Capítulo XXIX

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[怒り]
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CON LA LUZ DE UN NUEVO DÍA LAS COSAS CAMBIARON, pero los sentimientos no. Los sentimientos nunca cambian a no ser que sean rotos en mil pedazos. Akane seguía sumida en su dolor, en su tristeza y en aquella ira que cada vez era más apetecible, gritar y romper cosas nunca había sido tan satisfactorio. Y Aizawa seguía atrapado en su dolor, en sus dilemas morales y en la revelación de la albina. Cada uno aislado y a su vez conectado profundamente con el otro, era algo curioso.

—Me siento fatal, todo esto es por mi culpa.—La de ojos rojos caminaba arrastrando los pies por la preparatoria, con el ceño fruncido y unas profundas ojeras que la hacían parecer un cadáver andante. A su lado Midnight la seguía disculpándose después de que Akane le explicase un poco por encima la acalorada discusión que había tenido con Aizawa, tampoco le apetecía regocijarse en su propio dolor así que apenas dió detalles.

—No te preocupes, no es culpa tuya.—El día no había empezado ni mínimamente bien y no parecía que fuese a mejorar, lo único bueno que tenía aquel horrible día era que los lunes no tenía clase con Aizawa así que se iba a librar de tener que verle la cara. Acababa de salir de clase de tutoría con los de tercero y ahora tenía que ir al gimnasio a hacer clase de primero con Toshinori, Midnight había insistido en acompañarla.

Todos los demás alumnos ya estaban vestidos con su traje de héroe, Akane vestía el chándal de la Yūei a espera de que la empresa hiciera realidad el boceto de traje que Midoriya le había hecho, la verdad es que ese niño tenía talento. Se colocaron todos en pequeños grupos en los que hablar antes de que Toshinori iniciase la clase, Bakugo con Kirishima, Hanta con Jiro y Kaminari, y Iida, Uraraka, Midoriya y Todoroki en otro grupo. Akane se despidió de Midnight y se dirigió hasta este último.

—Hola Akane.—Nadie hizo preguntas, cosa que ella agradeció de todo corazón. Hablaron de temas triviales, banales, que consiguieron distraer a du mente por unos minutos de aquel azabache que parecía haberse metido en su cabeza para atormentarla. Toshinori se acercó con su impecable sonrisa y carraspeó antes de comenzar a hablar.—¡Buenos días jóvenes! En la clase de hoy vamos a hacer una simple práctica de koseis para así encontrar puntos débiles y mejoras, poneos en grupos y...—

—¡All Might!—Katsuki Bakugo gritó llamándo la atención de los presentes, estaba enseñando los dientes en un gesto amenazante e inflaba el pecho para parecer más fuerte, se acercó poco a poco como si quisiera añadir aún más dramatismo a la situación. Se colocó delante de Toshinori y me señaló.—Quiero pelear contra ella.—

—Venció a Kirishima y lucho contra el puto monstruo ese de cara horrenda, quiero ver qué tan fuerte es.—El rubio esquelético se rascó la nuca revisando sus anotaciones, no le parecía que fuese buena idea. Bakugo era alguien explosivo en todos los sentidos y Akane no parecía estar en su mejor momento. Pero cuando la miró y esta asintió aceptando, él no tuvo más remedio que dejarles pelear.—Muy bien, una pelea simple. Hasta que el otro se rinda o no pueda continuar.—

—Te voy a machacar...—Ella no respondió, se limitó a ir a su posición asignada y a crear unas largas cuchillas en sus brazos. Todos podían notar un cambio en ella. En esos momentos se parecía a su padre, pero no al padre que ella conocía, que le contaba cuentos y jugaba con ella, no, en esos momentos se parecía al villano que era su padre, a The Crimson King con sus ojos llenos de sangre y cólera. Y aquella era una imagen aterradora.

No os voy a explicar con detalle la batalla de ambos, no fue una pelea larga ni noble. Hubo mucho juego sucio y no se tardó en ver la fuerza superior de Akane que, nublada por el dolor, no se contenía tanto como de costumbre. Bakugo tenía varios cortes por todo su cuerpo que no paraban de sangrar, unos más superficiales pero otros bastante profundos, en cambio, Akane estaba en mejores condiciones que él.

Se agachó cuando él iba a soltar una ráfaga de explosiones, saltó a la derecha y corrió para conseguir quedar detrás de él, formó una pequeña cuchilla, larga y afilada en su mano izquierda y se preparó para atacar. Iba a dar un solo golpe, fuerte y certero, quizás con más fuerza de la que debería pero era seguro que no lo acabaría matando, la cuchilla estaba cada vez más cerca de su cuello hasta que, sin razón alguna, se deshizo en el aire dejando una extensa mancha de sangre en el suelo.

Akane frunció el ceño y miró al responsable de aquello. Aizawa estaba a lo lejos, apenas en la entrada del gimnasio, con su cabello completamente alzado hacia arriba y los ojos rojos. Se acercó poco a poco utilizando su habilidad el mayor tiempo posible.—No deberías haber hecho eso.—

—Te has excedido, te has dejado llevar.—Akane murmuró entre dientes y apretando los puños un "tú no eres nadie como para decirme lo que no debo hacer". Él la oyó y frunció el ceño dejando de utilizar su habilidad y cerrando los ojos sin saber qué hacer.—Soy tú profesor.—

—No de esta asignatura, así que si Toshinori no me dice que pare, no pararé.—El azabache fulminó con la mirada al rubio invitándole a darle la razón y Akane le mandó una mirada asesina advirtiéndole que no lo hiciera, el héroe más grande del mundo los miraba a los dos aterrado sin saber a cuál de los dos era peor hacer enfadar, decidió no contestar y aparentar no haberles oído. Aizawa suspiró agotado, triste e incapaz de poder decir todo aquello que le quería decir, al menos, delante de todos sus alumnos.—La clase se ha acabado, idos a comer. Akane, tenemos que hablar.—

—No tengo nada que hablar contigo.—Ninguno de los alumnos se movió, a pesar de que era algo usual ver a Aizawa perder los papeles, esta ver era distinta, se veía más agotado, más afligido y más preocupado que de costumbre. Quería desesperadamente arreglar las cosas, a cualquier precio.—¿Qué he de hacer para que accedas a hablar conmigo?—

La albina le miró por primera vez desde que había interrumpido la clase, fue como una patada en el estomago, se contrajo sobre sí misma y se mordió el interior de sus mejillas para evitar llorar otra vez, tenía que auto convencerse de que lo que sentía ers ira y no dolor, le gustaba más la ira. Apretó los puños con fuerza y se colocó en ls pista de combate.—Déjame pelear contra tí.—

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Uh... Hey! Billie Eilish ha sacado nuevo disco y yo soy tan feliz que me he dicho, ¡Voy a actualizar esto! Así que, sin más dilación, aquí estoy, perdiendo horas de sueño por vosotros, de nada.😁😉

*怒りsignifica ira.

No quería cambiar la personalidad de Akane pero tampoco quería volverla a tener deprimida así que la ira siempre es la mejor solución, espero que os haya gustado.

𝐇𝐄𝐑𝐎; aizawa shoutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora