𝐇𝐄𝐑𝐎; aizawa shouta

Capítulo XL

[最後の]
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ESE ERA SU "Y FUERON FELICES PARA SIEMPRE", su epílogo de una vida cargada de tragedias. No había más dolor, más confusiones, sentimientos confusos ni más sufrimiento, aquel era su final feliz. O al menos, le gustaba pensar que así era.

Tenía la cabeza recostada en el pecho de Aizawa y lo abrazaba por la cintura, él medio dormido jugaba con su pelo en un gesto inconsciente. De vez en cuando Akane alzaba la mirada para perderse observándolo y en ocasiones sus ojos se encontraban. Aún había un atisbo de duda en ellos, inseguros de qué hacer cuando sus ojos chocaban. Pero cuando Aizawa bajaba la cabeza y Akane alzaba la barbilla para que sus labios chocasen con suavidad, un roce, un suspiro, entonces las dudas se disipaban dejando solo sus sentimientos a la vista.

Se pasaron el día acurrucados, durmiendo o hablando, cualquier tema era interesante. Aizawa adoraba ver como Akane jugaba con sus gatos, como los alzaba en brazos y como sonreía cuando se daba cuenta de que le estaba observando. Estaban en la cocina, eran más de las doce y él estaba preparando café. Con leche para ella, solo para él.-Aquí tienes tu café.-

-Gracias Aizawa.-Agarró la taza sin poder evitar sonreír al saber que él recordaba como a ella le gustaba el café. Esa clase de cosas eran las que Akane adoraba, los pequeños detalles, el estar acurrucados juntos, las risas y las conversaciones que solo ellos entendían, las miradas cómplices y aquellos momentos de silencio rotos por un suspiro compartido entre ambos. Él miró el interior de su taza y se apoyó en la encimera, se mordió el labio antes de hablar.-Shota, puedes llamarme simplemente Shota ¿Sabes?-

-Creo que hace mucho que dejamos a un lado las formalidades además creo recordar que hace tiempo me pediste poder llamarme por mi nombre, ¿Porqué no lo hiciste?-Alzó la mirada de su taza para observar a Akane quién le estaba mirando. Su cabello corto ahora se alborotaba con más facilidad por lo que parecía una avalancha de nieve, cabellos blancos sobre cabellos blancos sin orden alguno. Sus ojos mostraban un poco de vergüenza mientras intentaba recordar aquellos momentos en los que entre ellos no había nada más que un creciente sentimiento.-No lo sé, se me hacía raro, supongo. El hecho de llamarte por tu nombre me pareció que era demasiada cercanía, ni siquiera Mic te llama Shota.-

-Solo me llama Shota para molestarme, deberías verle pasarse horas gritando mi nombre a pleno pulmón.-Akane sonrió y se levantó de la silla de la cocina una vez se hubo bebido todo su café, dejó la taza en el fregadero y se acercó a Aizawa quién le limpió las marcas de café que le habían quedado en la comisura de los labios. Estuvo tentada a besarle pero se detuvo mirándolo sin saber bien qué hacer.-Esto es raro, ¿no? Quiero decir... Me encanta todo esto de estar contigo pero creo que aún he de acostumbrarme.-

-Ya, yo también. Recuerda que nadie puede saber esto, ni Mic, ni Midnight, ni siquiera Rush. Si alguien que no debe lo acaba descubriendo estaremos en problemas.-El hecho de que hubiera decidido arriesgarse con Akane no quería decir que quisiera perder su trabajo ni si licencia de héroe, todas las precauciones eran pocas teniendo en cuenta todo lo que podían perder. Entonces Aizawa bajó la cabeza y cambió el peso de un pie a otro con nerviosismo.-Además, uh... Quería advertirte de que nunca he sido precisamente el novio más atento del mundo, no me gusta todo eso de los aniversarios ni fiestas de estas y odio las cosas cursis de parejas.-

-Por eso no has de preocuparte en absoluto Shota.-Dijo con una pequeña risa, se le hacía extraño el llamarlo por su nombre, le gustaba muchísimo como sonaba, Shota. Él sonrió al oírle llamarlo así y se acercó a ella aún más.-A mí tampoco me gusta todo eso, prefiero las cosas simples y.... ¿Has dicho novio?-

-Uh, sí, bueno. No sé exactamente lo que somos, no hay ningún nombre para cuando te gusta tu alumna, ¿Sabes?-Se rascó la nuca mientras se intentaba explicar. No eran pareja como tal, no habían tenido ninguna cita ni podían simplemente ir por la calle de la mano o dándose besos, no podían hacer nada de eso. Lo que ellos tenían era algo más íntimo, algo que ocurría solo entre ellos dos y que nadie más sabía ni debía saber.

