Capítulo 55:

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La privacidad de las chicos dura muy poca ya que son interrumpidos por los otros jóvenes que organizan una especie de ritual de bienvenida en la cocina en torno a vasos de jugo.

- deberíamos hacerle lo mismo- habla Theo repartiendo los vasos de jugo a los faltantes,

- ¿Sean y Ana?- comenta Lucía para dejar de la lado la conversación acerca de la marca que descansa sobre su piel.

- ya bajan- sigue Elizabeth, - Am, yo creo que no todos deberíamos ir mañana-

- ¿a qué te refieres?- Thiago frunce el entrecejo,

- por ejemplo Ana y Sean-

Justo en ese momento Sean baja las escaleras tranquilamente, atraviesa la solitaria sala para llegar a la cocina pero cuando a sus oídos llega la pronunciación de su nombre, se para a un lado de la puerta donde aún puede escuchar perfectamente la conversación que están teniendo sus amigos.

- ¿qué?- salta Theo, - él puedo traernos a la vida-

- si pero...- Elisabeth larga un respiro,
- oh vamos, Ana está perturbada y a Sean hay que protegerlo-

- no creo que eso sea necesario, es decir él es el hijo de Jeff....

- callate- se desespera Lucía, - ya dejen de decir esas cosas-

Theo murmura un perdón, pero ya es tarde, esas palabras llegaron justo para formar parte de la vida de Sean. Su primera acción es alejarse de ese lugar sin decir nada.
Con las pulsaciones de su corazón a mil por segundo, llega al lago que está justo atrás de la casa y se pone detrás de un árbol recostado sobre el mismo con la vista sobre la tranquila agua del lago.

El líder de Centralk es su padre, su sangre, aquel hombre  que fue extraño una vez y que el destino lo trajo frente a él de nuevo, es su padre.
Ahora todos los puntos encajan, es como si el pasado mostrará la verdad que no quería dejar ver. Pero la pregunta que ahora se instalo en su cabeza es el ¿por qué? ¿por qué Jeffrey no se lo dijo el día que él piso la casa? Ahora ya no podría enfrentar a Jeff por la verdad, no tiene corazón para perturbar al líder de Centralk a horas de lo que parece ser la batalla final.

- hola- Ana se asoma tímidamente por la puerta de la cocina,

- hey, hola- Thomas se acerca a ella acercandole un vaso acompañado de una sonrisa amistosa.

- ¿Y, Sean?- Pregunta Perla pero antes de que Ana pudiera responder a la pregunta Jeffrey llega a la cocina mirando a todos con una cálida mirada.

- ¿Jeffrey?- Theo levanta al aire su vaso casi vacío.

- te lo agradezco, Theo- dirige su vista a las amigas, - ¿podemos hablar?-

- claro- Perla le da una rápida mirada a Zac que la observa impaciente pero termina siguendo al líder hasta la sala, frente al gran ventanal.

Jeffrey, pasa su mano sobre sus cabellos espiando entre las cortinas,
-ire con sus padres a buscar a Alex-

Lucía y Perla intercambian miradas,
- nosotras podemos ir-

- No las llame para eso. No es el punto. Iré con ellos- habla seriamente largando un suspiro y mirando hacia el piso de arriba, continua, - vamos afuera- abre la puerta dejando salir primero a las amigas. Le echa un vistazo a su alrededor y comienzan a rodear la casa, caminando lentamente por el pasto, con el sol oculto y la presencia de la luna en el cielo.

Lucía y Perla permanecen en silencio a la espera de una palabra de Jeffrey  pero el mismo solo camina con la mirada en el frente hasta que empiezan a alejarse unos pocos metros de la casa, como si evitaran llegar al borde de la laguna hasta que de todas formas llegan allí,  donde ven el fino reflejo de la luna sobre el agua.

Las Marcas De La Traición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora