𝐇𝐄𝐑𝐎; aizawa shouta

Capítulo XVI

[ごめんなさい]
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HASTA AHORA NO SE HABÍA DADO CUENTA DEL HORRIBLE SENTIMIENTO QUE INUNDA LOS HOSPITALES, el olor a medicamentos, los sollozos ahogados, los irritantes sonidos de las máquinas y el vaivén de las enfermeras que lo único que hacían era ponerte más nervioso. Akane tenía razón, los hospitales dan miedo.

Aizawa estaba esperando en una de las sillas de la sala de espera, sentía como si alguien le acabase de arrancar los intestinos, un dolor visceral incomparable a cualquier otro, movía las piernas con nerviosismo y cambiaba todo el rato la posición de sus manos. Era incapaz de creer todo lo que había sucedido, desde que se peleó con Akane los eventos que le precedieron se sintieron irreales, como un sueño, o más bien una pesadilla. Pero ese sentimiento de que todo no era más que una ilusión, había desaparecido al ver a Akane en televisión, herida, desesperada, y luchando con las pocas fuerzas que le quedaban. Y todo había sido por su culpa, por esa misma razón ahora esperaba en la sala de espera mientras todos los demás estaban en la habitación con Akane, no se atrevía a mirarla y ver que estaba inconsciente por su culpa, que estaba herida por su culpa y que estaba sola por su culpa.

La madre de Akane murió la mañana después de la batalla, a las 13:47 del mediodía. Por lo que él sabía, no fue una buena madre, era una mujer atrapada en el pasado, y aquello la hacía ser cruel con aquellos que ocupaban su presente. All Might, después de recuperarse de sus heridas, le explicó la conversación que había tenido con ella, se había pasado toda la vida negándole a su hija lo que ella más deseaba y en sus últimos instantes de consciencia, en sus últimas palabras, lo único que hizo es suplicar que Akane tuviera la oportunidad de conseguir ese futuro que tanto deseaba.

—Toma, te irá bien.— No se había dado cuenta de que Mic se había acercado a él con una taza de café en sus manos, agradeció el gesto. Le dió un sorbo y arrugó la nariz, el café de los hospitales está horrible, pero aún así se lo bebió, necesitaba estar atento y despierto.

—Deberías pasar a verla.— Negó con la cabeza, no podría hablar aun que lo intentase, tenía un nudo en la garganta que le impedía siquiera formular palabra. No había nada en este mundo que Aizawa quisiera más en ese momento que ver a Akane, pero él quería verla sonriente, despierta y correteando por la Yūei junto a Mic, sin dolor, sin heridas, simplemente feliz.

Quizás fue en ese momento en el que Aizawa se dió cuenta de que nunca había visto a Akane completamente feliz, por una razón o por otra, la sonrisa de ella siempre acababa siendo forzada o nublada por el dolor. Suspiró dándole otro sorbo al café mientras miraba la hora, las cinco y media de la tarde. Akane llevaba inconsciente dos días y Aizawa llevaba un día y medio sin comer. Se le había cortado el apetito.

—No fue culpa tuya, lo sabes, ¿Verdad?— Preguntó su amigo al ver el dolor en su rostro. Habían sido Doom y All For One quienes habían destruido su vida y la habían dejado así de herida, pero Aizawa se sentía responsable, si no hubiera sido tan idiota, si la hubiera escuchado en vez de retarla a ir a por Doom, no estaría en esta situación. —Aizawa, vete a casa. Necesitas descansar más que nadie.—

Mic se levantó empujando a Aizawa y él se dejó guiar, estaba agotado, hambriento y desolado, pero se había negado a moverse de ahí en los dos días que Akane llevaba inconsciente, estaba tan agotado que ni siquiera pudo oponer resistencia alguna. Su amigo le metió en un taxi, pagó por adelantado y le dijo la dirección al conductor, él se iba a quedar un poco más a hablar con los médicos.

Al llegar a casa, lo recibió la preocupada mirada de su felino, que se acercó a acariciarse contra su pierna y maulló como queriendo decir "lo siento, amigo", él lo cargó en brazos y se sentó en el sofá con el gato negro sentado a su lado. No podía dormir, no tenía ganas de comer, solo tenía ganas de que todo pasase ya, la pelea, la batalla, todo había pasado tan rápido que se sentía atrapado, asfixiado por las demasiadas cosas horribles que sucedían a su alrededor.

