Capítulo 29;

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El sol ya está oculto, pues ha caído la noche dejando la luna llena en lo alto del cielo azul y estrellado.

- bonita noche - habla Perla poniendo sus manos en el bolsillo de su abrigo mientras camina junto a Lucía por las calles.

- así es - contesta su amiga.

Ambas dan sus pasos tan cuidadosamente sabiendo que pueden ser vigiladas. Recorren la última cuadra de una calle casi desierta y es cuando ingresan en una propiedad tan normal como todas las demás. Una casa yace allí, tan pequeña y poco llamativa.  Las jóvenes golpean la puerta principal mirando de reojo a su alrededor dándose cuenta que nadie las esta siguendo hoy.
La puerta se abre y ellas ingresan en  lo que es la sala. La  chimenea esta encendida calentando el lugar, las luces están bajas, las cortinas cerradas y Jeffrey está allí.

- ¿nadie las siguió?- pregunta Jeffery,
- dentro de poco no serán del interés de Loren-

- Ojala- sigue Lucía tomando asiento junto a Perla en uno de los sofás.

- tengo buenas noticias- se coloca un mechón de cabello detrás de su oreja,
- tenemos que buscar información  y el único lugar donde lo encontraremos es con los libres, en los bares -

- morir es tentador- bromea Perla.

- no podré ir yo, tampoco Zac y Thiago. Les conseguí unos buenos aliados. Ya estarán llegando-

- genial- salta Lucía, - por cierto, que bonita casa Jeffrey-

-gracias- el mismo recorre con la vista el lugar, - tenía una mejor-

-¿en Centralk?-

-aqui, con Anne- baja la cabeza respirando hondo. -supongo que escucharon la historia-

- Si. Que lo abandonaste todo por amor - sigue Perla.

- todos saben hasta ahí. Pero no lo que paso después-tensa su mandíbula.

Las jóvenes intercambian miradas,
-no hace falta que nos cuentes-

- no es nada Lucía, es una historia más- se levanta de su lugar acercándose a la chimenea, -la intentaron asesinar cuando aún mi hijo estaba dentro de ella. Él sobrevivió, ella no. Dijeron que fue un asalto, una bala perdida. Pero al final del día cuando mi hijo estaba en el hospital unos hechiceros- aprieta su mano con fuerza, - quisieron matarme. Lo entendí, algo más  había. Les hice creer que estába muerto, y también que lo estaba mi hijo. Lo saque del hospital, lo...- traga saliva,
- lo dejé con unas personas, tíos de Anne que no podían tener hijos. Una buena familia. Me oculte, pero ni un solo día deje de ver a Sean.  Ni un solo día. Esas personas lo cuidan bien-

- eso es...- Perla toma aire. - ¿por qué no volviste a Centralk con Sean ?-

- porque Centralk tenía una nueva líder. Me sentía débil sin Anne y nada me aseguraba que Sean fuera bien recibido-

-¿ y no sabes quién podría hacer eso?-pregunta Lucía.

- cuando puse a salvó a Sean, fui por ellos. Antes de...- una fría sonrisa se dibuja en su rostro, - no les voy a mentir, disfrute cada segundo, pero no me dijeron nada. Mi padre tenía enemigos, supongo que también me tocaba mi parte-

- ¿Jeffrey?-

Clava sus ojos azules en Perla,

- ¿no le dirás a Sean la verdad?-

- lo pondría en peligro- Antes que pudiera decir algo más, tocan la puerta.

-¿Lucía, me haces el favor?-

Lucía asiente y va hacia la puerta, pero cuando la abre se topa con dos rostros conocidos. La joven se aleja observando de reojo a su amiga.

-¡¡hola!!- saluda con una amplia sonrisa  Theo junto a Thomas.

- Jeffrey- murmura Perla.

- lobos, hechiceras- se deja caer en uno de los asientos. - nuestros nuevos aliados-

-¿lobos?- Lucía frunce el entrecejo,
- ¿por qué jamás nos dijeron que eran lobos?-

- porque jamás lo preguntaron- Thomas se encoje de hombros. - jamás regresaron, ya las habíamos extrañado-

- lo mismo digo - los jóvenes intercambian un par de abrazos como saludos entre amigos.

- me alegro que se lleven bien- Jeffrey los observa. - ellos aquí serán sus protectores, allá tendrán a Thiago y a Zac, cuidado, no quiero que confundan los papeles. No quiero a sus galanes sobre ustedes haciendo escenas de celos en el mundo de los humanos. Traería muchas sospechas. El que se involucren con Thomas y Theo no será raro ya que se conocieron en su paso por el colegio de los humanos-

-¿escenas de celos ? ¿Esos chicos son sus novios?- salta Thomas.

- oh no- sigue Perla.

- no lo son- rie Jeffrey, -pero no traten de acercarse a ellas, en fin, hoy es el día en que los hombres de Loren se reúnen en ese bar. Quiero que vayan y averigüen, donde viven, que hacen ahi. No se acerquen a ellos, de lejos- direge sus ojos a las amigas, - me da miedo que los chicos de Centralk no estén aquí, por favor, cuídense- habla seriamente.

Todos asienten al mismo tiempo y terminan saliendo de la casa de Jeffrey.

-¿la dirección del bar?- pregunta Perla.

- aquí- salta Thomas señalando su cabeza, -¿encerio son hechiceras y no nos contaron?-

-¿encerio por qué no están en Centralk?-

- por que a nuestros padres no les interesa nada que tenga que ver con ellos- Theo pasa su mano sobre su cabello como frustrado, - y nosotros tampoco pero Jeffrey nos ayudó una vez, le debíamos un favor. Además cuando nos habló de las míticas hechiceras que consiguieron ser desterradas de Centralk por la misma Loren y encima salimos de fiestas con ellas, tuvo toda nuestras atención-

Las jóvenes rie por lo bajo antes aquel comentario. Caminan hasta ingresar a  un barrio definitivamente sin alumbrado público, hay personas reunidos en grupos sobre la acera  tomando, fumando e incluso drogandose.

- me cuesta ver a Loren a aquí- murmura Lucía.

- me siento observada-

- te sientes bien mi querida amiga- rie Thomas ganándose un golpe en el brazo por Perla. Llegan al final de la calle en un bar. Hay motos afuera con sus dueños y unas mujeres exhibiendo más de lo que  pueden. Los jóvenes siguen hasta llegar a la puerta, y cuando la abren se dan de frente con un aire pesado y caliente. La música suena a media, la barra  está llena, las mesas no tanto pero tienen lo suyo.

- si nos quedamos aquí mirando como estúpidos llamaremos la atención. Vamos-Theo los guía hacia una mesa en una esquina donde no llega muy bien la luz.

- como es posible que no haya oído de este bar-

- Lu, es una bar para nosotros, los  libres, los rebeldes,  como quieras llamarlo. No dejan ingresar a un normal-

- ¿y como se dan cuenta?-

- es una cualidad ¿Vieron los grupos de personas afuera? , todos ellos se encargan de los humanos y de los de Centralk. En un mal sentido-

- okey-

- allá- habla Thomas. Todos dirigen sus miradas a la entrada donde ingresan dos hombres, robustos, altos con su barbilla alzada. Uno con un  tatuaje de una  serpiente que le rodea todo el brazo derecho y el otro con anillos  en cada uno de sus dedos, anillos con una pequeña piedra negra en el centro.

-¿qué son?- dice Lucía.

-brujo, hechicero-  contesta Theo.

Nos leeremos

Las Marcas De La Traición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora