Capítulo 10:

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Las horas de la noche empieza a pasar un poco más rápido, para suerte de todos los presentes ya que temían la aparición de algún individuo más que amenazara con atacarlos, pero aún así eran testigos de las risas, burlas de algunos de la magia negra que merodean en torno al instituto.

Zac Y Thiago se turnan para vigilar, con los ojos puestos en la ventana, con una perfecta vista. Cuando el cielo se empieza a tornarse más claro, es cuando ya el sol perozosamente quiere asomarse, es el momento en el que Zac toma su mochila colocándola sobre su hombro,

— ya es hora de irnos— anuncia, haciendo que todos se pongan de pie, pero se percatan de la presencia del director en el umbral de la puerta.

Su vista perdida en algún punto del suelo, sus brazos descansando a ambos lados de su cuerpo, su cabello descuidado y su ropa maltratada y sucia.

—¿qué quiere?— Thiago se interpone adelante del director.

— se que ya pronto se irán— su voz parece un hilo silencioso, — pero quiero pedirles perdón— busca a las amigas, —me deje llevar por la ambición.

— nos dimos cuenta— salta Lucía,
—solo puede remediar sus errores prestando atención a su instituto.

—lo haré— asiente levemente con su cabeza, — y ustedes, ¿qué harán cuando lleguen al último instituto? Saben que ya todos tienen algún conocimiento sobre la traición. La magia negra va a un paso más adelante de ustedes.

— aún así tenemos una obligación y lo cumpliremos— Thiago se coloca su mochila, — de esa parte nos encargamos nosotros. Gracias por su hospitalidad—. Sin más cruza el umbral de la puerta, seguido por Lucía que le da  una última mirada al director, Perla mantiene su vista fija al frente al igual que Zac. En el pasillo se encuentran con una perfecta alineación de los profesores, que tienen el trabajo  de proteger al  director.

En no mucho toman el caminó que los llevará hacia los hombres lobos, pero saben muy bien que ese camino sin la ayuda de los portales será más largo de lo que esperan. Pero aún asi no caminan precisamente lo que es despacio.

— Lu— habla Perla, haciendo que su brazo toque el de su amiga, —¿crees que tenga algún parentesco con la magia negra?

Lucía esfosa una sonrisa amistosa, pero ni ella sabe que decir, — debe ser una equivocación. Solo te debieron confundir.

— es raro sabes— La joven largo un suspiro, —¿y si no es una equivocación, y si hay algo que me relaciona a ellos? Eso significa que o mi madre o mi padre me ocultaron esa relación. Que tal si soy prima de uno de  ellos, sobrina, o en el peor de los casos una hija ilegítima.

— estas haciendo una telenovela dentro de tu cabeza— Lucía le da un pequeño empujón, —tranquila, estaremos bien— le guiña un ojo.
—mira— señala con su dedo un árbol donde cuyas copas yacen manzanas.

— ya me moría de hambre— Perla se adelanta, —¡¡a comer!!

— me pregunto como llegarás allí— rie Zac.

—¿qué?— la joven lo mira con los ojos entrecerrados, —perdón.

— quiero verte intentándolo. Será divertido.

— no seas malo— salta Thiago.

— creo que te toman de chiquitita- sigue Lucía dibujando una sonrisa.

— con es eso no— Lucía frunce el entrecejo pero se vuelve sería cuando ve sobre el hombro de Thiago a una mujer de unos cuarenta años  acercándose cautelosamente.
— ¡Atrás!

— ¡alto!— Amenaza Thiago,

—no quiero pelear.

— tu brazo— señala Thiago una banda negra alrededor de su muñeca, — eres de la magia negra— escupe de mala gana.

Las Marcas De La Traición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora