que tenía Rush con la albina, era algo parecida a la que tenía él con Mic. —Eres incorregible, de todas formas, ¿Qué haces aquí?—
—Pues he venido a animarte, obviamente, no pienso dejarte sola el primer día de clase. Y mucho menos con ese.—Dijo señalando a Aizawa despectivamente con el dedo, este rodó los ojos. A pesar del comentario, Akane sonrió, a veces creía que no se merecía a un amigo tan bueno como Rush, a veces se comportaba como un bebé, pero era leal y bueno hasta las entrañas. Era raro pensar que alguien así fuese un villano. —Gracias, muchas gracias a los dos por todo.—
—Bueno, creo que ya se está haciendo tarde. Tu tutora te estará esperando.— Aizawa comenzó a caminar y ellos le siguieron, Akane empujando la silla de ruedas de Rush con cuidado. La albina se sintió un poco insegura, no conocía a todos los profesores de la Yūei y le preocupaba que fuese alguien horrible que la juzgaría sin dudar. En un principio había creído que Aizawa sería su tutor, pero al parecer solo tendría un par de clases con él y las de héroe que daba junto a All Might. A lo lejos había una chica, era muy guapa, con el cabello de un tono azulado y unas gafas extravagantes, tenía unas esposas en las muñecas de las cuales Rush no tardaría en hacer un comentario sexual. —¿Akane? Un placer, soy Midnight.—
——•——
Otro capítulo, quiero compensar un poco porque pronto tendré exámenes y no podré actualizar tan seguido, sorry. Pero bueno, la historia sigue y ya vamos por el capítulo 24, aún no me lo creo.
He de daros las gracias por todo el apoyo y por todos los comentarios que me alegran el día cuando los leo. ❤️❤️
Aparte, quería hacer un poquito de spam (sorry, not sorry) de mi futuro One-Shot de Hitoshi Shinsou y de mi próximo Fanfic sobre Shigaraki Tomura. Bye bye!
*落下 quiere decir "Falling", por la foto y la canción.
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𝐇𝐄𝐑𝐎; aizawa shouta
FanfictionHERO *.°• 𝘊𝘙𝘐𝘔𝘚𝘖𝘕 𝘈𝘒𝘈𝘕𝘌 solamente quería proteger a la gente, salvarlos y ser un símbolo de la esperanza que tanto necesitaba. ( bnha | violence | slow-burn aizawa shouta x oc ...