Aún así parecía que todo el universo se hubiera puesto de acuerdo para hacer a Akane feliz. Cada segundo con Aizawa era un tesoro, las clases en la Yūei le iban increíblemente genial, había fortalecido su amistad con Enji, Mic y Midnight le ayudaban en todo lo que podían y Rush había podido dar unos primeros pasos después de pasarse meses en rehabilitación. No había manera de que Akane pudiera ser tan feliz. Le habría gustado que su padre estuviera allí para que pudiera ver todo lo que había logrado. Aizawa apoyó su cabeza sobre la suya aprovechando la diferencia de alturas y la rodeó con los brazos.-¿En qué piensas?-

-Nunca había pensado que podría tener algo así.-Venía de una familia maltratadora, un hermano cruel y una madre que la utilizaba para canalizar todo su dolor hacia ella, venía de una vida marcada por la tragedia y ahora tenía todo y más de lo que jamás hubiera podido imaginar. Tenía amigos que eran como familia, tenía su sueño de ser heroína y tenía al amor de su vida. No podía pedir más, no quería pedir más, sentía que tenía mucho más de lo que se merecía así que valoraba cada detalle, cada persona como si de lo más valioso del mundo se tratase porque para ella lo eran. Se giró y miró a Aizawa con los ojos brillantes de ilusión y las mejillas sonrojadas, sin siquiera darse cuenta de las palabras que estaba formulando lo dijo.-Te amo.-

-Lo siento, mierda.... No debería de haber dicho eso, joder, lo siento. Olvídalo ¿Vale? No he dicho nada.- Akane habló con rapidez y nerviosismo temiendo haberse apresurado. Él podía contar con los dedos de una mano las veces que le habían dicho "te amo", no habían sido muchas pero todas eran significativas. Era algo que solía descolocarle ya que se sorprendía al pensar que alguien pudiera estar enamorada de él. Cuando oyó como aquellas palabras dejaban sus labios sintió un placentero escalofriante recorrer su cuerpo, un reconfortante sentimiento se implanto en su corazón y sonrío sin poder evitarlo. No dijo nada, no quería decir nada, acunó el rostro de Akane en sus manos y la besó hasta quedarse sin aire, sus labios sobre los suyos dejaban un suave hormigueo. No le hacía falta que Aizawa le dijera que también la amaba, no necesitaba todo eso mientas él le demostrase que la amaba, si no podía expresarse con palabras que lo hiciera con actos. Aizawa miró a Akane como si viera amanecer por primera vez, quería grabar en su memoria cada detalle de su rostro, cada ligera cicatriz marcada en la piel y cada detalle de sus ojos.-Tú también me importas mucho ¿Sabes? Por mucho que me cueste decírtelo.-

-Relajate, todo va a salir bien.-Akane deseaba desesperadamente que aquél fuera su final feliz, que la historia se parase en ese momento con un simple punto y final, no más dolor ni sufrimiento. Porfín tenía todo aquello que había querido y así era como quería acabar. Temía que si todo continuaba algo malo fuese a pasar y así otra vez todo se repitiese quitándole toda la felicidad que ahora había conseguido, estaba aterrada porque sabía lo que le ocurría a la gente como ella.

La gente como Akane nunca tiene un final feliz.

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Esta historia se acerca a su fin. Ya no quedan muchos capítulos más por publicar ni muchas cosas por resolver así que espero que os esté gustando.

Al terminar la historia publicaré varios especiales que seran a posteriori de la historia. Estos serán sus nombres.

1.SLEEPLESS NIGHTS
(este va a ser lemon por lo que si no os gusta no lo leáis)

2.PARENTHOOD
(creo que el título ya indica de qué va)

*最後の significa final, por lo de "final feliz"

Pd: esto es para alegraros la vista.