Miró su teléfono, tenía más de doscientos mensajes sin mirar y siente llamadas perdidas, dos de ellas habían dejado un mensaje en su contestador, sin saber qué hacer le dió a escuchar los mensajes, el primero era de Tsuragamae Kenji. —"Aizawa, woof, hemos revisado y actualizado la información que teníamos sobre el villano Doom y sobre la Señorita Akane Crimson, no hay cargos contra ella, dado que sus padres eran villanos hemos considerado que ella no tuvo más remedio que encubrirlos así que, si despierta, estará libre de delitos."—

Las palabras que no dejó de resonar en su cabeza fueron "si despierta", no había pensado en esa posibilidad, solo se había planteado que ella iba a despertar encontrándose sola en el mundo, con heridas que dejarían cicatrices imborrables y el trauma de ver como te lo arrebatan todo ante sus ojos, nunca se planteó que Akane no fuese a despertar. En sus últimas dos conversaciones, él le dijo que la odiaba y que no quería volverla a ver, quizás ese era su castigo por ser un auténtico capullo. Pulsó para escuchar el siguiente mensaje y sintió cómo se le paraba el corazón al oir su voz.—"¿Aizawa?"—

—"Hola, em... Soy yo, Akane."— Se oía ruido de fondo, gritos, escombros cayendo, ella le había llamado en plena batalla y él ni siquiera había estado allí para coger el teléfono. A pesar del dolor que le causaba oir su voz, también le causaba alivio. Cerró los ojos y siguió escuchando. —"Lo siento, siento molestarte, de verdad, es solo que no sabía a quién llamar, necesito arreglar las cosas contigo."—

—"Supongo que el derrumbe habrá salido por las noticias, tú... Yo, yo solo quería decirte que lo siento, dios, nada de esto habría pasado si hubiera sido sincera contigo en primer lugar,"— Eso era mentira, la culpa era de él, Aizawa siempre lo había sabido, ella solo había hecho lo que podía en una situación tan complicada como en la que estaba, no tenía culpa alguna.

—"sé que me odias, y tienes razones para odiarme, soy una amiga horrible. Lo único que he hecho es causarte problemas."— Él no la odiaba, preferiría morir a odiar a Akane. Él la adoraba, le gustaba hablar con ella, ver como los ojos le brillaban com determinación cuando estaba decidida, le encantaba todo lo que tuviese que ver con ella. Lo que le dijo fue en un ataque de ira, no pensaba nada de eso. Pero Akane creía que él la odiaba y eso solo le hacía sentirse peor.

—"Intenté atrapar a Doom, no pude, lo siento, supongo que no querrás verme, ni oir este mensaje pero quería hablar contigo una última vez."— Aizawa era una de esas personas que no lloran, que prefieren guardarse el dolor dentro, que prefieren responder con un "solo estoy cansado" a explicar lo que verdaderamente les pasa. Pero ahora, tenía ganas de llorar, de abrazarse las piernas y gritar hasta que le sangrasen las cuerdas vocales y llorar hasta que se le secasen los ojos. El problema de la gente que no llora, es que se guardan el dolor dentro de sí mismos, escondido en lo más recóndito de su alma y eso no lo hace más llevadero, lo contrario, llorar hace que puedas liberarse de la carga de ese dolor, aún que solo sea un poco, el no llorar lo único que hace es que ese dolor crezca oculto ante los ojos de todos. A pesar de todo Aizawa no iba a llorar, no porque fuese incapaz de ello, si no porque creía que se merecía ese dolor. —"Ojalá hubieras contestado a esta llamada... Tengo que irme, te quiero. Adiós."—

La llamada acabó. Él también la quería, como se quiere a alguien que sin saber como ahora es una parte indispensable de tu vida, que en apenas unos días ha conseguido destruir todos tus muros y se ha hecho un hueco en tu corazón, eso era Akane para él. Sería capaz de reir y llorar al mismo tiempo al pensar en ella, porque Akane lo era todo, tristeza y felicidad, valentía y miedo, amor y odio.

Si alguien le hubiese preguntado qué le hacía sentir ella, no habría sabido responder.

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Y bien, ¿Qué os ha parecido el capítulo? Quería poner el punto de vista de Aizawa además de indagar un poco en sus sentimientos, al fin y al cabo, esto es un fic de Aizawa x Oc. Espero que hayáis pasado un buen Halloween, nos vemos pronto.

*ごめんなさい significa lo siento.